Más de medio centenar de empleados y exempleados de Netflix, la plataforma para ver series y películas online, avalan el artículo que publica el diario Wall Street Journal, en sus testimonios explican que desde la empresa se incentiva a que los empleados digan a sus superiores a quién o quienes de sus compañeros deberían despedir. 

Pero eso no es lo único, acorde con este medio, quienes se nieguen a señalar a qué otros trabajadores echarían, acaban ellos mismos en la calle. Esta práctica se conoce con el nombre de Keeper Test (test de mantenimiento, en castellano). 

A modo de justificación para tal disyuntiva, desde la plataforma alegan que su política de empresa es la transparencia y sinceridad, creyendo que en estos dos valores se basa el éxito de su proyecto, fundado por Reed Hastings y Marc Randolph en el año 1997. 

No obstante, las personas entrevistadas por el periódico estadounidense no opinan de igual modo, ya que consideran que una transparencia tan radical se traduce en humillaciones, estrés y tensión para los trabajadores.

De hecho, es esta cultura de empresa la responsable de que los trabajadores conozcan al detalle su situación laboral en cada momento, lo que permite a la compañía justificar los despidos y hacer partícipe vía mail al resto de trabajadores los motivos que lo han inducido, perfectamente explicados y desgranados. 

Tras la publicación del artículo, Netflix ha realizado un comunicado en el que defiende su "cultura de alto rendimiento".

"Creemos firmemente en mantener una cultura de alto rendimiento y en dar a las personas la libertad de hacer su mejor trabajo. Menos controles y mayor responsabilidad permiten a nuestros empleados prosperar y tomar decisiones más inteligentes y creativas. Lo que resulta en un mejor entretenimiento para nuestros miembros. Si bien creemos que partes de este artículo no reflejan cómo parte de nuestros empleados viven Netflix, estamos trabajando constantemente para aprender y mejorar".