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Perros policías 'Drake' y 'Black', los perros de la Policía Municipal madrileña expertos rescate y detección de explosivos

Los animales de la Sección Canina cuentan ya con musicoterapia, camas calefactables, calefacción en los cheniles y un servicio veterinario propio

El sargento De la Gándara prueba la obediencia de “Drake”.j - M.T

manuel tapia zamorano

La Sección Canina de la Policía Municipal de Madrid lidera en España, y muy probablemente en el resto del mundo, el adiestramiento de canes en la doble especialización en rescate de personas y detección de explosivos, una técnica complicada y laboriosa que permite un gran rendimiento en la operativa policial.

Drake, un pastor alemán de tres años y medio, y Black, un mestizo con apariencia de labrador de la misma edad, han sido unos auténticos alumnos aventajados que en apenas siete meses han conseguido asimilar la formación específica necesaria para actuar indistintamente en casos de rescate de personas de edificios siniestrados o en intervenciones relacionadas con la localización de explosivos.

Buena parte del entrenamiento de Drake y Black se ha desarrollado en la Escuela Nacional de Protección Civil de Rivas-Vaciamadrid, donde disponen de un completo campo de pruebas en el que se simulan casos de desplome de edificios, siniestros y rescates de todo tipo.

En un principio, los adiestradores enterraban explosivos entre los escombros y los canes los localizaban con el marcaje tradicional que consiste en permanecer sentados e inmóviles junto al paquete o mochila sospechosa. En una segunda fase, se sepultaban personas para que los perros las encontraran. En estos casos la respuesta era el ladrido.

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Una guía adiestra a su perro mientras le da de comer - M.T

El pastor alemán y el mestizo respondían con diferentes señales a los distintos casos que se les proponían. Pero para ver has dónde llegaba la respuesta de los animales y medir su nivel de especialización, los guías enterraron a una persona entre los escombros y le colocaron explosivos al lado. La reacción de los canes fue sentarse, permanecer inmóviles y ladrar a la vez.

El responsable de la Sección Canina de la Policía Municipal, el sargento Rafael de la Gándara, ha explicado a este diario que, aunque ha investigado y buscado en distintas fuentes, él no tiene conocimiento de que otro cuerpo policial, tanto en España como en el resto del mundo, haya perfeccionado esta técnica, tal y como la ponen en práctica los perros y los agentes de la policía madrileña.

“La dificultad de esta doble especialidad”, añade, “es que el perro sepa distinguir entre los diferentes tipos de olores y se comporte de una u otra forma, ya sea sentándose o ladrando, para advertir al guía de la presencia de explosivos o de personas que necesitan ser rescatadas. Nos costó mucho el proceso de entrenamiento, fue muy laborioso, pero al final tanto Drake como Black han dado una respuesta altamente satisfactoria”.

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El sargento De la Gándara acaricia a “Black” - M.T

De la Gándara insiste en las ventajas de la doble especialización porque ofrece una mayor eficacia en el servicio ya que el mismo perro es capaz de trabajar en dos disciplinas distintas. Por ejemplo, en caso de acciones terroristas, el perro podría marcar la existencia de personas heridas y, al mismo tiempo, advertir de que podría haber otros explosivos en la zona aún sin detonar.

MÁS COMODIDADES

En los últimos meses, las instalaciones de la Sección Canina de la Policía Municipal han sido reformadas para dotarlas de más comodidades y aumentar el bienestar tanto de los animales como de los guías caninos.

Las tareas de mejora han incluido el techado de los patios exteriores de los cheniles (los habitáculos donde duermen los perros), para que puedan tener zonas de sombra en el verano y estén protegidos del frío en el invierno.

Además, se han compartimentado los bloques de este espacio de manera que les quede una zona verde para juego. También se han instalado nuevas puertas y se ha cambiado toda la cerrajería para permitir un mejor control de los animales y una mayor seguridad para ellos.

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El responsable de la Sección Canina (en el centro de la imagen), junto a otros dos guías y el perro “Drake” - M.T

Por otra parte, se han instalado camas calefactables y se ha mejorado en general la climatización de las perreras con un sistema que reduce el consumo energético en más de un 80 por ciento. Finalmente, se ha construido una clínica veterinaria para un perfecto cuidado de los animales, así como un centro de baño y cuidados higiénicos.

Quizás lo más llamativo de todo ha sido la incorporación de un sistema de audio para la práctica de la musicoterapia, una técnica denominada “Efecto Mozart”, que consiste en poner a los animales varias veces a lo largo del día música clásica, siempre en función de los servicios que tengan y con el fin de proporcionarles un mejor descanso y relajación.

De la Gándara ha señalado que, en este sentido, han hecho varias pruebas con distintos tipos de música y han comprobado que la clásica y el jazz consiguen un mayor grado de relajación entre los animales, al contrario de lo que ocurre cuando en alguna ocasión les han puesto música de rock o heavy metal.

La Sección Canina de Policía Municipal se creó en 1983 y en la actualidad cuenta con 22 perros, todos ellos calificados como “detectores”, y especializados en la localización de explosivos, estupefacientes, rescate o Billetes de Curso Legal (BCL).
Un total de 48 agentes se encargan de atender el servicio y de trabajar con los pastores alemanes, pastores belgas malinois, cockers, springer spaniel, labradores, border collies y mestizos que componen la sección canina.

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