MÁLAGA.- Carmen Lagos llega con su pancarta amarilla de la PAH en la mano. La lleva plegadita en cuatro partes y un poquito arrugada, pero es su pancarta. La que la ha acompañado en mil batallas con la frase “Sí, se puede”, donde encontraba el anclaje y la fortaleza necesaria cuando las fuerzas flaqueaban ante los bancos.

Es la misma pancarta que fue retirada en Canal Sur la semana pasada, en La mañana con Ana. El programa estaba dedicado a los avalistas. Javier Fontalba, uno de los activistas de la PAH, recuerda cómo unos días antes el programa se puso en contacto con la plataforma. Buscaban una afectada y alguien de la PAH que diese su visión en contra.

Él mismo acompañó a Carmen al programa de Canal Sur. En realidad, no era la primera vez que iban juntos. Los dos son como uña y carne. Se han sostenido y ayudado en numerosas acciones de la PAH. “Carmen es muy guerrera. Todos en la PAH nos contamos nuestras miserias, y eso une. Para mí, ella es SuperCarmen y hago lo que me pide. Ella se jugó el tipo por mí, en la acción de mi banco cuando íbamos a negociar, incluso se puso delante del cajero”, recuerda Javier, mientras ella lo mira con esa sonrisa que sólo su compromiso y la solidaridad puede poner en la cara.
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Los dos llegaron, vestidos con sus camisetas de la PAH, a Canal Sur. Una compañera del programa de televisión los recogió y, en ese momento, Javier empezó a tener sospechas: “Nos dicen que no hace falta que llevemos las camisetas de la PAH, porque en el programa harán una conexión con Granada. Mostrarán otro caso de allí, asesorado por la PAH, y ahí ya se mostrarán las camisetas. Nosotros respondemos que seguiremos con ellas puestas, pero nos vuelven a decir que por estética no puede ser”. A esto se suma otro cambio más y es que, al final, la PAH no participa en el debate. Carmen estaría sola en esa mesa y Javier, como representante de la PAH, estaría en la grada del público. Dos cambios importantes que ninguno se esperaba. Temiéndose lo peor, Javier tiene ganas de abandonar; pero consulta con otros compañeros de la PAH. Al final, entre todos, deciden quedarse, pero se producen los cambios. Carmen debe deshacerse de su camiseta y la cadena le proporciona una ropa nueva. Javier aplica otra estrategia: “Yo me quito la camiseta, pero como me dan una camisa de Pedro del Hierro como alternativa, me voy al cuarto de baño, me dejo mi camisa de la PAH debajo, y encima me puse la camisa que me daban”.

“Ay, ay, ay, quita la pancarta, que aquí no estamos para hacer pancartas. Me la quedo, que aquí no queremos ni pancartas ni plataformas”, dijo la presentadora

Una vez que arranca el programa, Javier controla desde su silla el desarrollo del debate. Le sorprende que en una televisión pública “no nos dejaran participar como plataforma en esa mesa, pero sí a un exbanquero que hace lo mismo que nosotros pero cobrando. Yo me decía… nosotros llevamos siete años de historia, en la PAH, y esta persona tiene cinco años de exbanquero de Bankia y dos como asesor”. Luego, durante la conexión con Granada, comprueba que no aparece al lado de la afectada ninguna persona de la PAH ni nadie con la camiseta de la plataforma. De pronto, ve que toca su breve turno de palabra, y desde el público tiene un minuto para exponer su opinión en contra del aval. “Yo aproveché a retirarme los botones de la camisa y me la dejé abierta para que se viera el logo de la PAH en la camiseta que llevaba debajo, pero cierran el encuadre y no se ve apenas nada, sólo del cuello hacia arriba”, relata.

Minutos más tarde, Carmen responde a una pregunta de la presentadora: “Está muy reciente lo que yo he sufrido y lo que yo he batallado con la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, porque los bancos tienen miga… miga, y de las gordas, y poca vergüenza… Y sí, se puede”, replica, a la vez que muestra orgullosa su pancarta. Es entonces cuando la presentadora del programa responde: “Ay, ay, ay, quita la pancarta, quita la pancarta, Carmen. Ciérralo todo que aquí no estamos para hacer pancartas. Me la quedo, me la guardo, que aquí no queremos ni pancartas ni plataformas ni nada”. Carmen se escucha de fondo con un “no, no, no… después me la devuelves”, y dirige la mirada a su compañero.

Por entonces, Javier está muy alterado. Aquella reacción fue el último desaire que se sumaba a todo lo anterior. En cuanto se apagan los focos, él se dirige hacia la presentadora y pide explicaciones: “¿Para qué nos habéis llamado? Nos habéis tomado el pelo, hemos perdido el tiempo. Y le has quitado el cartel de malas formas”. La presentadora indica que las cosas no son así y que ella no había dicho las palabras que le recordaba Javier. Carmen demanda también una justificación y busca su pancarta: “La presentadora dice que se confundió porque creía que yo reproducía una frase de un partido político, pero esto es el logotipo de la PAH. Y si no, que lo mirase. Que si fuera de Podemos estaría todo el cartel morado. Me dijo… ‘Es que no tenías que haber sacado nada’. ¿Y por qué?, si estoy orgullosa de lo que hemos conseguido”.

Javier Fontalba (PAH): "Buscaban una persona que diese lástima, y no alguien organizado, en grupo, que defienda sus derechos”

“No sé cómo no se puede entender que Carmen, como todos los miembros de la PAH, estamos muy orgullosos de nuestro lema. Igual que hay gente que luce orgullosa su camiseta del Málaga, del Madrid o del Barcelona. Carmen ha ido con esa pancarta a cientos de sitios y bancos, pero también en la diputación, delante del alcalde en el Ayuntamiento de Málaga. Buscaban una persona que diese lástima, y no alguien organizado, en grupo, que defienda sus derechos”, justifica Javier.

Por la noche, Javier sube a Twitter el vídeo donde la presentadora retira la pancarta de Carmen y se distribuye por las redes. Al día siguiente, desde el perfil de Twitter, Canal Sur exige a la presentadora una disculpa, que realiza en el programa del lunes. Aún así, desde la PAH Málaga siguen molestos por la imagen que se ofreció de la plataforma, por el trato a Carmen, por sentirse humillados y sin capacidad de trasladar, desde una televisión pública, cómo la PAH puede ayudar a posibles afectados, y de forma gratuita.

“Yo misma fui a la PAH Málaga recomendada por mi hermano”, rememora Carmen. “Mi hijo se separó y se quedó en paro. Yo estaba de avalista en la hipoteca de mi hijo, de unos 600 euros al mes. Fui a la PAH destrozada y encontré todo el cariño que necesitaba, me asesoraron, me dieron ideas… Yo he aprendido mucho de la PAH y sigo acudiendo a las asambleas y a todos los actos”, explica, con mucho orgullo. En su caso, después de muchas acciones, consigue la dación en pago, pero meses después recibe una notificación judicial donde el banco le reclama 26000 euros en responsabilidad por el impago de la hipoteca de su hijo. Él sigue en paro. Ella sólo con unos 400 euros, de donde come también el resto de la familia. “Yo me sentí tan sola hasta la llegada de la PAH… Iba sola al banco, y me apretaban. Llegaba con la PAH, y se achicaban. Imagina cómo no voy a defender a la PAH”, insiste.
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Javier añade que los propios banqueros reciben cursos o instrucciones de cómo actuar frente a la PAH. Carmen lo escucha con atención mientras explica esas estrategias y le interrumpe: “He pasado unas Navidades más malas… y más tristes… y más amargas. Todo por el banco asqueroso”. Justo después hace una pausa, aprieta la pancarta con sus manos y dice: “Luchar, luchar, luchar, niña… luchar, es lo que queda”. Javier recuerda que de las 35000 viviendas embargadas en Andalucía en 2015, el 30% han sido casas de avalistas, donde “el banco se lleva el dinero pagado, la casa y la casa del otro… es un negocio”.

Él y Carmen se enfrentan a los doce desahucios diarios que ocurren en Málaga y siguen atendiendo a unas siete u ocho familias nuevas cada semana. “La PAH es más necesaria que nunca. Me duele muchísimo cómo todos los que están en las asambleas están desesperados porque no saben cuándo va a terminar este sufrimiento. Es muy duro. La de gente que se quita la vida porque las criaturas se ven impotentes de no ver dónde dormir, cómo cobijarse, comer, y cómo pagar… ¡si no tienen cómo pagar!”. Javier mira con orgullo a su SuperCarmen y añade: “Lo de hoy de la presentadora no lo vemos como una disculpa de verdad. Si ella y Canal Sur de verdad lo quieren pedir, que hagan un programa dedicado a la PAH y a sus soluciones, y así entenderemos que no hay ningún problema con la plataforma en la televisión pública, con las camisetas, las pancartas… Y con los afectados, que son gente que se ríen, que no vamos a ir a llorar, porque son gente que peor, ya no podemos estar”.

Ella se queda pensativa. Mira hacia arriba. Suspira y añade… “Y sin embargo, seguimos en la lucha”.
-Porque… sí, se puede, le replica con complicidad Javier, siendo consciente del bajón de Carmen, y le da un rápido toque con el codo.
-Por supuesto que sí, asiente SuperCarmen con su sonrisa… y su pancarta amarilla de la PAH.