Los jardines escondidos más desconocidos de Madrid

/

Llega el calor y Madrid muda la piel. Durante unas semanas, todo el mundo parece querer citarse en los mismos rincones de la capital. Desde los viajeros que eligen la primavera para visitar la ciudad, hasta los propios madrileños que continúan “atrapados” en sus trabajos hasta la llegada del verano, cuando muchos deciden poner pies en polvorosa por temor a achicharrarse.  

Pero una de las cosas buenas de esta ciudad es que siempre nos queda algún rincón por descubrir, un lugar en el que no tener que darte codazos con nadie para pasar un rato solitario… y fresco. Porque cuando el termómetro sube de 30 grados, necesitamos árboles, sombra y que corra el aire.  

A la fresca en siete jardines escondidos de Madrid 

Jardines de Vista Alegre - Fuente: Comunidad de Madrid
Jardines de Vista Alegre – Fuente: Comunidad de Madrid

No hay muchas calles de Madrid en las que puedas sacar los bártulos fuera de casa para tomar el fresco como se hace en los pueblos, pero tenemos algunos jardines más o menos “secretos” en los que pasar un buen rato en solitario o en buena (y reducida) compañía para divagar sobre la vida. Porque se piensa (y se conversa) mejor a la sombra de un árbol que apretujado en el metro en hora punta.  

Jardines de Vista Alegre 

Jardines de Vista Alegre - Fuente: Comunidad de Madrid
Jardines de Vista Alegre – Fuente: Comunidad de Madrid

Comenzamos nuestra ruta de jardines escondidos al sur de Madrid visitando los Palacios de la Finca de Vista Alegre que, desde hace tres años, se han abierto al público tras un proceso de recuperación y restauración. Es, ni más menos, el cuarto jardín histórico más grande de Madrid, tras la Casa de Campo, el Retiro y el Parque del Oeste incluyendo entre sus tesoros naturales un gigantesco cedro catalogado como “árbol singular”.  

Durante el siglo XVIII fue conocido como Los Carabancheles, uno de los lugares de recreo que frecuentaba la nobleza y alta burguesía madrileña. Tres siglos después no hace falta ser noble ni altoburgués para deambular por uno de los secretos naturales mejor guardados de Madrid. 

Jardines de Las Vistillas 

El nombre no deja lugar a dudas, desde aquí se tiene una de las mejores vistas de la capital: al norte, el Palacio Real, al sur la Real Basílica de San Francisco el Grande y al oeste la ribera del Manzanares, con el viejo Madrid de los Austrias al este.  

Se trata de un jardín de algo menos de dos hectáreas que fue diseñado hace poco menos de un siglo, tras albergar a principios del siglo XX diversos mercados de alimentos: un busto del pintor Ignacio Zuloaga, el Monumento a Ramón Gómez de la Serna y La violetera son sus referentes escultóricos. 

El jardín del Reina Sofía 

Jardín del Reina Sofía - Fuente: Museo Reina Sofía
Jardín del Reina Sofía – Fuente: Museo Reina Sofía

Y hablando de esculturas, ¿qué te parece descansar un rato al lado de un Calder, un Miró o un Chillida? Solo hay un lugar en Madrid en el que se puede dar esa feliz combinación de descanso y arte contemporáneo: el jardín del Reina Sofía. 

Bien es cierto que no siempre es gratis entrar aquí, pero puedes aprovechar la última hora de la tarde para “colarte” en el museo (o los domingos antes de comer) y pasear un rato por el jardín dejando para otro día las obras maestras que puedes ver en los pasillos y salas de uno de los museos más importantes de nuestro país.

Quinta de la Fuente del Berro 

Nadie diría que este refugio natural está a un paso de la M-30… salvo que te acerques mucho al extremo oriental del parque cuando el ruído del tráfico te recordará que aún sigues en la capital. Pero, por lo demás, la Quinta de la Fuente del Berro es uno de los jardines más pintorescos de Madrid… y más frescos, gracias a sus canales y estanques. ¡Si hasta tiene una cascada! Además, si vas buscando inspiración debes saber que en este parque se encuentra una estatua de Bécquer y otra de Pushkin, uno de los escritores más idolatrados de la literatura rusa. 

Jardines de Cecilio Rodríguez 

Jardines de Cecilio Rodríguez - Fuente: Depositphotos
Jardines de Cecilio Rodríguez – Fuente: Depositphotos

No se puede decir que el Retiro sea un jardín ni “escondido” ni “desconocido”, pero para los más perezosos o los recién llegados os recomendamos uno de los rincones más frescos del parque más madrileño de Madrid.  

Porque no todo el que se adentra en el pulmón verde del centro capitalino alcanza su extremo suroriental, allí donde están los Jardines de Cecilio Rodríguez, el que fuera el jardinero mayor del parque. Y no es tan habitual que un jardín lleve el nombre del que lo diseñó. Pero es que lo de Cecilio fue pura vocación: entró con ocho años como aprendiz de jardinero en el Ayuntamiento… 

Olivar de Castillejo 

Tenemos la teoría de que las mesas y las sillas altas se inventaron para que el cliente se canse antes y deje hueco al siguiente cliente, una forma de acelerar la rotación y, con ello, el consumo. Así que este año nos lo pensaremos dos veces a la hora de acercarnos al Olivar del Castillejo porque solo habrá mesas altas “perfectas” para el picoteo informal… y para el sufrimiento de tu espalda. Pero siempre podemos darnos un paseo entre olivos centenarios para estirar las piernas, en uno de los refugios más peculiares del Chamartín más lujoso. 

Jardín del Museo del Romanticismo 

Es posible que lo hayamos recomendado en otra ocasión, pero es que este rincón es un verdadero edén en pleno centro de Madrid. Seguro que ya conoces el Museo del Romanticismo, aunque no lo hayas visitado por dentro, ya que se encuentra al lado de la calle Fuencarral, junto a la parada de metro de Tribunal. Pues en su interior se ubica un café con un pequeño jardín que es una delicia para aclarar la mente.

Deja una respuesta

Your email address will not be published.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.