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La nueva variante, efecto del acopio de vacunas de los países ricos, amenaza a Europa a las puertas de Navidad

La nueva variante, ómicron, es "preocupante", sin embargo, se conocen muy pocos datos y habrá que esperar varias semanas para analizarlos y tener conclusiones.

La gente asiste a la inauguración del espectáculo de iluminación y adornos navideños en la calle Via Della Spiga, a 23 de noviembre, en Milán, Italia.
La gente asiste a la inauguración del espectáculo de iluminación y adornos navideños en la calle Via Della Spiga, a 23 de noviembre, en Milán, Italia. Gian Mattia D / LaPresse vía ZUMA Press / dpa

Bélgica ha detectado este viernes el primer caso de la nueva variante sudafricana en una mujer no vacunada que llegó a Europa de Egipto. Esto, posiblemente, signifique que la variante ómicron está en muchos más territorios de los que se han registrado hasta ahora. Los expertos llevan meses avisando de que era muy probable que llegara una nueva variante de las zonas que tienen bajas coberturas de vacunación, pero los Gobiernos de los países ricos no hicieron caso a las advertencias y siguieron acaparando vacunas. La inequidad en el reparto de las dosis, junto a la falta de producción, posiblemente provocarán que 'sustos' como el de este viernes se repitan también en el futuro.

Lo primero que dicen los expertos sobre la variante es que hay que esperar a tener más datos para analizar sus consecuencias. La alarma ha saltado este viernes tras una reunión de urgencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y, como señala el médico e investigador Salvador Macip, es cierto que es una "variante preocupante" que "puede dar problemas", pero esto hay que comprobarlo en la práctica.

Los datos actuales son muy limitados. Lo que se conoce, como explica el epidemiólogo Joan Carles March, es que la variante ha aparecido en zonas de Sudáfrica en la que han crecido rápidamente los contagios, que ya ha saltado al menos a un país europeo y que parece que tiene hasta 30 mutaciones, que hasta ahora estaban en distintas variables, y que por esto se intuye que pueda transmitirse más rápido. Sin embargo, "no se sabe si es más contagiosa ni si escapa a las vacunas", añade. Una de las claves está en la proteína S (spike), que cubre la superficie del SARS-CoV-2 con prolongaciones con forma de corona (de ahí el nombre coronavirus) y se acopla a las células humanas dentro del cuerpo y las invade. Y al acoplarse a las células, se puede generar que se centre en la respuesta inmune.

Se tendrán que esperar unas cuatro semanas para tener claras las consecuencias de la nueva variante

Y ese sería el peor escenario. "El gran temor con cada variante es que sean más resistente a la inmunidad que dan las vacunas porque eso generaría la necesidad de dosis nuevas y más producción", añade José Luis Martínez Olmos, exsecretario general de Sanidad.

Pero hay que mirar esto con calma. De hecho, en este punto coinciden tanto los expertos citados como el epidemiólogo Pedro Gullón que, además, avisa del riesgo de jugar con el miedo con cada variante. La consecuencia es que puede pasar como ocurre en el cuento de Pedro y el lobo y que, de tanto que se diga que una variante es más peligrosa, cuando realmente llegue ya nadie se lo crea.

Por esto, hay que esperar a más datos para sacar conclusiones. Los sistemas de salud ya están trabajando en ello pero al menos habrá que esperar unas cuatro semanas para tener una "fotografía exacta", explica Martínez Olmos.

Sin embargo, aunque aún no se conozcan las consecuencias sanitarias, sí se han notado ya las económicas —más generadas por el miedo que por lo que se conoce a nivel científico—. Las bolsas de todo el mundo han sufrido un desplome. El Ibex 35 ha registrado una caída del 4,96%, la mayor desde el 11 junio de 2020.

Mientras que los Gobiernos han empezado a cerrar fronteras, que es algo que el exsecretario general de Sanidad y March entienden y comparten, pero que también genera dudas sobre la forma en la que se hace porque, como argumenta Macip, es muy difícil saber los países que estarían en la lista negra y roja, sobre todo después del caso detectado en Bélgica. De hecho, los expertos asumen que ya se ha expandido por Europa. Por esto, la eficacia real de cerrar el espacio aéreo no se presenta como una solución.

Por otro lado, Gullón señala que hay cierto "sesgo" a la hora de cerrar fronteras por parte de Europa y, en ese sentido, recuerda que no se cerraron cuando se conoció que la variante Delta Plus estaba en Reino Unido.

¿Consecuencia de la desigualdad de las vacunas?

Los expertos en Salud Pública llevan meses avisando del riesgo de que lleguen nuevas variantes de zonas de Sudáfrica, donde la cobertura de vacunación es muy baja. Como se refleja en el siguiente mapa de Our World in Data, el mundo está dividido: los países ricos tienen altas tasas y pensando en inocular ya las terceras dosis, mientras que los pobres ni siquiera han vacunado a todos sus mayores o sanitarios.

Martínez Olmos señala que hay un problema de capacidad de producción de vacunas para inmunizar a todo el mundo y que, por eso, habrá que mantener precauciones todavía durante muchos meses.

Sin embargo, también reconoce que la inequidad es grave y que se tiene que corregir. De hecho, como añade Gullón, si no se hace esto es muy probable que sigamos teniendo 'sustos' como este porque es "consecuencia" de que se deje que el virus se transmita por determinados lugares.

¿Y qué hay que hacer ahora?

Tras la experiencia de las otras variantes, Martínez Olmos cree que es muy posible que ya esté circulando la nueva variante por toda Europa. Y, ante esto, es muy probable que se tengan que tomar más restricciones antes de la Navidad. España tiene a su favor la alta cobertura de vacunación y que tiene una incidencia que va incrementando, pero que no llega a ser tan alta como la de otros países como Alemania. Sin embargo, todo apunta a que se tendrá que volver a recurrir a limitaciones de aforos u horarios, según lo marcado en el semáforo de Sanidad, opina el experto.

Por otro lado, la secuenciación de las variantes es fundamental. España no es uno de los países que mejor lo hace. Reino Unido, Estados Unidos y Sudáfrica sí destacan por ello. Para el futuro, llegar a tener mejor secuenciación es fundamental y esto tiene que ser un objetivo de los Gobiernos y de los sistemas de salud.

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