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ANALISIS-Alza de costos obliga a Canadá a revisar modelo salud

Reuters

Por Claire Sibonney

Presionadas por el envejecimiento de lapoblación y la necesidad de controlar los déficit fiscales, lasprovincias de Canadá están tomando duras medidas para controlarlos gastos en salud, una tendencia que podría erosionar losprincipios del sistema universal.

Ontario, la provincia más poblada de Canadá, lanzó unaferoz batalla contra los laboratorios y las farmaciaspreviamente este año, cuando anunció que reduciría a la mitadlos precios de los fármacos genéricos y eliminaría "losincentivos" a los fabricantes de estos medicamentos.

British Columbia está reemplazando los subsidios con pagospor procedimiento y Quebec, que aplica un nuevo impuesto fijo ala salud, propuso pagar por cada visita médica.

Otras provincias están experimentando con financiamientoprivado para tratamientos como cirugías de cadera, rodilla ycataratas.

Posiblemente este sea sólo el comienzo. Las provincias, queson las responsables de proveer el sistema de salud, debentambién lidiar con las demandas generadas por los jubilados quenacieron en la época de explosión de la natalidad, luego de laSegunda Guerra Mundial, conocidos como los "baby-boomers".

Las cifras oficiales muestran que los ciudadanos jubiladosrepresentarán hasta el 25 por ciento de la población para elaño 2036.

"Va a tener que haber algún cambio en el status quo, ya seadentro de tres o 10 años", dijo Derek Burleton, economista delToronto-Dominion Bank.

"No podemos aceptar que los costos de la salud sigansubiendo por encima de la tasa de crecimiento de la economíaporque, en algún punto, va a afectar negativamente a los otrosservicios del Gobierno", agregó.

DEBATE REFLEJO

De algún modo, el debate en Canadá es el reflejo de lasmismas discusiones que se están dando en Estados Unidos.

Canadá quiere reducir su sistema, mientras que Washingtonbusca crear una red de seguridad apoyada por el Estado para elmasivo ejército de personas que no tienen cobertura.

El sistema canadiense es financiado con dinero público,cubre todos los servicios hospitalarios y médicos "necesarios"y limita el rol de la medicina privada.

El gasto ha aumentado un 6 por ciento anual gracias a unacuerdo vigente desde hace 10 años que añadió unos 41.300millones de dólares canadienses al presupuesto. Pero estecontrato vence en el 2013, y el Gobierno federal probablementeno será tan generoso en el futuro, sobre todo para proyectosexcepcionales.

"Mientras Ottawa busca reparar su equilibrio fiscal (...)se podría pensar que estas asignaciones particulares paraproyectos de salud específicos podrían ser limitadas", dijoMary Webb, economista de Scotia Capital.

Además de que los canadienses pagan más dinero por muchosprocedimientos médicos que cuestan menos que hace 10 años,otros problemas incluyen el control de los salarios de losejecutivos de los hospitales y los descontrolados gastosrelacionados a las nuevas tecnologías y fármacos.

Ontario dice que su sistema de salud podría representar el70 por ciento de su presupuesto en 12 años si todos estosproblemas siguen sin resolver.

"Nuestro objetivo es preservar la calidad del sistema desalud que tenemos y mejorarlo. Pero tenemos que tomardecisiones difíciles (...)", dijo el ministro de Finanzas deOntario, Dwight Duncan, a Reuters.

GANADORES Y PERDEDORES

Los perdedores podrían ser las compañías farmacéuticas ylas farmacias, que están cada día más nerviosas por loscambios.

"Muchos de los avances en el sistema de salud y en laexpectativa de vida se dieron gracias a la industriafarmacéutica, por eso nunca debemos demonizarla", dijo BrianGolden, profesor de la Escuela de Negocios de la Universidad deToronto.

"Debemos asegurarnos de que mantenga un negocio rentable,pero nuestra capacidad de que sea muy, muy rentable estálimitada en este momento", sostuvo.

Webb, de Scotia Capital, dijo que una idea podría serconcientizar a los pacientes acerca de cuánto cuesta cadavisita a un profesional de la salud. "(El público) usará losservicios más prudentemente si sabe cuánto sale", aseguró.

"Si es absolutamente gratis y si no hay información sobreel costo o sobre si existe otra alternativa más práctica, ¿cómopodemos esperar que el público utilice sabiamente elservicio?", se preguntó.

Pero los cambios podrían ser lentos. El sistema de saluduniversal es central en la identidad nacional canadiense, y lasdecisiones que se toman tienen en cuenta tanto la política comola economía.

"Es un área que los canadienses no quieren que se toque",dijo Burleton, de TD Bank.

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