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Centro de menoresCondenan al joven que difundió un vídeo para denunciar que se ataba a los internos en un centro de menores de Almería
El condenado, presidente de la plataforma centrosdemenores.es, publicó en 2015 un vídeo en el un menor aparecía atado boca abajo a una cama en el centro Tierras de Oria, el mismo en el que en 2019 murió otro interno por las mismas prácticas.
público | efe
Almería-Actualizado a
Un joven identificado como A. G. ha sido condenado en Almería a dos años y medio de prisión tras ser encontrado culpable de un delito de revelación de secretos por difundir un vídeo en el que se podía ver a un menor boca abajo a una cama y pidiendo entre sollozos y "por favor" que se le retiraran las sujeciones mecánicas a las que se les estaba sometiendo en el centro de menores Tierras de Oria.
El condenado, que es presidente de la plataforma centrosdemenores.es, difundió el vídeo a través de Youtube en 2015 aunque las imágenes habían sido grabadas cuatro años antes por un vigilante de la seguridad privada del centro de menores.
Según explicó en el juicio A.G., su objetivo era denunciar lo que ocurría en el centro de menores, "en el que él había estado interno y donde fue torturado", precisa la sentencia, "porque otras denuncias similares habían sido siempre archivadas". El centro de menores Tierras de Oria es el mismo en el que en julio de 2019 murió un joven interno tras ser inmovilizado, un caso que ahora mismo está bajo investigación judicial.
La sentencia impone también al condenado una multa de 22 meses, a razón de 11 euros al día, si bien lo absuelve de un segundo delito de revelación de secretos por el perdón de uno de los menores que aparecían en la grabación.
Asimismo, se condena a J. V. O. M., uno de los trabajadores de seguridad del centro de menores, al que la juez impone dos años de prisión por un delito de revelación de secretos, siendo ésta la pena con la que el acusado mostró su conformidad tras reconocer los hechos durante la vista oral.
Asimismo, han sido absueltos otros dos trabajadores del centro, debido al perdón de uno de los menores perjudicados.
"Un montaje que no se ajusta a la realidad"
El fallo señala que J. V. O. M. prestaba sus servicios a través de una empresa de seguridad en el centro, centro en el que Galiana había estado interno tiempo atrás.
De esta forma, el 7 de julio del 2011, tras un incidente en el que se vio implicado un menor del centro y mientras estaba siendo sometido a un mecanismo de contención mediante sujeción mecánica e inmovilización, J. V. O. M., que había sido el encargado de su vigilancia, procedió a grabar esta situación sin el consentimiento del joven.
Todo ello, según la juez, con el "ánimo de atentar contra su intimidad y su derecho a la propia imagen".
Posteriormente, en un momento indeterminado previo al 7 de febrero de 2015, Galiana "divulgó a diversos medios de comunicación" esta grabación a pesar de que sabía que el menor que aparecía en la misma "resultaba reconocible y con conocimiento de que no había prestado consentimiento para su grabación".
La juez subraya la mayor difusión que tuvo la filmación cuando se hizo eco de ella un periódico digital de ámbito nacional, recalcando que dicho menor -no así el otro, que perdonó a los acusados relacionados con su parte- se siente perjudicado por este motivo.
Asimismo, recuerda que el otro joven ha prestado su "perdón expreso" a los que habían sido acusados de haberle filmado sin su consentimiento, mientras estaba siendo sometido al mecanismo de contención, el día 19 de abril del 2014.
Apunta también la juez que antes del juicio, J. V. O. M. había entregado 4.500 euros en concepto de indemnización, por lo que en su caso se ha tenido en cuenta la atenuante de reparación del daño.
No obstante, en el fallo se indica que tendrán que ser A.G. y J. V. O. M. los que indemnicen con 4.500 euros de forma "conjunta y solidaria" al menor perjudicado.
Durante la vista oral, la defensa de A.G. manifestó que el acusado pretendía "poner de manifiesto el trato que se recibe por los menores" en Tierras de Oria, tratándose de una "denuncia social".
La juez advierte sin embargo que el "facilitar a los medios de comunicación el vídeo en el aparecía el menor para difundirlo, pone de manifiesto de manera palmaria no sólo el dolo genérico de saber lo que se hace y la voluntad de hacerlo, sino también el dolo requerido por esta figura delictiva" y recuerda que además era un "montaje que no se ajustaba a la realidad" al estar "manipulado", porque se trataba de una "misma imagen y sonido reproducida cíclicamente".
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