Cargando...

Cristina Fallarás: "La ultraderecha española está en el Gobierno, pero nadie se atreve a decirlo"

La incombustible periodista, que narró su propio desahucio en el libro 'A la puta calle', acaba de ser nombrada directora de 'Diario 16' tras pasar por un sinfín de redacciones.

Publicidad

La periodista y escritora Cristina Fallarás, en su casa de Madrid. / REPORTAJE GRÁFICO: JAIRO VARGAS

Actualizado:


Cristina Fallarás (Zaragoza, 1968) es un torrente de palabras que fluyen a través de un tupido paisaje poblado de gestos. Periodista incombustible, acaba de ser nombrada directora de Diario 16 después de pisar la moqueta de un sinfín de redacciones y de sacudirse el frío en la cola del paro. Practica la novela negra, aunque su último libro, A la puta calle, es la crónica de un desahucio en primera persona. Tiene dos hijos: Lucas, que guarda silencio pasillo adentro, y Pepa, que acaba de llegar a casa tras salir del cole.

Publicidad

La periodista y escritora Cristina Fallarás. / JAIRO VARGAS

Las CUP.

Click to enlarge
A fallback.

¿Le sorprende que algunos charnegos y sus hijos se hayan subido al carro?

Eso roza la idea de culpa. A veces, me pregunto: “¿Cómo modificar esta sociedad podrida?”. Creo que sólo es posible desde lo local. Son muy interesantes los planteamientos de las alcaldesas de Barcelona, Ada Colau, y de París, Anne Hidalgo. Aunque todo esto viene de Pasqual Maragall, que aspiraba a la subsidiariedad en política: “Dame las mayores competencias posibles y yo construiré una sociedad mejor”. Eso me interesa, pero cuando identificas lo territorial con lo identitario, viene algo que relaciono con la raza. O, si lo prefieres, con la casta o la secta.

La periodista y escritora Cristina Fallarás. / JAIRO VARGAS

En ese sentido, ¿quién le parece el más wagneriano?

Pujol. Es que todos son Pujol… Su modificación de lo cultural cambia la sociedad. Es decir, en Cataluña lo cultural pasa en muy pocos años de ser cosmopolita a identitario, o sea, de progresista a conservador. Y toda esa construcción pujolista se basa en la educación y en los medios de comunicación. Por un lado, él vende un cambio educativo basado en la lengua, pero es falso, porque está basado en los contenidos. Por otro, toma los medios e impone unas cuotas de identidad. Luego la identidad se elimina del mensaje pujolista. De hecho, cuando es presidente de la Generalitat, su mujer, Marta Ferrusola, no tiene ningún problema en decir que los que vienen de fuera nos van a quitar nuestra religión y cultura.

Publicidad

Con este material, tendrá pendiente escribir Asesinato en la ANC.

[Risas] El personaje de Forcadell no merece una novela, sino una trilogía.

La periodista y escritora Cristina Fallarás. / JAIRO VARGAS

De la novela negra a A la puta calle.

Nos queda por construir el relato negro del desahucio. La novela negra tiene que mezclar la corrupción, la destrucción y la violencia; y, por lo tanto, la muerte. El personaje del detective, que tenemos tan asumido, aparece en los años veinte y treinta en Estados Unidos, cuando la policía forma parte de la corrupción y quien quiere denunciarla literariamente se ve obligado a crear un personaje que ya no puede ser un agente, porque está comprado por la mafia.

Publicidad

¿Cree que todo esto cogió a los escritores con el pie cambiado, hablando de la guerra civil y de otras historias?

La periodista y escritora Cristina Fallarás. / JAIRO VARGAS

¿Qué autores nacionales vencerán el paso del tiempo?

Ni uno solo. Estamos consumiendo estulticia. Es el pensamiento nada. ¿Dónde están los grandes pensadores que durante el tardofranquismo llevaron un mensaje radical de izquierdas? ¿Dónde están los Arrabal, García Calvo, Aranguren, Sánchez Ferlosio…? Yo ahora no soy comunista, sino roja, pero mirá adónde nos ha llevado la socialdemocracia. Nos vendieron que Tierno Galván era muy moderno y gracioso cuando decía aquello de “el que no esté colocado, que se coloque”. Pues me cago en sus putos muertos, porque se colocaron todos y se murieron, y eso es lo contrario de la lucha política. El grupo Prisa ha sido la constructora de la destrucción que supuso la transición española, dejando de lado el discurso complejo y pop-ularizándolo [sic] todo. Déjate del PSOE: quién culpa a los socialistas no tiene ni idea de qué es una creación del relato.

Publicidad

Usted fue una desahuciada atípica.

No. Fui atípica porque lo conté, no porque me sucediera. La mayoría de mis amigos periodistas, a sus cincuenta años y con hijos, vuelve a vivir en casa de sus padres, pero ninguno lo ha contado. Desde 2008, en España han despedido a miles de periodistas y nadie ha salido a la calle a protestar porque somos una profesión obediente, gregaria y triste. Y al quedarse sin nada, es imposible que pudiesen pagar el piso y la comida. Yo, en cambio, lo conté. No fui una excepción, sino que el resto se calló. Fui una desahuciada atípica sólo porque lo dije en voz alta. Me parecía una idiotez seguir acatando la idea de que los desahuciados eran gente del barrio más cochambroso de Carabanchel Bajo o de Villaverde, o un peruano que se había quedado sin casa. No es verdad, y hemos comprado ese mensaje, como tantas otras mentiras de los medios y de la comunicación política. Aunque no me preocupa que mientan los políticos, sino la prensa.

La periodista y escritora Cristina Fallarás. / JAIRO VARGAS

Fue despedida del diario ADN en su octavo mes de embarazo. Luego, el desahucio. Ingredientes suficientes para practicar el periodismo gonzo.

El periodismo gonzo provoca o interviene en la acción y lo narra, pero en mi caso no fue necesario. Yo no necesitaba construir, es simplemente periodismo testimonial. Decidí contarlo en primera persona, porque es una impostura hacerlo de otra manera. La teoría periodística que estipula que no se puede usar la primera persona es una idiotez del tamaño de Mariano Rajoy. Al contrario, considero que es muy sano hacerlo. El gran problema de los medios de comunicación son la mentira y el periodismo de declaraciones: no narrar lo que sucede, sino lo que dicen que sucede. Eso es servirle de altavoz a la mentira política. Sin embargo, la pobreza es el centro de toda la política que vamos a vivir, y que será aterradora.

Publicidad

La periodista y escritora Cristina Fallarás. / JAIRO VARGAS

Cuando se quedó en paro y llamó a sus contactos para pedir trabajo, ¿la gente respondió?

Nadie. Ni uno solo. Pero tampoco responden los amigos. Siendo gente culta, consideran que, dirigiéndose a ti en un momento de extrema necesidad, te humillan y te sitúan ante el espejo de lo que eres, por lo que prefieren evitártelo. No dudo que haya una buena voluntad en ello, pero al final no responde nadie.

La periodista y escritora Cristina Fallarás. / JAIRO VARGAS

En 2016 todavía sigue siendo noticiable el nombramiento de una mujer como directora de un medio en España.

Publicidad

Fue la primera mujer que recibió el premio Hammett de la Semana Negra de Gijón. ¿Machismo de género (negro) o, simplemente, una manifestación más del machismo imperante en nuestra sociedad?

Hay quien considera la novela negra un género menor, pese al goce que pueda provocar su lectura.

Publicidad

La periodista y escritora Cristina Fallarás. / JAIRO VARGAS

Publicidad