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Entrevista a Marina Vargas "He vivido en primera persona una realidad irrefutable: y es la de que a las mujeres se nos cuestiona siempre por todo"

Entrevista a Marina Vargas tras la sentencia en la que el juez además de dar credibilidad a la versión de la artista por la agresión de Fernando Francés, exdirector del Centro Contemporáneo (CAC) de Málaga, quien la abofeteó y abroncó en público durante una exposición en la Feria de Arte de Santander de 2018, ve "lamentable la pérdida o extravío de la denuncia en la comisaría de Santander por plazo de un año". Motivo que impidió que la sala pudiera contar con imágenes de lo sucedido ya que estas solo se guardan por un plazo de diez días.

La artista Marina Vargas | Nina Turudic

Después de sentirse arrasada por una tormenta que ha durado cerca de dos años la artista Marina Vargas pisa por fin el territorio "de la calma y la paz más absoluta". La sentencia emitida desde el Juzgado de Instrucción número 4 de Santander, la ha vuelto a hacer sonreír.  

Y es que la granadina, tras denunciar la agresión sufrida por parte de "alguien con mucho poder" como Fernando Francés, exdirector del Centro Contemporáneo (CAC) de Málaga, de ser señalada y cuestionada socialmente "por denuncia falsa" -ya que el documento presentado en Madrid se traspapeló durante un año en algún lugar de Santander-, y de esperar fecha para la vista, siente que necesitaba este juicio como el respirar. "Ha sido una lucha desde que denuncié hasta el día de hoy. Siento que he hecho todo lo que tenía que hacer. También es un triunfo por si esto sirve para que esta persona se lo piense dos veces a la hora de amedrentar a otra mujer. Mi sentencia es por la dignidad de todas". 

La sentencia, a pesar de absolver a Francés de la agresión por falta de pruebas, no puede ser más tajante. "No hay elementos de juicio que permitan pensar en una fabulación de la denunciante, que señala desde el primer momento, desde la interposición de la denuncia, que existen cámaras de seguridad que pudieran haber grabado los hechos, lo que no es congruente con la presentación de una denuncia falsa, pues en tal caso lo que se procura es construir una versión falaz de los mismos, para lo cual los elementos corroboradores se los suele fabricar el propio denunciante, sin señalar nunca un elemento tecnológico que le puede dejar en evidencia", tal y como establece el juez en la misma.

Sentar en el banquillo al victimario

El doloroso y largo camino que la artista granadina ha tenido que hacer durante todo este tiempo lo da por bien empleado. "Ver sentado a Francés en el banquillo ha sido muy satisfactorio porque significa que no hay nadie intumbable. Llegar hasta aquí ha sido una travesía muy larga que comenzó desde el mismo momento en el que interpuse la denuncia, algo que es muy duro, y siguió con el hecho de hacerla pública y sentirme juzgada porque esta no aparecía; razón que me impidió pedir las imágenes en las que se habría visto la agresión. Cuando interpones una denuncia hay varios juicios a la vez y solo tú sabes cómo duele la herida que te ha hecho la experiencia más la que te provoca la duda de los demás. Cuando hay una duda sobre alguien herido es una doble agresión y la herida se abre más", reconoce a Publico

Captura de la denuncia de Marina Vargas en Facebook.

Captura de la denuncia de Marina Vargas en Facebook.

Ante tal panorama Marina Vargas reconoce que ha resistido a todo ello como ha podido. "He sobrevivido a este calvario levantado mi herida como una bandera. Algo que a la gente le ha sorprendido mucho porque piensa que cuando tienes una herida, hay que taparla. Y esto va de todo lo contrario. Si no es así ¿Cómo vamos a visibilizar las agresiones y a los personajes que abusan del poder y que son públicos y muy reconocidos? Lo que he hecho es hablarlo todo desde la herida y eso mismo me ha hecho más fuerte", puntualiza.  

Además, la artista reconoce que todo el proceso le ha hecho conocer "lo que significa y duele" sentirse disociada. "Durante todo el tiempo me salía el instinto de protección y de decirme que no pasaba nada. Me disociaba. Sin embargo, al entrar en casa sentía que pasaba todo. Pasaba que la gente me miraba y sonreía con esa sonrisa que venía a decir que me había inventado todo. Tenía ese rumrum que hasta me decía que tenía que irme del país. Necesitaba el juicio para poder respirar, para liberarme. Era un juicio personal, social y público. Cuando una persona tiene una verdad si no terminas con todo te la mutilan. Mi verdad no ha sido mutilada, ha sido una liberación. Una gran victoria", reconoce con la voz llena de fuerza. 

Cerrar un ciclo para abrirse a la vida

Tras todo lo caminado Vargas siente que ha transitado un viaje que "ha sido como dar la vuelta al mundo sin moverme de dónde estaba" y que ahora es momento de seguir adelante. "Se cierra un ciclo y ahora renacida se abre otro. Ahora me veo plantada en la tierra, segura y agradecida. Soy muy consciente del lugar donde estoy y de lo que quería y se lo que estoy dispuesta a hacer. Voy a dar valor con toda la calma que he recogido, a seguir comprometida con el feminismo y vincularlo aún más a mi obra", sonríe mientras responde con orgullo. 

'Máscaras', expuesto recientemente en El Centro de Arte de Alcobendas obra de Estefanía Martin Sáenz.

'Máscaras', expuesto recientemente en El Centro de Arte de Alcobendas obra de Estefanía Martin Sáenz.

Un final feliz que reconoce ha sido posible gracias a la gran aliada que ha tenido en todo el camino. Su abogada Luisa Estévez. "Sin ella nada de esto habría sido posible. Ella me ha entendido, me ha cuidado, me ha regalado sonrisas y me ha dado toda la fuerza. Incluso me entendía con la mirada. No hacía falta que le dijera nada. 

Su profesionalidad, acompañándome al banquillo a sabiendas de que lo más probable era que desestimaran todo, dice la clase de persona que es. Yo me siento en deuda con ella porque me ha acompañado en todo el proceso por un único motivo. Por la dignidad. Ella cuando caminaba por la vida con la cabeza agachada me ha hecho levantarla. Ha hecho que ambas nos moviéramos con una herida por bandera y volver con esta bandera por lo más alto", reflexiona. 

Camino que la propia letrada Luisa Estévez define con la sentencia en la mano de "pura satisfacción" ya que su misión "ha sido reponer la dignidad de una víctima que durante un año ha sido objeto de todo tipo de críticas", reconoce a este diario. "El señor Francés afirmó primero que no existía la denuncia, cosa que no era cierta, y después que esta era falsa. La denuncia se extravió más de un año. Esto al juez le resulta incómodo ya que por dicha pérdida no se pudieron tener las imágenes en las que se habría podido comprobar todo", explica.

El juez acredita que no hay denuncia falsa

Estévez además lanza un mensaje a quien se ha tenido que sentar en el banquillo como acusado. "Entiendo que esté molesto e incómodo pero los fundamentos jurídicos dejan claro que no es una denuncia falsa. El juez ha estipulado que el testimonio de Marina, pese a no poder contar con esas imágenes, es veraz y contundente. También se le ha desestimado la petición de proceder contra denuncia falsa. Si continúa dando esta versión vamos a proceder a dar los pasos necesarios porque está dando lugar a un proceso judicial por falso testimonio. Algo que es delictivo. Está imputando a mi defendida en un delito que es ilícito penal. Entiendo que está acorralado pero está calumniando", comenta.

"Entiendo que esté molesto e incómodo pero los fundamentos jurídicos dejan claro que no es una denuncia falsa"

Así mismo la abogada de la artista alerta al exdirector del Centro Contemporáneo (CAC) de Málaga a que en su pataleta deje de utilizar el caso para decir que con ejemplos como el suyo se hace flaco a las mujeres que son víctimas de violencia machista. "Es otro error por su parte. Sería mejor que hablara con su abogado para que le alertara de lo que le puede suceder si continua con ese tipo de declaraciones y que pasara página. De lo contrario una vez más nos vamos a defender. Cuando un juez sienta a un señor en un banquillo es porque no hay denuncia falsa. Lleva un año haciendo comentarios en contra del feminismo. ¿Por qué no presentó denuncia por denuncia falsa como el mismo juez le preguntó en el juicio y contestó que no lo hizo? ¿Lo va a hacer ahora cuando el juez ha dicho que ha ocurrido? Lo importante es que le denuncia existió y que ha quedado acreditado la veracidad. La dignidad de una víctima está por encima de todo", destaca Luisa Estévez.  

De hecho, tal y como Público ha podido corroborar en la sentencia el magistrado impide a Francés interponer una denuncia contra Vargas por manchar su honor. "La declaración plenaria de Marina Vargas es, además, prolija en detalles que alguien que miente no suele manifestar, como, por ejemplo, que habla del incidente en la cena posterior, con el riesgo de que los testigos luego la puedan desmentir, como aquí ha ocurrido", se lee. 

Mensaje a los que han dudado de la artista

Ahora con la paz que Marina Vargas respira y vive lanza un mensaje a todas las personas que no la han creído y en especial a todas aquellas que hacen mero postureo como feministas. "A todas estas personas les diría que se miren en un espejo. Cuestionarme me ha hecho sentirme al límite. He vivido en primera persona una realidad irrefutable: y es la de que a las mujeres se nos cuestiona siempre por todo. Y en ese espejo dejo un hueco muy especial a esas mujeres a las que se les rompe la garganta con el feminismo y no me han creído", matiza. "Casi siempre en los abusos de poder la única prueba que existe es la víctima, pero esta acaba siendo también la prueba más poderosa". 

Ahora, roto el silencio para siempre, la granadina tiene claro que su camino como feminista, de la de verdad, ni puede ni quiere abandonarlo. "Son muchas las mujeres que dentro del arte temen decir son feministas. Siento que en el futuro va a ver una transformación. A mí me han desviado del camino con una bofetada, con un golpe y una humillación, pero hay artistas a las que se les hace de otra manera: por la edad, por dejar de ser emergente… El sistema también golpea. Yo voy a luchar por ellas. Por las que no se atreven a alzar la voz y por las que lo hacen. Si nos lo hacen a una, nos lo hacen a todas", finaliza.

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