Twitter se alborota por la frase de una camarera a un niño en un restaurante con estrella Michelin

Publicado el 22 de agosto del 2020

Las críticas y los comentarios negativos en Internet sobre experiencias en bares y restaurantes están a la orden del día. En portales como Tripadvisor es frecuente ver todo tipo de opiniones y reseñas que, en muchas ocasiones, no pasan un adecuado filtro de veracidad. La realidad es que muchos hosteleros se quejan a diario de que una opinión falsa o explicada a medias puede hundir la imagen de su negocio o poner en riesgo el puesto de trabajo de muchos de sus trabajadores.

La cuenta @ComensalEnfurecido 'sirve' a diario muchas de estas quejas que rápidamente se convierten en divertidos 'zacas' entre comensales indignados por el servicio y trabajadores de la hostelería. La última tiene como protagonista un niño de diez años y la camarera que lleva el plato a su mesa. La crítica tiene lugar en un restaurante de Estrella Michelín en la que los acompañantes del niño se quejan amargamente de que la trabajadora solo sea capaz de repetir el nombre del plato al servirlo en la mesa: "A la hora de servirnos los platos, tan solo nos contaban el nombre del plato (que ponía en la carta) es algo que nos queda corto cuando vas a un sitio de estas características", reza la reseña.

El comentario va más allá y explica que el niño, al parecer un apasionado del programa Master Chef, replica a la camarera "esto es un trampantojo" cada vez que ella sirve un plato. La trabajadora, según explican en la nota, reconocía no saber a qué se refería el joven comensal y esto acabó indignando al firmante de la reseña.: "Nuestra sorpresa es que una de las camareras (con toda la naturalidad del mundo) le dice: 'yo no sé qué es eso'. Sinceramente para servir platos no hace falta saberlo, pero para servir platos en una casa como la vuestra a lo mejor sí es necesario tener un plus de conocimiento por parte del servicio", se puede leer en la nota.

Los usuarios de Twitter no han dejado pasar la oportunidad de aportar también su crítica. "Llevar a un niño de diez años a un sitio con una estrella Michelin es como dar flores a los puercos pero mucho más caro. Por otro lado, lo de aguantar al niño repipi resabiado ya lo dejamos para otro momento", explica el usuario @Pablo__. "Estos se han creído que por ir a un restaurante con estrella les iba a servir la comida un ingeniero aeroespacial con doctorado en trampantojos", ironiza @Ww_Alina.

A propósito, para quienes tampoco estén muy duchos en alta cocina, los trampantojos son elaboraciones culinarias en las que se busca el ilusionismo entre lo que comensal cree que ve en el plato y lo que en realidad es.