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Una stripper y más de 300 presos

Un sindicato denuncia que la cárcel de Picassent acogió un espectáculo porno

Ó. L. F.

Un salón de actos repleto de presos. Un escenario al que se encarama una joven que comienza a quitarse la ropa hasta quedar completamente desnuda. Baja al patio de butacas y se da un paseo delante de los sorprendidos internos antes de subir de nuevo al escenario y continuar con su número.

No, no es el argumento de una película pornográfica en pleno rodaje, sino el espectáculo que, según denuncia el sindicato Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (ACAIP), tuvo lugar el pasado 2 de enero en la cárcel de Picassent (Valencia) ante más de 300 internos de los módulos 8 y 10 del esta prisión.

Según la denuncia presentada por el sindicato el pasado 8 de enero ante la dirección de la propia prisión, la joven una vez desnuda llegó a 'embadurnarse el cuerpo con leche condenasada', 'se acercó a los internos para que pudieran frotarse contra ella', 'se dedicó a tocar los genitales' de algunos de ellos e 'introdujo un vibrador en la boca' de uno de los reclusos.

Según este escrito, al que ha tenido acceso Público, 'varias funcionarias que se encontraban presentes en la actuación abandonaron el recinto donde se llevó a cabo ya que se sintieron totalmente degradadas e, incluso, alguna llegó a temer por su integridad'.

El sindicato destaca que 'en los módulos asistentes al acto hay varios internos condenados por delitos contra la libertad sexual y de violencia de género'.

Juan Figueroa, vicepresidente de ACAIP, calificó ayer a este diario los hechos de 'lamentables' y pidió 'la dimisión urgente del director de Picassent, Ramón Cánovas'. 'Un hecho como éste requiere también una valoración por parte del Ministerio de Igualdad y que se dé una respuesta clara de cómo se ha financiado, cuánto ha costado y quién lo propuesto', añade.

Fuentes oficiales de la Secretaria General de Instituciones Penitenciarias reconocieron ayer a este diario la celebración del espectáculo, pero añaden que el desnudo de una de las participantes no estaba previsto.

También confirman que la joven descendió del escenario y se paseó frente a la primera fila de butacas ya desnuda, pero niegan ningún tipo de juegos sexuales ni que hubiera incidentes. 'A lo más que se llegó es a que algún preso gritase guapa', aseguran.

Instituciones Penitenciarias recalca que el espectáculo formaba parte de las actividades para Navidad programadas por la dirección del centro para entretener a los internos. Un programa que, el 28 de diciembre, había llevado a ese centro a un coro y, días antes, a los integrantes de un circo. 'Todos estos artistas, también los que actuaron el 2 de enero, lo hicieron de modo gratuito', recalca.

Según el departamento que dirige Mercedes Gallizo, el director de la prisión autorizó la actuación del grupo, aunque asegura que no estuvo presente en la misma: 'Cuando llegó, ya había terminado'.

En eso coincide con la versión del sindicato, cuyos representantes recalcan que quien sí estuvo fue la subdirectora de Tratamiento del centro.

'No se puede entender que viendo el cariz que estaban tomando los hechos no hiciera absolutamente nada y permitiera continuar con esa actuación de mal gusto, denigrante y que podía haber llegado a desembocar en algún incidente regimental', destacan. Para Instituciones Penitenciarias, sin embargo, el hecho no pasó de una anécdota 'que duró diez minutos'.

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