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La ONU alerta de la desaparición de gorilas en 2025

Algunas subespecies de grandes simios podrían extinguirse 'en 10 o 15 años' por la caza furtiva y la tala ilegal

MANUEL ANSEDE

Los cazadores furtivos, las madereras ilegales y el virus Ébola borrarán a los gorilas de la cuenca del río Congo, uno de los últimos botes salvavidas de los grandes simios, en los próximos 15 años. Portavoces de la ONU reconocieron ayer en Doha (Qatar) que pecaron de un excesivo optimismo en el pasado y que las medidas de conservación establecidas hasta ahora han fracasado.

'Con el actual ritmo de destrucción de su hábitat y de caza furtiva para el consumo de carne, los gorilas de la cuenca del río Congo podrían desaparecer de la mayor parte de sus reductos en 10 o 15 años', explicó Christian Nellemann, autor de un nuevo informe sobre la especie para el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Nelleman entonó ayer el mea culpa. Él mismo redactó un informe anterior, publicado en 2002, que vaticinaba que en 2030 quedarían unos 70.000 kilómetros cuadrados, casi el tamaño de Castilla-La Mancha, de selvas prácticamente vírgenes en el hábitat del gorila. Se equivocó, reconoció ayer.

En el parque de Virunga, 190 guardas forestales han sido asesinados

La cuenca del río Congo reúne la cuarta parte de las selvas tropicales, a través de Camerún, la República Centroafricana, la República Democrática de Congo, Guinea Ecuatorial, Gabón y Congo. Su deforestación podría implicar la extinción de algunas subespecies, como el gorila de montaña, con 700 supervivientes, y el gorila oriental de llanura, representado por menos de 5.000 ejemplares en República Democrática de Congo.

El gorila occidental de llanura, con una distribución más amplia, parece a salvo. En 2008, un nuevo censo descubrió 80.000 ejemplares desconocidos en Congo. En total, hay 200.000 individuos en África, aunque siguen considerados en peligro.

El nuevo informe, presentado ayer por la ONU e Interpol en la reunión de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES), que se celebra hasta hoy en Doha, alerta del desastre que está viviendo la región oriental de la República Democrática de Congo. Allí los furtivos campan a sus anchas. Y las víctimas no son sólo los grandes simios. En el Parque Nacional de Virunga, último bastión de los gorilas de montaña, han muerto 190 guardas forestales en los últimos 15 años defendiendo el territorio de los gorilas. Según el informe, las tropas rebeldes presentes en la región ganan hasta 50 millones de dólares cada año sacando maderas preciosas, oro, coltán y diamantes con destino a la UE y los países asiáticos.

Se ha descubierto un grupo no fichado de 750 gorilas en la R. D. de Congo

'Es una tragedia para los grandes simios y para incontables especies afectadas por este comercio ilegal', afirmó ayer el jefe del PNUMA, Achim Steiner. El informe de su organismo tira de las orejas a otros cuerpos de Naciones Unidas. Según el documento, es necesario que la misión de la ONU en la República Democrática de Congo, la Monuc, se implique más en la región, con el fin de quitar el control de las fronteras de las manos de las milicias. Steiner acabó con una buena noticia: han descubierto un grupo no fichado de 750 gorilas orientales de llanura en el corazón del conflicto. Ya están oficialmente en peligro de extinción.

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