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Marruecos evita que mil inmigrantes se aproximen a la valla de Melilla

PÚBLICO / EFE

El blindaje de la frontera de Melilla por parte de las fuerzas de seguridad marroquíes evitó esta madrugada que más de mil inmigrantes de origen subsahariano se aproximasen a la valla de Melilla.

Rabat desplegó una barrera policial, compuesta por decenas de efectivos, para evitar que varios grupos de personas alcanzasen el perímetro fronterizo, tras el que aguardaban numerosos agentes de la Guardia Civil y Policía Nacional, según fuentes de las fuerzas de seguridad del Estado.

Este despliegue se realizó en la zona de Villa Pilar desde las cinco de la madrugada y contó con el apoyo de un helicóptero de la Guardia Civil y de un vehículo Uro Vamtac, utilizado por los GEOS para operaciones en altura. Se trata de la aproximación de inmigrantes más numerosa desde el pasado 18 de marzo, día en el que unos 500 subsaharianos consiguieron entrar en la Ciudad Autónoma y en el que muchos resultaron heridos, algunos de gravedad.

Las autoridades aseguran que Melilla vive desde hace meses una extrema presión migratoria, que sufrió un repunte en febrero, tras la tragedia registrada en la frontera de Ceuta, donde fallecieron quince subsaharianos. Una de las medidas adoptadas por el Gobierno de Rabat ha sido reforzar el perímetro fronterizo, como reflejan las obras que se están realizando a 50 metros de la valla española.

El Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla ha conseguido aliviar ligeramente su saturación con los traslados a la península de varios grupos de personas, lo que ha permitido desinstalar las tiendas de campaña del Ejército colocadas en el exterior del centro. No obstante, la Delegación del Gobierno ha barajado la posibilidad de que, ante una situación de emergencia, los inmigrantes sean alojados en un antiguo cuartel militar. Inaugurado en 1999 con una capacidad de 370 plazas, aumentada a 500 seis años después, la ocupación del CETI no ha bajado en los dos últimos años de las 900 personas. Actualmente, el hacinamiento ha empeorado, pues alberga a más de 1.900 internos, el cuádruple de su capacidad.

Después del reciente traslado de varias decenas de subsaharianos, un grupo de sirios se concentró ayer en la Plaza de España para pedir su traslado a la península ante la 'mala' situación que están viviendo en el CETI. Un portavoz explicó que se sienten 'discriminados' y que, en muchos casos, son separados de sus hijos menores, pues son sometidos a la fuerza a unas pruebas de paternidad para determinar que son suyos.

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