Este artículo se publicó hace 4 años.
Contaminación atmosféricaLa economía española disminuye sus emisiones de CO2 un 5,7% mientras aumenta la contaminación por metano
La actividad agropecuaria desciende la contaminación atmosférica en el último año, sin embargo, el porcentaje total de emisiones supone un incremento del 6,04% respecto a 2008.
Alejandro Tena
Madrid-Actualizado a
La huella anual de carbono de la economía española continúa en descenso. Así lo evidencian los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que confirman que, en 2019, las emisiones de CO2 descendieron un 5,7% respecto al año anterior. En total, se vertieron 323.200 millones de toneladas de gases de efecto invernadero a la atmósfera, lo que supone, a su vez, una disminución de cerca del 23% respecto a 2008, año de inicio de la serie en el que se registraron 420.700 millones de toneladas de CO2.
Frente a este dato positivo, las emisiones de metano han experimentado un repunte del 0,2%, lo que supone un total de 39.811 millones de toneladas anuales de este gas incoloro, que es hasta 28 veces más potente que el dióxido de carbono a la hora de retener el calor y que tarda cerca de 12 años en descomponerse de manera natural.
El sector transporte y almacenamiento es el único que aumenta las emisiones de manera interanual, con una subida del 2,1% respecto a 2018 y 45.900 millones de toneladas de CO2 en el último año. No obstante, respecto a 2008, año en el que inició la última gran crisis económica, el transporte por carretera, aire y mar ha recortado su huella ecológica un 12%.
La agricultura y ganadería, una de las actividades que más se ha intensificado en las últimas décadas, confirma un leve descenso del 1,6%, aunque continúa siendo el sector que más metano vierte a la atmósfera anualmente, con 25.300 toneladas de este gas contaminante. Además esta industria acumula el 78% del total de las emisiones de óxido nitroso (N2O) generadas en el último año.
Si bien es cierto que las actividades agropecuarias experimentan un ligero descenso respecto al año anterior, en el cómputo global se percibe una tendencia claramente al alza. Tanto es así que, si en 2019 se emitieron 48.800 millones de toneladas de gases de efecto invernadero, en 2008, la cifra apenas superaba los 46.000 millones de toneladas de CO2 vertidas a la atmósfera. Esto supone una escalada de las emisiones del sector del 5,16% en la última década.
Por otra parte, la industria manufacturera es la que mayor huella de carbono lleva asociada, ya que concentró el 25% del total de las emisiones de gases de efecto invernadero durante el último año. Según los datos del INE, esto supone un total de 80.700 millones de toneladas de CO2. Le siguen, los hogares españoles, cuya actividad general supone el 21,2% del total (68.400 millones de toneladas de CO2) y el suministro de energía, que representa el 18% de la contaminación atmosférica generada en España (58,2 millones de toneladas de CO2). Esta última, no en vano, es la que más ha recortado su contaminación atmosférica entre 2018 y 2019, con una bajada del 19%.
En cuanto a la huella de carbono asociada a cada ciudadano, los datos publicados muestran que las toneladas de CO2 per cápita han caído hasta un 27,6% en la última década y un 6,8% en el último año. De esta forma, actualmente cada residente español emite un promedio de 6,8 toneladas de gases de efecto invernadero al año.
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