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Julen Las historias de los mineros que participaron en el rescate de Julen en Totalán

Uno de los mineros de la Brigada de Salvamento Minero que ha viajado desde Asturias para colaborar en el rescate del niño vio como su padre, junto a otros 13 compañeros, moría en un accidente en un pozo de Mieres. 

El equipo de bomberos efectúa investigaciones en el lugar de los hechos./EFE

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Uno de los ocho mineros que ha participado en el rescate de Julen en Totalán, es hijo de un minero fallecido hace 23 años en otro accidente minero. Fue en el pozo de Nicolasa, en Mieres, y se llevó por delante a 14 trabajadores. 

Así lo relata el periodista Sergio C. Fanjul a través de su perfil de Facebook, en un reconocimiento a los mineros y a su identidad. 

"Hace 23 años en el pozo Nicolasa, en Mieres (el único que sigue abierto en Asturias), se produjo uno de los peores accidentes de la historia de la minería: una explosión de grisú, a las 3.15 de la madrugada y a 400 metros de profundidad, se llevó por delante la vida de 14 mineros.

"La Brigada de Salvamento Minero tuvo que actuar entonces para sacar los cuerpos y, curiosamente, el hijo de uno de aquellos muertos es uno de los brigadistas que ahora cavan en Totalán. Este hombre quiso unirse a la Brigada cuando aún era un niño y su padre murió en las fauces de Nicolasa. Como se ha repetido por ahí, ningún minero, aún muerto, se queda en la mina", cuenta el periodista en su muro de Facebook. 

Los vínculos entre la minería

Con este texto, Fanjul reflexiona además sobre el concepto de identidad, que genera vínculos muy fuertes en la minería pero que está en crisis en el resto del mundo. 

"La mina es un ambiente durísimo y el trabajo de los mineros depende profundamente de los compañeros. Si uno falla en la cadena de trabajo las cosas pueden no salir bien o acabar en tragedia. si alguno se accidenta está en manos de los demás, ahí abajo, en la oscuridad de las entrañas de la tierra esa solidaridad nacida de las particularidades del trabajo subterráneo se ha traducido históricamente en una filiación sindical superior al 90% (aunque luego los sindicatos no estuvieran a la altura para salvar las cuencas) y una fuerza inusitada para reivindicar sus derechos, a veces mediante huelgas y hasta revoluciones. La solidaridad minera, además, no entiende de fronteras, porque es igual un minero de Asturias, que uno de León, que uno de Reino Unido". 

"Los mineros le molan a la gente contemporánea por esa nobleza y abnegación como de otro tiempo, es como si hubiera nostalgia de esa solidaridad a hierro que estos tiempos salvajes, llenos de plumillas y diseñadores, de uberización del trabajo, de MacDonalización de la economía, de MrWonderfulización de la sociedad, van disolviendo hasta el punto de destruir su encarnación más suprema: la minería", dice Fanjul. 

La Brigada de Salvamento Minero se aleja de heroísmos

Los miembros de la Brigada de Salvamento Minero desplazada desde Asturias a Totalán para rescatar al pequeño Julen aseguran que no son héroes, son solo hombres que forman parte de un equipo en el que está la Guardia Civil y los bomberos.

"El trabajo de la mina es peligroso, pero llevan mucho tiempo haciéndolo y lo hacen con todas las medidas de seguridad. Hay accidentes a veces y trabajan con riesgo, pero procuran que no haya peligro", ha afirmado López-Escobar, delegado del Colegio de Ingenieros de Minas del Sur en Málaga. 

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