Público
Público

Feng Shui para gobernar a los Mossos

El Departamento del conseller Saura se decorará según los preceptos de este arte oriental

LEA DEL POZO

Los empleados de la nueva sede de Interior deberían trabajar más y, encima, estar contentos. Allí, la energía fluye. Al menos, ésa es la intención de los jefes del departamento, quienes se pusieron en contacto con el Estudio Feng Shui Marian Duran. 'El Feng Shui es una herramienta, ni psicológica ni religiosa, para determinar la energía y después manejarla para que la gente esté mejor', explica Cipriano Toledo, del Estudio de Marian Duran, perteneciente a la escuela Xuan Kong Cifeixing.

Interior pidió en mayo de 2007 un estudio de Feng Shui, uno de geobiología y otro electromagnético. No repararon en gastos por lo que a estudios se refiere, aunque también 'se aprovecharon muchas cosas' de los anteriores inquilinos, Aguas de Barcelona. Desde la conselleria explican que 'en vez de contratar a un decorador o a otra persona que aplique otros preceptos' se decantaron por el Feng Shui.

Toledo cuenta que antes de empezar a construir el edificio se hizo el estudio de geobiología. Esto es, detectar las geopatías, energía mala, y neutralizarlas. 'Después se puso el suelo'. Eso puede que sea extraño para los neófitos, pero este tipo de cosas 'los pueblos antiguos ya las tenían en cuenta'.

No se sabe de otra conselleria que haya utilizado estas técnicas orientales, pero no es extraño que el abanderado haya sido el ecosocialista, Joan Saura. Al fin y al cabo, fue su partido, ICV-EUiA, quien acuñó en una campaña electoral el eslogan 'que los tomates tengan gusto a tomates' y, también, son los ecosocialistas quienes han hecho de la bici una bandera. No ha trascendido (todavía) lo que Josep Lluís Carod-Rovira le dijo a Saura al enterarse de la cuestión, pero fue Carod quien un día le colgó a su compañero la etiqueta de hippie happy flower. Puede que ahora tenga que añadir algún adjetivo.

De Japón a Interior

El objetivo de Interior es que los trabajadores estén más a gusto y evitar tanto enfermedades como la baja productividad. De hecho, desde el estudio Marian Duran explican que muchas multinacionales e, incluso, 'importantes bancos' han recurrido al Feng Shui pero las claves de confidencialidad que les hacen firmar son muy rigurosas. El motivo, el pudor. Este no ha sido el caso de Interior.

'Con el estudio electromagnético se quería evitar, por ejemplo, que sucedieran cosas como la enfermedad que padecieron algunos de los trabajadores de Gas Natural', explica Toledo, quien hace esfuerzos para contar que no existe el Feng Shui estandar, por lo tanto, que un color sea adecuado o no dependerá de cada caso o cada situación. 'Todos esos libros que venden el Feng Shui con generalidades son como San Pancracio'.

Interior ha tirado la casa por la ventana y se ha dejado aconsejar en todo por el estudio de Feng Shui. Incluso se ha decantado por los jardines japoneses 'porque la línea a seguir siempre ha sido la sostenibilidad y unos jardines que no necesitaran un mantenimiento continuo'. En realidad, quien visite la Conselleria de Interior no notará ninguna diferencia con otras oficinas o administraciones: el Feng Shui tiene que ver con el equilibrio de las energías, no con los espejitos mágicos o los símbolos esotéricos. Pero, eso sí, cada planta, cortina, color de las paredes o situación de una mesa ha sido cuidadosamente estudiada. 'No hay nada que esté puesto al azar'. Todo sea por la tranquilidad de los de Interior. Puede que el próximo paso sea el Feng Shui en las comisarías, quién sabe.

El Feng Shui se basa en las orientaciones ya que considera que de cada punto cardinal emana una energía determinada. En los inicios, formaba parte de un conjunto de conocimientos que iban desde la filosofía a la ciencia natural. Con todos ellos se estudiaba e interpretaba los cambios que ocurren en la naturaleza, el clima, y los astros.

Esta doctrina se basa en la existencia de un aliento vital o chi cuyo flujo se ve modificado por la forma y disposición del espacio, los puntos cardinales y los cambios temporales.

Algunos de los preceptos generales son: disminuir los campos electromagnéticos y neutralizarlos con plantas, dar prioridad a la luz natural, dejar espacio alrededor de los muebles o colocar los espejos con cuidado pues afectan a la energía. El Shanghai Bank, construido por el arquitecto británico Norman Foster, sigue los principios de esta técnica oriental.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias