Las fuerzas del régimen de Bachar al Asad atacaron esta mañana el campo de refugiados de Kilis, en la frontera con Turquía, matando a tres personas e hiriendo a otras 15, según han informado las cadenas de televisión NTV y CNNTürk. La noticia fue confirmada por el Ministerio de Exteriores turco, que ha llamado a consultas al embador sirio en Ankara exigiéndole el cese de las hostilidades.

Según esos medios, las fuerzas sirias abrieron fuego contra un grupo de 100 civiles que estaban intentando atravesar la frontera para llegar al campo. Los disparos también llegaron hasta el recinto, iriendo a una ciudadana turca que trabajaba como intérprete.  

Este nuevo episodio de violencia llega horas después de tanto los rebeldes como el propio régimen se negaran a aceptar cualquier pacto que incluyera el alto el fuego, como ha tratado de conseguir Naciones Unidas a través de su enviado especial Kofi Annan.

El exsecretario general de la ONU tiene previsto visitar uno de esos campos de refugiados en la frontera con Turquía mañana antes de emprender su visita a Irán, que podría jugar un papel como mediador con Damasco en el conflicto. Mañana termina el plazo de la ONU para que se cumpa su plan de paz.

Más presiones hacia Damasco llegaron esta mañana de China. El Gobierno de Pekín exhortó hoy al régimen de Asad a que 'honre' su compromiso del cese al fuego y apeló a la comunidad internacional a que dé más tiempo a la mediación de Annan en el país árabe, informa EFE.

Así lo expresó hoy en una rueda de prensa ordinaria en Pekín Liu Weimin, portavoz del Ministro de Exteriores, quien añadió que se 'trata de un asunto muy delicado que requiere tiempo. Todas las partes implicadas deberían resolver el conflicto a través del diálogo y la negociación'.