Este artículo se publicó hace 2 años.
Madrid incumple su promesa de ampliar el número de trenes y reduce el 10% del servicio de Metro
Debido al aumento generalizado de los precios de la energía, Metro de Madrid ha decidido reducir su frecuencia. Mientras, continúan las protestas por la exposición de los trabajadores al amianto y sus riesgos.
Madrid-Actualizado a
La Comunidad de Madrid ha decidido retirar el 10% de los trenes que componen el servicio de Metro a raíz de la escalada del precio de la luz de los últimos meses. En hora punta circularán un total de 311 trenes, frente a los 324 de antes de la crisis energética, es decir, un 4% menos. El Gobierno autonómico tiene la oportunidad de negociar una tarifa fija pero, en vez de esto, ha decidido reducir el servicio público de transporte.
De esta forma, con el argumento de que debe aminorar el gasto por el aumento generalizado de los precios, Metro de Madrid ha decidido reducir su frecuencia. Una medida que alimentará las quejas de los usuarios, que ya anteriormente lamentaban las esperas y las aglomeraciones en los andenes. El consejero de Transportes e Infraestructuras, David Pérez, ya venía advirtiendo de la situación y la gravedad del asunto desde marzo. Sin embargo, el Gobierno regional no ha tomado ninguna medida hasta que la tesitura ha sido insostenible.
Pérez ha exigido en reiteradas ocasiones que el Ejecutivo central despliegue un fondo compensatorio para poder hacer frente al aumento de la luz en los suburbanos y poder mantener "un transporte público de calidad". El consejero asegura que la Comunidad está como el resto de españoles, "ahogados por la inflación".
Madrid se niega a pagar una tarifa fija
El enfrentamiento entre Isabel Díaz Ayuso y el Gobierno de Pedro Sánchez no es ninguna novedad. Desde que empezó su legislatura, las políticas de la presidenta de la Comunidad de Madrid han consistido en un pulso constante al presidente. Esta ocasión no ha sido diferente. Así, a pesar de que la compañía de subterráneos no está obligada a depender exclusivamente del precio diario que marca la volatilidad del mercado y tiene la posibilidad de negociar una tarifa fija que estabilice y de continuidad a un servicio tan importante para miles de trabajadores, Ayuso ha decidido no hacerlo.
Los contratos correspondientes al suministro de energía para el Metro establecen "una fórmula de indexación al precio del mercado diario, con posibilidad de fijación de fracciones porcentuales de volúmenes de energía a precio fijo referenciada al mercado de futuros, que pueden ejecutarse de forma parcial y en diferentes momentos (siempre por iniciativa de Metro)". Estar subordinado a la inestabilidad del mercado abierto supone exponerse a crecidas desmesuradas como las de estos meses, cuando el precio del megavatio hora ha variado desde 80 euros a 500, y poner en peligro el servicio público de transportes.
Nuevas protestas en el Metro
Esta decisión se ha tomado en un contexto en el que los sindicatos han vuelto a convocar un día de paros parciales como protesta por la exposición de los trabajadores del metro al amianto y sus riesgos para que, de esta forma, se reconozca como enfermedad profesional.
Las organizaciones sindicales Unión General de Trabajadores (UGT), Comisiones Obreras (CCOO), Sindicato Libre de Metro de Madrid (SLMM), Solidaridad Obrera, Sindicato del Colectivo Maquinistas de Metro (SCMM) y Sindicato de Técnicos de Metro de Madrid (STMM) han sido los convocantes de la huelga.
Los colectivos han criticado en un comunicado recogido por Europa Press que la dirección de la red de ferrocarril continúe buscando "justificaciones y argucias jurídicas para demorar, lo máximo posible, los juicios" pendientes con respecto a los empleados afectados y afirman que ante esto aumentarán las movilizaciones.
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