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Bolt ganó cinco centésimas en la salida desde la final de Pekín

EFE

Un año de trabajo específico en las salidas, hasta hace poco su único punto débil, ha permitido a Usain Bolt ganar cinco centésimas ya en el momento de abandonar los tacos tras oír el disparo en la final de 200 metros.

Frente a la reacción de 182 milésimas que tuvo en la final olímpica de Pekín, en la que batió el récord del mundo de Michael Johnson con un tiempo de 19.30, Bolt sólo se ha demorado 133 milésimas en Berlín antes de ponerse en acción.

En Pekín sólo tres de los contendientes en la final de 200, incluido el luego subcampeón, el estadounidense Shawn Crawford, fueron más lentos que Bolt en la salida. En los Mundiales nadie ha podido anticipársele al escuchar el pistoletazo.

Su reacción de 133 milésimas en la final de 200, que acabó en nuevo récord mundial (19.19), ha sido, incluso, mejor que la que tuvo en los 100 metros el domingo pasado, cuando dejó su récord mundial en 9.58. Entonces tardó 146 milésimas en salir de tacos.

Bolt ha logrado eliminar uno de sus puntos débiles. Poner en acción un cuerpo de 1,96 metros de estatura y 85 kilos de peso ofrece una dificultad que hasta hace poco sus rivales aprovechaban para tomar una pequeña ventaja en los primeros metros de las carreras.

Ahora esa ventaja ha desaparecido. Bolt, trabajando a las órdenes de Glenn Mills, ha ido rebajando sus tiempos de reacción hasta convertirse en un verdadero especialista en salidas.

Si en la final de 100 Bolt tardó un par de apoyos en recuperar las dos milésimas que, al salir, le había metido Tyson Gay, en la de 200 ha batido a todos sus adversarios desde la misma raya de partida.

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