La deforestación que causará el impulso de los biocombustibles en la UE aumentará las emisiones de gases contaminantes en vez de reducirlas. Esa es, al menos, la conclusión de un informe encargado por organizaciones ecologistas que señala que, sólo en España, las emisiones de CO2 en el sector del transporte crecerán para 2020 hasta en un 8%, unos 9,5 millones de toneladas, si el Gobierno cumple sus compromisos de fomento de agrocombustibles.

Las conclusiones, a las que nueve organizaciones como Greenpeace o Amigos de la Tierra han llegado a partir de datos oficiales, lamentan que el fomento de este tipo de energía renovable pueda mermar la superficie de bosques y naturaleza salvaje. En la actualidad, la superficie arbolada actúa como un pulmón climático, contrarrestando los efectos de las emisiones contaminantes.

Según las conclusiones del informe, la deforestación en los 23 países analizados alcanzará unas proporciones similares a las del territorio de Irlanda y tendrá efectos más nocivos para el medio ambiente que seguir utilizando combustibles fósiles. Los biocombustibles generarían entre un 81% y un 167% más en volumen de emisiones con respecto a los derivados del petróleo, señala el estudio, que toma diferentes escenarios hipotéticos para sus cálculos.

Entre los objetivos de la estrategia climática de la UE para 2020 está reducir la dependencia del petróleo haciendo que, en el sector del transporte, un 10% del combustible provenga de fuentes renovables, que, a su vez, en un 90% procederá del cultivo de alimentos.

La Comisión Europea aseguró ayer que estudiará el informe, pero que todavía es pronto para cambiar los objetivos acordados por los 27 Estados miembros. La portavoz comunitaria de Energía, Marlene Holzner, recordó además que "la directiva sobre energías renovables dice que no se puede acabar con los bosques para producir biocombustibles" o perjudicar la biodiversidad.