Adiós a 'Sex Education', la serie que le dio una patada al tabú de cómo los zeta ven el sexo
La serie ha puesto punto y final a su historia en Netflix con la temporada 4. Hacemos un recorrido por la ficción que ha puesto la sexualidad de los jóvenes en el centro, esta vez desde una mirada auténtica, fresca y, sobre todo, realista.
Educación sexual, identidad, presiones sociales, relaciones, autoaceptación, consentimiento… Sex Education ha hablado de muchos de los temas que nos interesan y ahora, cuatro temporadas después, se despide. Lo hace por todo lo alto: con ocho episodios que se estrenaron el 21 de septiembre de 2023 en Netflix. Se pone así el broche final a la ficción que trató el interés de la generación zeta por la sexualidad. Cómo vemos y entendemos el sexo, pero sin paternalismos, sin caer en la condescendencia o en el juicio moral.
La noticia ha sido dolorosa para sus fans, que consideraban Sex Education como una de las mejores producciones sobre jóvenes y para jóvenes de los últimos años. Laurie Nunn, creadora de la serie, asegura que no tenía claro cuándo acabaría la serie hasta que empezaron a escribir los guiones de la cuarta temporada. “Llegó un momento en que empecé a tener muy claro que las historias estaban llegando a su fin, que los personajes quedaban en un lugar en el que me sentía realmente bien. Me sentí feliz por ellos y sentí que había dicho todo lo que quería decir con estos personajes”, explica en una entrevista en Tudum, la página oficial de prensa de Netflix.
Al mismo tiempo que la serie se define a sí misma como una ficción de comedia, Sex Education ha abordado con mucha rigurosidad todo lo que los adolescentes siempre quisieron saber sobre el sexo pero nunca se atrevieron a preguntar.
Darle la vuelta a lo ‘woke’
Desde que Sex Education se estrenó en 2019, varios medios conservadores han criticado la producción de Netflix por ser demasiado woke, especialmente en Reino Unido y Estados Unidos. Este término surgió para denominar la nueva era de sensibilidad social que viven especialmente los jóvenes por temas como el cambio climático, la justicia social, la igualdad de género o la defensa del colectivo LGTBIQ+. Sin embargo, en los últimos años, la palabra se ha convertido en un comodín que utiliza la derecha más casposa para rechazar los valores progresistas.
De hecho, el término se sigue utilizando para descalificar la serie a día de hoy, también desde los medios españoles. Véase el artículo “Sex Adoctrination, la serie de Netflix se convierte en redil de lo woke”, publicado recientemente en ABC.
La propia Laurie Nunn parece haber querido darle una vuelta a todo este revuelo que ha ido causando la serie con cada entrega. En la cuarta y última temporada los personajes protagonistas ya no están en el mítico instituto de Moordale, sino que se trasladan al Cavendish Sixth Form College. Esta escuela parece idílica y es todo innovación: hacen yoga en el recreo, aprueban políticas favorables a la comunidad LGTBIQ+ y se toman en serio la salud mental y la sostenibilidad.
“Es muy progresista y woke y hace que los alumnos de Moordale se sientan como peces pequeños en un gran estanque”, explicaba su creadora en Tudum. Una excelente forma de plantar cara y decir: ¿Que me criticas por ser woke? Pues toma woke.
Cinco temas, cinco reflexiones
A lo largo de sus 32 episodios, Sex Education ha tocado una gran variedad de temas. Recopilamos cinco de ellos que sin duda han conseguido consolidarla como una de las series favoritas para la generación zeta.
Educación sexual. La serie enfatiza la importancia de una educación sexual adecuada para poder llevar a cabo relaciones sexuales de calidad y basadas en en el consentimiento. Cómo olvidar la charla que Otis da al resto de la clase en la primera temporada sobre masturbación y anatomía sexual. Precisamente es de las pocas series adolescentes donde el autoplacer es representado sin ningún tipo de tapujo. Ya era hora de ver en una gran producción que tocarse no tiene nada de malo.
Identidad y orientación sexual. La diversidad sexual y de género también es uno de los temas centrales. Un ejemplo claro es la historia de Eric, personaje abiertamente homosexual que tiene que lidiar con la intolerancia y homofobia de algunos de sus compañeros de clase. La serie no duda en incorporar personajes de todo el colectivo LGTBIQ+ (personas no binarias, trans, bisexuales, etc.).
Presiones sociales y de grupo. A lo largo de la serie, los personajes también lidian con las presiones para cumplir con las expectativas sociales. ¿Quién no se ha sentido presionado en la época del instituto para encajar? A veces estas expectativas vienen de parte incluso de la propia familia. Así lo refleja el personaje de Jackson, el mejor nadador de la escuela cuya madre espera que se esfuerce al máximo en cada entrenamiento. Toda esta situación le provoca ataques de pánico.
Relaciones y comunicación. La serie destaca la importancia de la comunicación abierta y honesta en las relaciones. Sex Education lo deja claro: no se puede tener una relación sana y estable si no nos comunicamos.Lo mejor es que no se limita a demostrar que esto es importante en las relaciones románticas, sino también en las amistades y las relaciones familiares. Pensemos en Otis y su madre y en ese tira y afloja constante que tienen para poder comunicarse y expresar cómo se siente cada uno para con el otro.
Salud mental. La autoaceptación, la confianza en uno mismo o la idea de fracaso son otros temas recurrentes que tratan de reflejar los diferentes problemas de salud mental que pueden enfrentar los adolescentes. “En todas las temporadas hemos abordado de alguna manera de salud mental. Es una experiencia universal, pero sobre todo cuando eres adolescente y todo parece tan exagerado. Hasta el más mínimo error puede parecer de vida o muerte cuando tienes 17 años”, explicaba su autora.
Con todo esto, solo nos queda echarle un vistazo a la última temporada. Echaremos de menos Sex Education.