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EEUU multa a un joven internauta de Zaragoza por simular un ataque terrorista

El joven de 18 años que no tiene "ninguna relación con el yihadismo" lanzó amenazas terroristas en internet en plan de broma. Está  en libertad provisional pero imputado y pendiente de juicio en la Audiencia Nacional.

Policía estadounidense /REUTERS

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A veces las bromas pueden salir caras, también económicamente caras. El diario ABC informa esta mañana de que un joven de 18 años residente en el municipio de San Mateo de Gállego (Zaragoza) y que responde a las iniciales L.E.P.B, decidió hacerse el gracioso en internet simulando ser un terrorista islámico y amenazando con atentar en Miami (Estados Unidos).

De momento, el joven está imputado y pendiente de juicio en la Audiencia Nacional, lo que, maldita la gracia, ya es grave de por sí. Pero la cosa no acaba ahí: Estados Unidos quiere que pague el coste del dispositivo de seguridad que puso en marcha para investigar y hacer frente a aquella amenaza: las autoridades estadounidenses echan cuentas y ya preparan la "factura". A L.E.P.B le llegará y se incluirá en el proceso judicial.

El joven tiene 18 años y no tiene ninguna relación con el yihadismo. En mayo comenzó a gastar una broma a los servicios antiterroristas estadounidenses, lanzando amenazas terroristas por la web. Estos servicios no tardaron en rastrear el origen de esos falsos mensajes difundidos desde el pueblo zaragozano, San Mateo de Gállego. Los investigadores estadounidenses se lo comunicaron de inmediato a las fuerzas de seguridad españolas, que completaron la investigación sobre el terreno.

Fuentes policiales han confirmado que las autoridades estadounidenses ya les han comunicado que están calculando el coste de todo el dispositivo de seguridad y que piensan cobrárselo al joven aprovechando la causa penal abierta contra él. La cifra se desconoce, pero esas mismas fuentes afirman que será cuantiosa, a tenor de los recursos policiales y dispositivos preventivos que se desplegaron.

L.E.P.B. quiso llevar su broma hasta el final y no escatimó en la puesta en escena: se fotografió con su rostro cubierto con un pañuelo mientras exhibía un papel con signos árabes y acompañado de una réplica de fusil Kalashnikov que las fuerzas de seguridad hallaron cuando registraron su domicilio, días atrás.

Sus proclamas anunciaban un ataque yihadista contra las playas de Miami. Los servicios antiterroristas estadounidenses activaron el protocolo de rastreo para dar con el autor y confirmar o descartar la amenaza. Al final se descartó, pero el joven queda de un juicio en la Audiencia Nacional. 

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