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Sanidad en la España vaciada: menos profesionales y listas de espera más largas

'Público' aborda en este reportaje los casos de Soria, Jaén y Teruel, provincias con problemas de despoblación donde se lamentan de las carencias de su atención sanitaria y de la falta de incentivos para atraer a más personal médico.

Protesta del MAR en Teruel
Protesta del MAR de Teruel. — Cedida por el Movimiento Acción Rural de Teruel

Los territorios donde la carcoma de la despoblación avanza sin cesar están sufriendo en mayor medida el deterioro de la sanidad pública que prestan las comunidades autónomas. La falta de profesionales y de recursos sanitarios para cubrir las necesidades de poblaciones dispersas, mal comunicadas y envejecidas no hacen más que alentar la huida a lugares con más y mejores servicios. Los casos de Soria, Jaén y Teruel que se analizan en este reportaje son una muestra de lo que está pasando en esa parte de España muy extensa, pero cada día más menguante.

Lo que se denomina España vaciada, despoblada, está formada por las provincias que tienen una tasa de crecimiento demográfico negativo durante un largo periodo de tiempo y cuentan con una densidad de población inferior a la media nacional. Según el estudio de la fundación Funcas La despoblación de la España interiorpublicado en 2021, en esa situación se encuentran las nueve provincias de Castilla y León; las tres de Aragón; cuatro de Castilla-La Mancha; las dos de Extremadura; Jaén y Córdoba en Andalucía; Lugo y Ourense en Galicia, y La Rioja. El fenómeno de la despoblación ha sido en algunos casos "devastador", con pérdidas de más de la mitad de la población y hasta de casi dos terceras partes en Teruel, Zamora o Soria, que las han dejado con densidades inferiores a los 12,5 habitantes por kilómetro cuadrado.

La salud es otro de los grandes determinantes para la pérdida de población en zonas rurales

La falta de expectativas laborales, las malas comunicaciones, la dispersión y el envejecimiento de la población han minado el desarrollo de esos territorios, que han ido perdiendo población de forma paulatina desde la mitad del pasado siglo. Y la salud es otro de los grandes determinantes de esa constante pérdida de habitantes. En el estudio El reto de reducir la desigualdad en el acceso a la salud en España, editado hace dos años por la compañía biofarmacéutica Bristol Myers, se advierte de que la dispersión territorial y la baja densidad de población "dificultan la prestación de servicios básicos de salud".

La población en España, según explica este estudio, se agrupa alrededor de grandes ciudades que actúan con una fuerza centrípeta que despuebla el mundo rural y lo deja sin servicios de todo tipo. Y al respecto cita un informe de 2018 del Consejo Económico y Social, en el que se señala que la "debilidad de la zona rural se basa en la escasez de servicios a la comunidad (sanidad, educación, cultura...) por razones de economía de escala, debidos a la baja densidad y al aislamiento", un déficit que repercute tanto en la atención primaria como en la hospitalaria, el seguimiento de enfermedades y en las urgencias.

Las listas de espera de Jaén, a la cabeza de Andalucía

Jaén es una de las provincias de la España que pierde población, pese a que forma parte de una comunidad, Andalucía, que sigue creciendo en número de habitantes, un 1,10% en los últimos cinco años. Jaén, en cambio, ha perdido un 3%, según los datos del Instituto Nacional de Estadística, y ahora tiene poco más de 627.000 habitantes. Y su complejo hospitalario más importante, el Universitario de la capital, registra una de las peores cifras de toda la comunidad en las listas de espera para intervenciones quirúrgicas y para consultas externas.

La estadística del Servicio Andaluz de Salud (SAS), que no se actualiza desde junio del año pasado, refleja que el hospital de referencia de Jaén acumula 33.832 pacientes con una demora de más de 60 días para su primera consulta externa y 28.671 derivados de atención primaria que aguardan a que los atiendan, con un retraso medio que llega a los 186 días, cifras que sólo superan los dos principales hospitales de Málaga, que dan cobertura a mucha más población y que, por contra, registran unas listas de espera mucho menores para intervenciones quirúrgicas.

El hospital de Jaén contaba en junio del año pasado con  casi 8.000 pacientes en lista de espera

Para operarse en el hospital de Jaén, había en junio del año pasado casi 8.000 pacientes en lista de espera, 1.851 de ellos en fuera de plazo con una demora de más de un año y un retraso medio estimado en 176 días. En 2019, año en el que el PP llegó al gobierno de la Junta de Andalucía, la lista de pacientes fuera de plazo para una intervención quirúrgica era un 116% inferior -854- y la demora media, de 22 días menos.

El alcance y la persistencia de estas demoras, y el gran número de quejas recibidas por esas anomalías en el servicio sanitario, han llevado al Defensor del Pueblo Andaluz a abrir una investigación sobre las listas de espera de los hospitales de Jaén y las medidas que se están tomando para garantizar la asistencia sanitaria en esa provincia. En la apertura de su procedimiento, la Defensoría señala que "la excesiva demora en la realización de intervenciones (600 días en patologías de suelo pélvico con demoras máximas de 1.371 días o 730 días para prótesis de rodilla, entre otras) no se corresponde con la obligación del sistema sanitario de garantizar no sólo el contenido de las prestaciones, sino también la forma de obtención de las mismas en lo referente a tiempo, calidad y accesibilidad".

El PSOE, que ha calificado de "gravísimo" el estancamiento de las operaciones en el hospital de Jaén y "dramáticas" las consecuencias para muchos pacientes, ha revelado uno de los casos que ha llegado al Defensor del Pueblo, el de un paciente que lleva más de un año con una sonda puesta a la espera de una operación de próstata que tenían que haberle hecho a los cuatro meses de su diagnóstico. "Esta familia ha tenido que irse a una clínica privada a gastarse 7.000 euros para no prolongar más la complicada situación del paciente, una vez que la Junta ha ignorado sus reclamaciones", ha denunciado esta formación política.

El Sindicato Médico de Jaén denuncia una creciente falta de profesionales sanitarios en un buen número de especialidades en el principal hospital de la provincia, y eso, advierte en declaraciones a Público, no hace más que engordar las listas de espera tanto en consultas externas como en intervenciones quirúrgicas. Ahora, según José Antonio Álvarez, portavoz de esta organización sindical en el área hospitalaria, han tenido que echar mano de especialistas en neurología y anestesia de Granada y de otros hospitales de la provincia jiennense que se desplazan varias veces por semana para reforzar una plantilla bastante diezmada.

El déficit de anestesistas es una de las principales causas del aumento de las listas de espera

La pérdida de anestesistas es una de las causas principales del cuello de botella que ha hecho aumentar las listas de espera. Antes eran unos 35 y ahora no llegan a 25. Y como consecuencia de ello, se ha cerrado un buen número de quirófanos y sólo se llevan a cabo las operaciones de emergencia, las que está en juego la vida del paciente. La propia dirección del hospital admite en su respuesta al Defensor del Pueblo que "existe un déficit crónico de facultativos de anestesiología y traumatología que conlleva que sólo se puedan realizar cirugías urgentes".

¿Pero por qué no hay suficientes profesionales sanitarios en Jaén, en un hospital con tecnología avanzada y de referencia? José Antonio Álvarez sostiene que faltan estímulos, incentivos para que resulte atractivo trabajar en esta capital de la Andalucía vaciada, para fidelizarlos. El escaso número de intervenciones quirúrgicas, por ejemplo, merma, a su entender, la capacidad profesional, la experiencia, el hábito de muchos especialistas que prefieren irse a otras provincias a buscar mejores oportunidades de trabajo para seguir creciendo en su carrera médica. Y luego, añade, está la falta de suficientes efectivos que causa una sobrecarga de trabajo y provoca un gran malestar, perjudica a la calidad del trabajo y dificulta también la conciliación familiar.

"Los profesionales están quemados de esta situación que se estira en el tiempo y no se arregla", subraya el portavoz del Sindicato Médico de Jaén, quien asegura que los datos de las listas de espera de junio del año pasado han empeorado en los últimos meses, una de las razones por las que aún no habrían sido publicados por la Junta.

El secretario de Sanidad de UGT en esta provincia andaluza, Manuel Medina, considera por su parte que se trata de un "mal endémico" del servicio público de salud en Jaén. "En los hospitales de Jaén se están formando a muchos profesionales que luego se van a trabajar a otros sitios", hartos de que les contraten sólo por unos pocos meses, de una incertidumbre laboral que dificulta su carrera, explica.

La solución, a juicio de Medina, sería fidelizar a estos profesionales con la puesta en marcha de una serie de medidas para que siguieran trabajando en Jaén y no necesitaran irse a otras provincias y comunidades, donde consiguen contratos "más golosos" con mucho mejores condiciones económicas y laborales.

Un 13% de la población de Soria espera consulta

Soria es la capital de la España vaciada, la que ha perdido más población, cerca de dos terceras partes en los últimos 70 años, tanta que, excluyendo a su capital, su densidad no llega ya ni a los 5 habitantes por kilómetro cuadrado, una de las más bajas de toda la Unión Europea. Y las listas de espera sanitarias de esta provincia son, como en el caso de Jaén, de las peores de su comunidad autónoma.

El tiempo medio de espera para la primera consulta externa en el complejo hospitalario de Soria es de 181 días

La última estadística del servicio de salud de Castilla y León, con datos del pasado 31 de diciembre, refleja que el tiempo medio de espera para la primera consulta externa en el complejo hospitalario de Soria es de 181 días, es decir, 86 días de retraso más que la media de toda la comunidad autónoma. En el centro soriano había a final de año 11.187 pacientes en espera para una primera consulta, una cifra que supone cerca del 13% de la población de esa provincia, formada por algo más de 89.000 habitantes. Si se hiciese una traslación de estos datos a otras provincias supondría, por ejemplo, que la lista de espera para la primera consulta externa en Madrid se acercaría al millón de habitantes, cuando está en la mitad -586-682 pacientes- según datos del pasado febrero, y que en Sevilla alcanzaría los 273.000, el doble de los que registran los tres grandes hospitales de la capital andaluza, según los datos de junio de 2022.

Y en las listas de espera quirúrgica tampoco sale muy bien parada Soria. Su complejo hospitalario registra el mayor tiempo de espera para una operación entre los pacientes que rechazan un centro alternativo, 333 días, una cifra sólo superada por el de Salamanca y que es 88 días superior a la media de espera de toda la comunidad autónoma.

La plataforma ciudadana Soria Ya, integrada en el movimiento social de la España Vaciada y que tiene representación política en las Cortes de Castilla y León, considera que los datos de las listas de espera de la sanidad son una consecuencia más del abandono que sufre su provincia.

"La sanidad es lo que más tienen en cuenta los ciudadanos a la hora de decidir quedarse a vivir en un sitio o en otro. Y esta pata aquí cojea muy claramente. Es, junto con los problemas de comunicación, el principal problema de la provincia de Soria. Cuando se han hecho estudios sobre despoblación en otras partes de Europa, como en el norte de Escocia, una de las principales conclusiones es que si no hay médico, la gente se va", explica el portavoz de Soria Ya en las Cortes de Castilla y León, Ángel Ceña.

La plataforma ciudadana Soria Ya estima que  faltan 50 profesionales en medicina y 150 en enfermería

Los problemas de la sanidad pública en Soria son, según esta plataforma, abundantes. De acuerdo con sus estimaciones, faltan 50 profesionales de la medicina y 150 de la enfermería para cubrir la demanda de esta provincia, y hay, además, una grave carencia en centros de referencia, lo que obliga a unos 10.000 desplazamientos anuales a otras provincias de pacientes que no pueden recibir en su entorno tratamientos como el de radioterapia. Para colmo, de las 15 plazas de MIR que se concedieron a Soria en 2022, 10 se quedaron vacantes, lo que la convirtió en la provincia española con un mayor número de plazas sin cubrir para la formación de nuevos médicos.

"Soria -señala Ángel Ceña- está absolutamente desplazada geográficamente del centro de Castilla y León y está rodeada por cuatro comunidades autónomas donde en tres de ellas los profesionales de la sanidad cobran bastante más que aquí, entre 600 y 1.000 euros más al mes. Por eso demandamos que haya una mejor política de retribuciones, de ayudas a la vivienda, de promoción profesional para que vengan a trabajar a la España vaciada. Hay que incentivar la permanencia y la llegada de profesionales".

Las carencias del "desierto demográfico" de Teruel

Teruel es el otro gran enclave de la España vaciada. Esta provincia, sin contar la capital, ha perdido más de la mitad de su población desde 1950 y su densidad es la segunda más baja de España, después de Soria, con 6,8 habitantes por kilómetro cuadrado. Y con ese contexto, el Movimiento Acción Rural (MAR) ha tenido que organizar ya más de un centenar de actos de protesta en los últimos tres años para exigir mejoras en la atención sanitaria de las comarcas más afectadas por la despoblación. Se han manifestado en todos los municipios, han ido a la capital de la provincia, a la de la comunidad, Zaragoza, y hasta a la de España, a concentrarse delante del Congreso de los Diputados para exigir un servicio de salud público digno y de calidad en un territorio que, aunque pierda población, existe.

MAR teruel
Protesta del Movimiento de Acción Rural de Teruel en defensa de los servicios de la sanidad pública. Cedida por el Movimiento de Acción Rural de Teruel

El Movimiento Acción Rural nació a raíz del cierre de la oficina de la Seguridad Social que había en el municipio de Montalbán. La cerraron porque se había jubilado la única funcionaria que trabajaba en ella. Pero los habitantes de esta localidad de la comarca de Cuencas Mineras se organizaron para exigir que la reabrieran. Y lo consiguieron. Y a partir de ahí empezaron a movilizarse para demandar más atención para los problemas de una comarca formada por 30 pueblos, que suman algo más de 8.000 habitantes, aunque la mayoría no pasa de los 100. Según un estudio del Observatorio de Población de Aragón, Cuencas Mineras es un "desierto demográfico" tal que, si fuera una provincia, ocuparía el puesto número 15 de las zonas más despobladas de toda la UE.

Luis Miguel Vela: "Es el tema más importante; si no hay salud, no hay nada"

Luis Miguel Vela, portavoz de esta plataforma ciudadana, tiene muy claro que la sanidad es un tema crucial en cualquier contexto, pero más en el de una despoblación tan severa como la que sufre su comarca. "Es el tema más importante; si no hay salud, no hay nada. Puedes tener más carreteras, más transportes, pero sin salud no hay nada", recalca.

Y el centro de salud de Utrillas, que da cobertura a una población de unas 6.000 personas en Cuencas Mineras, es de los que tienen menos personal en la provincia de Teruel, según Vela. Debería de contar con cinco médicos de atención continuada y no tiene ninguno, de modo que son los profesionales que se encargan de la atención primaria los que deben ocuparse también de la continuada y de las urgencias. "No dan abasto", asegura el portavoz de MAR, que precisa que esas plazas no se han cubierto porque quedaron vacantes en la última oferta de traslados que hizo la administración sanitaria aragonesa por la sencilla razón de que nadie quiso ir a trabajar a Utrillas.

Los servicios de urgencias, según Luis Miguel Vela, están así bajo mínimos: ahora sólo hay un médico por turno y si tiene que desplazarse a un pueblo en medio de una nevada, con unas carreteras en mal estado, pueden pasar horas hasta que vuelva y, mientras, sólo queda una enfermera en el centro de salud para atender las emergencias que surjan. Tampoco disponen de un pediatra de forma permanente: tienen a uno que se desplaza desde Calatayud o Teruel dos veces a la semana para atender a unos 600 niños. Y así casi todo.

"Es un problema estructural que no se arregla con dinero, sino con leyes, con medidas para dar facilidades, puntos en bolsa, incentivos que hagan más atractivas las plazas en estos pueblos, porque si no el resultado será que aquí habrá cada vez menos médicos. Hay que legislar, hay que hacer un pacto sanitario nacional, como se ha hecho en otros temas, porque la salud es importantísima para que estos pueblos no se queden vacíos y porque todos pagamos impuestos, también los que vivimos aquí", advierte el portavoz del Movimiento Acción Rural.

El centro de salud de Utrillas se encuentra situado a 80 kilómetros de Alcañiz y a 75 de Teruel, donde está el hospital más cercano, del que le separan además dos puertos de montaña de 1.400 metros que en invierno, con las nevadas, hacen el trayecto aún más complicado. Por esa simple razón, la plataforma ciudadana MAR considera que su centro de salud debería ser reforzado y disponer de más personal y recursos para garantizar la cobertura sanitaria a la población que atiende.

Protesta MAR Congreso
Protesta frente al Congreso de los Diputados del MAR de Teruel para exigir mejoras en la atención sanitaria en la comarca Cuencas Mineras. Cedida por el Movimiento de Acción Rural de Teruel

Un problema agravado por "la desidia"

La Federación de Asociaciones de Defensa de la Sanidad Pública apunta como los mayores problemas de la atención sanitaria en el entorno rural la dispersión y las carencias que arrastra la organización del sistema sanitario para adecuarlo a las necesidades de esos territorios, más si sufren despoblación. Su portavoz, Emilio Ramos, médico recién jubilado en Salamanca, pone el ejemplo de lo que ocurre en Castilla y León: por un lado, profesionales que sólo tienen que atender a 200 pacientes y que pierden pericia, capacidad profesional por la falta de carga de trabajo, y otros en municipios con más población que están al cargo de 1.500, 2.000 tarjetas sanitarias, sin tiempo para nada.

"No me atrevo a decir cuál está más desatendida, si la sanidad rural o la urbana, porque las dos están tremendamente desatendidas -dice Emilio Ramos- Lo que sí es cierto es que en la rural no va a tener tanto riesgo de privatización, porque es una ruina y los neoliberales saben que ahí no van a hacer negocio. En el medio rural la única posibilidad de ser cuidados y atendidos es desde el sistema público de salud".

A juicio del portavoz de las Asociaciones de Defensa de la Sanidad Pública, el mayor obstáculo con el que se topa ahora la sanidad pública rural es que se le ha acumulado una enorme tarea por culpa de la desidia que ha ido dejando sin tapar los agujeros que se iban abriendo, como los del tejado de una vieja casa abandonada, para afrontar la despoblación que ya se preveía en la planificación de la atención primaria que se hizo hace 25 años en el caso de Castilla y León.

"Los políticos no tienen interés en mejorar el sistema de sanidad pública. Hay una absoluta dejadez, y los profesionales están sobrecargados. La consecuencia en este caso será que con esta deficiente atención sanitaria seguirá aumentando la despoblación", avisa Ramos.

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