La cooperante catalana Alicia Gámez Guerrero, de 37 años, que hoy ha sido liberada tras permanecer más de tres meses secuestrada, es una mujer muy conocida en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), en donde reside, porque siempre ha estado muy comprometida socialmente con las personas más desfavorecidas.

Según ha explicado un vecino, que la ha definido como 'una buena persona', esta cooperante ha tomado parte durante años en las tareas sociales que desarrolla la parroquia de Nuestra Señora de los Desamparados de L'Hospitalet, en la que, desde que fue secuestrada, no se ha dejado de rezar por su liberación.

La recién liberada trabaja como funcionaria de Justicia en el juzgado de primera instancia número 26 de Barcelona.

La recién liberada trabaja como funcionaria de Justicia

Alicia Gámez es miembro de la ONG Barcelona-Acció Solidària y, junto a Roque Pascual y Albert Vilalta, fue secuestrada el pasado 29 de noviembre en Mauritania por Al Qaeda en el Magreb Islámico, cuando formaban parte de un convoy con ayuda humanitaria que transitaba por la principal carretera del país.

Alicia Gámez participaba en esta caravana solidaria desde que empezó a funcionar en el año 2000, y además, es miembro activo de la junta de la ONG Barcelona-Acció Solidària.

En los viajes humanitarios que ha llevado a cabo en los últimos seis años ella era la encargada de ir relatando en el blog de la ONG cómo se desarrollaba el reparto de las ayudas y la que explicaba los pormenores y las anécdotas de los viajes.

Ella era la encargada de ir relatando en el blog de la ONG cómo se desarrollaba el reparto de las ayudas

También era una de las encargadas de hacer fotografías y colgarlas en el blog, y en una de las que todavía se pueden ver aparece la recién liberada en el desierto junto a sus compañeros de caravana, de noche, sentados alrededor de una hoguera para combatir el frío de la noche del Sahara.

El blog siguió dando información tras el secuestro porque la caravana continuó su recorrido por África occidental, y sobre todo para informar de la situación en la que se encontraban los tres secuestrados.

Cuando fue secuestrada a unos 170 kilómetros de Nuakchot, la capital de Mauritania, junto a Vilalta y Pascual, viajaba en el último de los cinco vehículos que formaban la caravana.

El secuestro lo llevaron a cabo un grupo de hombres armados y con las caras cubiertas que disponían de un todoterreno.