En esta época toca aligerar de lana a las ovejas. El corte a tijera ya es algo que sólo se mantiene para que perviva la tradición. Lo normal es el rapado a máquina, que permite esquilar a una oveja en menos de dos minutos. De hecho, las pocas cuadrillas que se dedican a esta tarea, pueden llegar a encargarse de más de un millón de ovejas por campaña.El sonido de las tijeras eléctricas vuelve a las granjas de León. En España más de 13 millones de ovejas pasarán por las manos de un puñado de esquiladores, insuficientes en nuestro país por lo que las cuadrillas llegan desde el otro lado del charco, en concreto de Uruguay.Esta forma de esquilar fue importado de Nueva Zelanda y en Uruguay se perfeccionó para llegar a rapar a unas 200 ovejas diarias. En esta explotación ganadera de Riego de la Vega la cuadrilla uruguaya esquilará a unos 1400 animales.En el lado negativo de la esquila está el precio al que se paga el kilo de lana. Antes del Covid era un suplemento perfecto para el ganadero, hoy le cuesta dinero ya que tan solo reciben unos 50 céntimos por kilo de lana merina. El mercado chino y el italiano son los principales compradores de esta lana española de muy buena calidad y mejor cuidado.

-Redacción-