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Anaju
Anaju en una fotografía de estudio. (Cedida por Sony Music)
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Anaju en una fotografía de estudio. (Cedida por Sony Music)

Anaju: “Operación Triunfo no es un camino de rosas, pero salir de la Academia tampoco lo es”

En la última edición de Operación Triunfo, que se celebró en 2020, Anaju quedó en cuarta posición como una de las finalistas. Tras publicar su primer EP ‘Mood’ nada más salir de la Academia, ahora presenta ‘Rayo’, su primer álbum de estudio.

Laura Cuesta

Ana Julieta Calavia, conocida artísticamente como Anaju, fue una de las cinco finalistas de la última edición de Operación Triunfo. Natural de Alcañiz (Teruel), Anaju cautivó al público del programa por su trabajo, esfuerzo y compañerismo dentro de la Academia, pero de eso han pasado ya tres años. 

Este 28 de abril presenta su primer álbum de estudio, Rayo, que justamente coincide con el anuncio de la vuelta de OT, el programa donde el mundo pudo conocerla. En el disco, la artista aragonesa ha colaborado con Carles Campi Campón, productor del álbum, Maximiliano Calvo y Menend

Días antes del lanzamiento de Rayo, mantenemos una conversación telefónica con ella donde nos cuenta cuál es el concepto de este nuevo álbum, qué papel juega el diseño en su concepto artístico y cómo fue su salida de la Academia de Operación Triunfo. 

El disco abre con ‘De Luz’ e inmediatamente te transporta a esa idea de coro celestial. Después vienen otros títulos como ‘Agua bendita’, ‘Amén’, ‘Besar el santo’, ‘Virgencita’ o ‘Dios’. ¿Qué papel juega lo religioso y la tradición en el nuevo disco?

La idea de hacer el disco surgió una vez que tuve claro el concepto, de lo que quería hablar y de lo que yo quería transmitir con todas las canciones. Esto de lo religioso y lo espiritual ha tenido mucho que ver. A mí me parecía muy interesante usar este concepto y sacar muchas ideas de lo que es la religión para mí. Al final es un ambiente en el que yo he crecido y me servía como eje para contar algunas cosas. 

A medida que iba haciendo las canciones y se iba configurando el conjunto, me di cuenta que muchas de las cosas eran heredadas, como por ejemplo, el nombre del disco. En los típicos viajes en familia con el coche, a veces estaba todo nublado y de repente, entre las nubes, salía un rayo de sol. Mi padre me decía: “Mira, ahí está Dios”. Eso me generaba mucha más empatía con la religión. Digamos que este disco ha sido una mezcla de muchos elementos con los que yo he crecido.

 

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Pero también le cantas al mal de ojo.. ¿Eres supersticiosa?

Me pasan muchas cosas que para mí no tienen más explicación que esa. El karma, el mal de ojo… A veces me pregunto qué he hecho para merecer algunas cosas que me pasan. Prefiero tener respeto a según qué cosas y pensar que están ahí. Así que sí, podemos decir que un poco supersticiosa sí que soy.  

Primero vino la enorme exposición pública de un programa en prime time como Operación Triunfo. Y ahora, para hacer este disco, has decidido trabajar a fuego lento en la intimidad de un hotel en Asturias. ¿Son necesarios esos momentos de desaparecer y apartarse del foco mediático?

Yo creo que sí. Al final para poder escribir sobre algo necesitas que te pasen cosas, necesitas vivir. Si vives tu vida a través del foco mediático, apartada de la gente y sin vivir ciertas cosas, es muy complicado escribir. En mi caso, sentí que necesitaba apartarme de mi vida diaria, centrándome en cosas más elementales y básicas. Y ahí surgió un poco la magia. Era un lugar donde nunca había estado, con gente que no conocía y con estímulos nuevos. Eso despierta otras cosas. Ese retiro fue esencial para este disco.. 

Antes de ‘Rayo’, lanzaste tu primer EP ‘Mood’ en 2020. Hacía solo unos meses que habías salido de la Academia de Operación Triunfo. ¿Cómo se gestiona la presión de “hay que sacar algo para que no se olviden de mí”? ¿Lo sentiste así en aquel momento?

La verdad es que no lo recuerdo como una presión que alguien me impusiera directamente. Sí que sabía que no quería que se demorara mucho. Tampoco sabía cuáles eran los tiempos, era un momento de pandemia… Todo era un ambiente un poco extraño. Es cierto que nada más salir de Operación Triunfo te aconsejan que es ideal no retrasarlo mucho porque estás en un momento clave donde tu producto puede llegar a más gente. Pero yo no quise correr. Si las canciones no hubieran estado listas, el EP no habría salido en ese momento.

Hace unas semanas la ganadora de la última edición del programa, Nia Correia, pasó por el podcast ‘Animales Humanos’ y contó que todo el público esperaba que ella se convirtiera en un diva del pop en España. Toda esa idea vino configurada a raíz de su paso por OT y sus actuaciones. Sin embargo, ella ha decidido tomar otro camino y apostar por la música latina. En tu caso, ¿cómo has vivido esto de las expectativas?

Como bien contó Nia, Operación Triunfo es un programa de covers donde las canciones que se interpretan no las elegimos los concursantes. Así que al final se crea un perfil de artista basado en los temas que te dan. Para poder estar en el programa y poder llegar hasta el final, tienes que cumplir con esa mecánica. Es inevitable que al salir de la Academia busques cuál es tu camino y qué es aquello con lo que te sientes cómodo. En muchas ocasiones, el perfil de artista que se ha generado en OT no es el que tú quieres seguir. Es complicado salir de ese cajón en el que te han metido. Esto le ha pasado a Nia, pero también a mí. En el en el programa me daban mucho pop, luego mucho urbano y también canté cosas melódicas. De todo este barullo, yo elegí qué era lo que quería hacer. 

La Academia abre puertas y brinda una exposición que pocos artistas tienen, pero muchos de los concursantes aseguran que luego no todo es un camino de rosas. ¿Fue desilusionante salir del programa?

Operación Triunfo, desde luego, no es un camino de rosas, pero salir tampoco lo es. El programa es un trampolín, que te asegura empezar desde un punto concreto, sin pasar por los primeros años que la mayoría de artistas tiene que vivir. Lo que hace la Academia es brindarte una oportunidad, te asegura un inicio. Pero seguir en el camino de la música no te lo da un programa de televisión, todo depende de tu trabajo. Hay muchos compañeros que no han podido aprovechar eso, por tener menos recursos o por no dar con la tecla de lo que quiere la gente. Aunque el camino sea más corto, no es nada fácil. 

Volviendo al disco. Los colores, la fotografía, la tipografía… El diseño de este nuevo disco demuestra que todo está cuidado al detalle. Sabiendo que estudiaste diseño gráfico, ¿cuáles han sido tus aportaciones en este sentido?

Todas. Mis aportaciones han sido todas. Aunque en este caso no he diseñado el álbum, algo que sí hice con el EP. Vengo del diseño gráfico, de hacer cosas muy visuales, y al final un disco es como un libro, te tiene que atraer tanto por fuera como por dentro. Yo quería que Rayo fuera muy visual, prestando mucha atención a los colores, las texturas o las luces. La estética está muy cuidada y he formado parte de todas esas decisiones.  

En el álbum, Maximiliano Calvo y Menend son tus dos colaboradores. ¿Cómo ha sido trabajar con ellos?

La primera vez que nos conocimos fue en una sesión de composición, donde salió Agua Bendita [una de las canciones del disco]. La energía que se generó en la sala, ese momento tan íntimo, fue muy bonita. A raíz de ahí salió la idea de hacer una especie de retiro a algún lugar donde explorar el concepto que había surgido en aquella canción y tirar de él para hacer un proyecto un poco más grande. Irme con ellos a Asturias fue parte de esa decisión. En este disco lo hemos hecho todo mano a mano.

En cuanto al sonido, este nuevo disco poco tiene que ver con tu primer EP pero, ¿qué queda de ‘Mood’ en ‘Rayo’?

Soy súper fan de los sintetizadores y de las melodías muy ambientales. Hay mucho de todo esto que se repite en ambos proyectos, porque me parece que es algo que hace que las canciones tengan mucho cuerpo y se construyan de forma más bonita. En el EP la canción Carbón surgió directamente de una historia que yo me había inventado. En este nuevo disco también ocurre algo similar. Ninguna de las canciones cuenta una historia concreta, excepto la de Besar el santo, que también está basada en algo que me ocurrió. 

El disco sale el 28 de abril, ¿y después?

Ahora estoy súper centrada en la promoción, pero una vez salga el disco la idea es poder montar un directo que haga justicia al proyecto a nivel visual y sonoro. De momento, la primera fecha en la que se podrá escuchar el álbum será el 17 de junio, en el festival O Son do Camiño, en Galicia.