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Aguirre y Gallardón se dan los besos más esperados en la actualidad política

EFE

La presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, y el alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón, se han dado hoy los dos besos más esperados en la política en los últimos tiempos, un mes después de su último desencuentro serio por la no presencia del regidor en la lista del PP al Congreso.

La imagen más buscada ha sido captada por decenas de fotógrafos y cámaras de televisión durante la inauguración del intercambiador de Moncloa y transmite una imagen de acercamiento tras las desavenencias que han tenido la presidenta y el alcalde desde que el pasado 15 de enero el líder popular, Mariano Rajoy, comunicase a ambos que no irían en las listas del PP al Congreso.

Desde ese día, Aguirre y Gallardón han coincidido en algún acto público, donde han intercambiado saludos fríos y apenas han cruzado palabra, hasta que hoy ambos se han besado en la mejilla, media hora después de iniciarse el acto de inauguración del intercambiador de transportes de Moncloa.

El esperado primer beso llegó en el momento en que la presidenta y el alcalde acaban de descorrer "al alimón" la cortinilla que tapaba la placa inaugural del intercambiador y poco más tarde llegaba el segundo, cuando Ruiz-Gallardón acabó su intervención en el estrado y se dirigió a Aguirre para besarla de nuevo.

Este segundo "acercamiento" entre ambos dirigentes del PP fue recibido incluso con murmullos de los presentes, mitad de asombro, mitad de entusiasmo, tal vez entendiendo que simbolizaba el final de un desencuentro que duraba ya más de un mes.

Y es que nadie se esperaba hoy estos dos besos, pues a la entrada al acto presidenta y alcalde se saludaron con un frío apretón de manos, mientras Ruiz-Gallardón se mantenía a distancia suficiente de Aguirre y ésta liquidaba la llegada mirando al regidor y pronunciando dos sonoros "muac, muac" que quedaron en el aire.

El recorrido por las nuevas instalaciones de Moncloa fue, sin embargo, más cordial que el que protagonizaron el alcalde y la presidenta el pasado 6 de febrero en la inauguración del intercambiador de Plaza de Castilla, donde apenas cruzaron palabra.

En cambio, esta mañana ambos políticos han caminado juntos, han comentado los pormenores de la obra y se han mostrado más distendidos de lo que lo habían hecho desde la ya famosa reunión con Rajoy, en la sede de la calle Génova.

No en vano, Aguirre ya vaticinaba el pasado 23 de enero, en una visita preelectoral al municipio vizcaíno de Getxo, que volverían a verse en público los abrazos y los besos que acostumbraban a darse ella y el alcalde para saludarse.

De hecho, hoy la presidenta confesaba en público la "alegría muy especial" que sentía "no sólo por los dos besos del alcalde", sino también por el nuevo intercambiador, mientras que Gallardón volvía a bromear sobre la expectación mediática que causan estas inauguraciones y añadía: "no sé que tendremos que hacer en la siguiente para tener tanta prensa como hemos tenido hasta ahora".

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