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Ancianos en hogares de cuidado corren más riesgos quirúrgicos

Reuters

Por Linda Thrasybule

Los adultos mayores enhogares de cuidado especial tendrían más complicaciones en lascirugías mayores que otros ancianos.

Por ejemplo, 12 de cada 100 residentes con el apéndiceextirpado murieron al mes de la cirugía, comparado con apenasdos de cada 100 de los mayores que vivían solos. Y eso a pesarde que esa cirugía se considera "de bajo riesgo".

"Estaríamos siendo muy agresivos con las cirugías de losresidentes de los hogares", dijo la autora principal, doctoraEmily Finlayson, especialista en cirugía gastrointestinal de laUniversity of California, en San Francisco.

"Son pacientes frágiles con problemas de salud avanzados,que les aumentan el riesgo de morir después de una cirugía",agregó.

El nuevo estudio, publicado en Annals of Surgery, surge demás de 70.000 residentes de hogares de cuidado y de 1 millón deafiliados de la cobertura federal estadounidense Medicare noinstitucionalizados y mayores de 65 años.

El equipo de Finlayson analizó la mortalidad por cirugíasabdominales, incluida la extirpación de la vesícula biliar, elapéndice o el colon, o la operación de úlceras sangrantes. Latasa de mortalidad siempre fue mayor en los residentes de loshogares.

Luego de una operación de úlcera sangrante, por ejemplo,murió el 42 por ciento de los ancianos institucionalizados,comparado con el 26 por ciento de los adultos mayores quevivían solos.

Con la cirugía de colon, en tanto, las estimacionesrespectivas fueron del 32 y del 13 por ciento.

Según los Centros para el Control y la Prevención deEnfermedades (CDC por su sigla en inglés), en el 2009 seregistraron 1,4 millones de residentes de hogares de cuidadosespeciales en Estados Unidos.

"Tenemos que ser más flexibles con los tratamientos queutilizamos en estos pacientes para no exponerlos a los riesgosquirúrgicos", dijo.

El equipo halló también que eran muchos más los residentesde estos hogares los que necesitaban tratamientos adicionalespor la cirugía.

"Los pacientes que sobreviven necesitan procedimientosinvasivos posquirúrgicos, lo que se traduce en más tiempo conasistencia respiratoria, catéteres para alimentarse einternación en una UTI (unidad de terapia intensiva", dijoFinlayson.

La brecha entre las tasas de mortalidad se mantuvo luego deque el equipo tuviera en cuenta la edad, el sexo y otrasenfermedades. Algunas diferencias entre los grupos habrían sidodifíciles de eliminar.

"Los residentes de hogares que participaron del estudiotendían a ser un grupo de alto riesgo", indicó el doctor NaderMassarweh, de la University of Washington, en Seattle. "Esohace difícil poder identificar el efecto que tiene la edad y lagravedad de la enfermedad en los resultados quirúrgicos",añadió.

FUENTE: Annals of Surgery, 20 de octubre del 2011

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