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La ley del aborto y la trans siguen adelante después de que el Congreso rechazara los vetos a la totalidad de PP y Vox

Todos los demás grupos parlamentarios votaron en contra de devolver las leyes al Gobierno. El PSOE anunció la posibilidad de "mejorar" la ley trans en el proceso de enmiendas.

Mar Cambrollé
Representante de organizaciones trans y LGTBI presenten como público en el Congreso, celebran el rechazo de las enmiendas a la totalidad de PP y Vox a la ley trans. Chema Moya / EFE

El Congreso de los Diputados protagonizó este jueves un falso debate sobre dos de las leyes estrella del Ministerio de Igualdad. No se trataba de debatir en profundidad las normas, que se encuentran en estos momentos en trámite en la Comisión de Igualdad del Congreso, sino de aprobar o rechazar sendas enmiendas del Partido Popular y de Vox a ambas iniciativas. En algunos momentos el intercambio de declaraciones de los distintos portavoces parlamentarios fue bronco. Ningún partido, excepto los de la derecha y la extrema derecha compartían las enmiendas ni los puntos de vista de las formaciones que los presentaban. De haber prosperado las enmiendas, las leyes habrían sido devueltas al Gobierno y finalizado su trámite en el Parlamento, hasta que se hubiera presentado otros textos.

No fue el caso en ninguna de las dos. Las votaciones en el Congreso sólo recogieron el sí de los dos grupos promotores de dichas enmiendas. Tampoco Ciudadanos las apoyó. En materia del proyecto que pretende modificar la ley del aborto, la organización naranja había presentado su propio veto a la totalidad,  con un texto alternativo. Quería que la reforma propuesta por el Gobierno en materia de salud sexual y reproductiva y de interrupción voluntaria del embarazo, eliminara de su articulado el texto que considera los vientres de alquiler como una violencia hacia las mujeres. Ciudadanos aboga por regular esta práctica, que considera un derecho y una "técnica de reproducción asistida". En la votación se quedaron solos. 

El PSOE afirma que la ley trans es mejorable

No ha habido fisuras en el bloque de la izquierda y en los partidos que apoyaron la investidura del Gobierno. Todos los grupos rechazaron de plano las enmiendas presentadas y apoyaron la continuación de la ley, aunque no sin algunas críticas o incomodidades en la forma en la que esta norma se está tramitando. Entre ellas el hecho de que ambas leyes estén siendo tramitadas de urgencia, lo que acorta los plazos a la mitad e impide un debate más amplio y la posibilidad de que participen en él externos y organizaciones de la sociedad civil.

Por su parte, la diputada socialista, Raquel Pedraja, quien defendió la ley por parte el PSOE, también apuntó que la norma es "mejorable" y que la ley comienza el trámite parlamentario con "vocación de mejora" para que "la que salga del Parlamento sea garantista".

Pedraja no ha explicado en qué términos tendrá que ser mejorada la ley, pero ha abierto la puerta a enmiendas por parte del Grupos Socialista en el Congreso. El PSOE mantiene una lucha interna desde que el Ministerio de Igualdad comenzó su tramitación de la ley trans, lo que ha generado algunas de las desavenencias y encontronazos más fuertes entre los socios del Gobierno de coalición y dentro del propio partido Socialista. Hace unos pocos días, algunos cargos de peso como Carmen Calvo (que en la actualidad preside la comisión que debate la ley), manifestaban su incomodidad con la norma. Uno de los puntos de mayor fricción es el de la autodeterminación del sexo registral, que según el texto propuesto no precisará de más requisitos que la voluntad de las personas trans, sin la necesidad de hormonación ni informes médicos. La ley actual de 2007 exige dos años de hormonación y un informe médico de disforia de género antes de poder cambiar el sexo en el registro. También incomoda que la nueva norma pretende introducir en la ley contra la violencia de género de 2004 algunos cambios, que según algunas feministas ligadas al PSOE "borra a las mujeres".

Durante la defensa de la enmienda a la totalidad, la representante del Partido Popular, María Jesús Moro, ha denunciado que este proyecto de ley "nos catapulta al retroceso de libertades" y ha criticado que confunda la despatologización de las personas trans con la falta de asesoramiento médico y psicológico.

"Este proyecto no es el camino y no es el PP el único que lo piensa, muchas feministas de izquierdas y socialistas claman porque se pierda el camino que tanto costó conquistar", ha advertido Moro, que se ha dirigido a la bancada socialista para "solidarizarse" con las "feministas de izquierdas" a las que "quieren purgar".

Por su parte, la diputada de Vox Carla Toscano (que vestía una camiseta con el texto 'Biology is real') ha criticado duramente el proyecto de ley y ha alertado de que "legislar en función de deseos o autopercepciones degenera en fraudes" que ha augurado que se verán en el mundo del deporte.

En muchos aspectos, tanto el Partido Popular, como Vox, coinciden en sus demandas con una parte del feminismo que pide modificar ampliamente la ley. De hecho, al mismo tiempo que comenzaban las deliberaciones de las enmiendas de esta ley en el pleno del Congreso, representantes de la Alianza Contra el Borrado de las Mujeres (formado por organizaciones feministas cercanas a una línea del PSOE) mantuvieron una reunión con el líder de los populares, Alberto Feijóo para presentarle sus posturas y enmiendas y recabar apoyos contra la ley trans. 

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