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Cómics y vinos: un maridaje al alza

La publicación en catalán del aplaudido 'Los ignorantes' certifica la buena relación entre el noveno arte y el mundo de la viña.

Una vinyeta del còmic 'Els ignorants'.
Una vinyeta del còmic 'Els ignorants'. Cedida per l'editorial

Étienne y Richard se han fijado un reto: aprender los fundamentos del oficio del otro. El primero domina el arte de la viñeta, pero no sabe cómo se poda una cepa; el segundo produce uno de los mejores vinos del valle del Loira, pero desconoce los secretos del papel y nunca ha oído hablar de Maus. Por ello, conducido por la curiosidad y el objetivo de publicar un nuevo trabajo, Étienne trabajará codo con codo en los viñedos de Richard mientras éste, paralelamente, seguirá de cerca el proceso de producción de un cómic, asistirá a festivales, conversará con autores y, sobre todo, leerá: de la obra maestra de Art Spiegelman en El fotógrafo de Emmanuel Guibert, pasando por las crónicas palestinas de Joe Sacco.

Poco a poco, ambos intuirán que, aparte de unir a la gente en torno a una idea, sus respectivos trabajos comparten muchos puntos en común: el valor de la pasión, el cuidado y la libertad en la creación, asunción de riesgos, la delegación en la colectividad necesaria, el peligro de la etiqueta fácil.

Diez años después de su exitosa aparición en Francia, donde se han vendido más de 100.000 ejemplares, la publicación en catalán de Els ignorants en la Editorial Finestres (traducción de Marta Marfany; en castellano se puede encontrar Los ignorantes en el catálogo de Ediciones La Cúpula culmina un período en el que el noveno arte y el mundo de los viñedos han certificado su buen entendimiento. Sin embargo, su vinculación es tan antigua como el nombre de la cosa.

Portada del còmic 'Els ignorants'.
Portada del còmic 'Els ignorants'. Finestres

Del vino a la viñeta

Viñeta, del francés vignette, diminutivo de vigne (viña), derivada de la latina vinea: f 1 ART/GRÀF 1 Dibujo ornamental que se pone para adornar el comienzo o el final de libros y capítulos y, a veces, los márgenes de una llanura. Parece que en el siglo XIII, en Francia, se puso de moda decorar la porcelana con dibujos de hojas de ramas y otros motivos vitícolas. Con el tiempo, estos adornos dieron el salto a los marcos de las primeras letras de los libros: de allí, la palabra se hermanó con el cómic.

La obra hace partícipe al lector del viaje de sus protagonistas, desde la intimidad y la empatía

Como no podía ser de otra forma, teniendo en cuenta la popularidad de ambos productos, el vino ha estado presente en todo tipo de historieta. En España, encontramos trazas de uva, entre otras, en El Capitán Trueno, Mortadelo y Filemón, Cu-Cut! y TBO. En 2013, algunas de las páginas de estas publicaciones fueron expuestas en Briones (La Rioja), en una muestra que también destacaba la presencia del vino en obras más actuales de autores como Paco Roca, Alfonso Zapico o Antonio Altarriba.

Sin embargo, ninguna de ellas despliega el afán divulgador como lo hace Étienne Davodeau en Los ignorantes: en el curso de su período de aprendizaje podemos comprender qué es el vino biodinámico y cuáles son los peligros del sulfuro, donde residen los secretos de las botas y de la fermentación, o cómo el suelo determina las cualidades de los vinos. La obra hace partícipe al lector del viaje iniciático de sus protagonistas y de las conexiones entre ambos mundos, desde la intimidad y la empatía con la lucha por conservar sus convicciones, poniendo en el centro el factor humano.

"Los dos buscamos algo difícil: una manera de evocar la vida de la gente manteniendo nuestra libertad de autor, pero seguros de no traicionarlos nunca", le dice Guibert a Davodeau en un momento del cómic. "¡Ser libre y fiel, pues sí!", responde éste. Esta vez, el cascarrabias Richard Leroy asiste en silencio a la conversación entre los dos autores. Estableciendo conexiones con su mundo.

Vinòmics: D.O. Catalunya

Al creador gráfico de l'Hospitalet Raúl Deamo, la lectura del cómic de Davodeau le acabó de animar a llamar a la puerta del Consell Regulador de la Denominació d'Origen Catalunya para presentarle una de las ideas que le rondaba por la cabeza después de producir el documental Deconstruint el vi català.

Deamo, sobre 'Vinòmics': "En el proyecto confluyeron todo tipo de géneros"

Así es como surgió Vinòmics: un proyecto online que, según Xavier Pié, presidente entonces del Consell, debía dar respuesta a las "quejas de lo elitista que puede resultar el mundo del vino y la endogamia que puede representar para otros". Durante dos años consecutivos, Deamo reunió lo mejor del cómic en nuestro país para publicar breves historietas alrededor del vino. La libertad para elegir el tema era total. Las únicas premisas compartidas fueron la limitación de espacio (seis páginas) y la paleta de colores a utilizar (amarillo, rojo y tinto representando los colores del vino).

Periódicamente, autores como Manel Fontdevila, Oriol Malet, Maribel Carod, Sagar y Jaime Martín fueron llenando la web de Vinomics con una heterogénea muestra de las derivadas que interactúan con el mundo del vino. "En el proyecto confluyeron desde pequeños ensayos hasta el género negro, el drama de época, el humor y la ciencia ficción", explica Deamo: "Y, sobre todo, mucha vivencia autobiográfica. Algunos autores como Fontdevila, Monteys y Gallardo estiraron el hilo de sus recuerdos, lo que da fe de la presencia del vino en nuestra cultura".

En febrero de 2018, el proyecto desembocó en el libro Vinòmics. Relats gràfics amb gust a bon vi, publicado en catalán y en castellano por Norma Comics. Sólo un año más tarde, la misma editorial seguiría explorando el mundo vitícola con La increíble historia del vino, un exhaustivo repaso de la historia del vino a cargo de Benoist Simmat y Daniel Casanave… y de un Baco hípster que viaja en el tiempo y el espacio para mostrar cómo se ha cultivado el vino en diversas civilizaciones.

La publicación que, en los últimos años ha tenido mayor impacto a nivel global, tiene origen asiático

Dada la maduración de las culturas del vino y del cómic en Francia, no es de extrañar que muchas de las iniciativas que hermanan ambos mundos hayan surgido allí, explica Deamo. Sin embargo, la publicación que en los últimos años ha tenido mayor impacto a nivel global tiene origen asiático. Kami no Shizuku (Las gotas de dios) es el nombre de un manga que se publicó en Japón entre 2004 y 2014 y que rápidamente hizo furor en otros países, como Corea del Sur y la China, hasta llegar a la misma Francia.

La publicación de Shin y Yuko Kibayashi relata las aventuras de dos hermanos enfrentados por el viñedo familiar que deben encontrar los "doce apóstoles", es decir: los doce mejores vinos del mundo. "Es como un Dragon Ball pero con el vino de protagonista", dice Deamo. Con voluntad didáctica y en blanco y negro, los 44 volúmenes de Las gotas de Dios sacudieron tanto al mundo del manga, llegando a un público adulto que no estaba acostumbrado, como al mundo vinícola, multiplicando la venta de los vinos que aparecían mencionados . El Chateuau-Mont Perat de 2001, por ejemplo, vendió más de 20.000 botellas en un solo día en Japón después de protagonizar una de las series del manga.

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