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Brutalidad policial a la hondureña

Desde el golpe, una veintena de personas han muerto por la represión policial

D. LOZANO

'Me llevaron hasta un cuartel. Y como yo tengo la doble nacionalidad, colombiana y venezolana, se enamoraron de mí. Me golpeaban una y otra vez, a puñetazo limpio. Me preguntaban si era de la guerrilla, que si era de Chávez. En la cara, en la cabeza, en el cuerpo Primero militares, luego los Cobra de la Policía'. Milko Durán no es ni guerrillero ni espía. Es un 'mochilero y artesano' de 30 años que tuvo la mala suerte de toparse con una manifestación de la Resistencia en agosto.

Las denuncias por torturas y arrestos ilegales son numerosas

Su caso engrosa la lista de denuncias de torturas del Centro de Prevención, Tratamiento y Rehabilitación de las Víctimas de Torturas y sus Familiares (Cptrt). Malos tratos, detenciones ilegales y brutalidad policial se suman a la casi veintena de muertos registrados desde el 28 de junio, según organismos independientes, aunque la Resistencia lo eleva por encima del centenar.

Con Milko se ensañaron. 'Yo grité, aquello era una injusticia. No les gustó. Con los toletes (barras de madera) dos soldados me repartían palazos en el pecho y en las piernas, sin misericordia', rememora para Público. Los militares trasladaron a Milko a un garaje, donde se encontró con un espectáculo estremecedor. 'Tenían tumbadas a 26 personas, que habían agarrado durante los disturbios. Llevaban dos horas. Me pegaron otros palazos muy duros en el pecho. Luego nos subieron a un camión'.

Ya en un cuartel ocurrieron los abusos policiales relatados al principio de esta crónica. 'Querían que firmara que había cometido actos de sedición. Me resistí, pero acabé firmando. Desde allí me trasladaron a la cárcel de Tamara, donde estuve siete días'.

Desde el golpe, una veintena de personas han muerto por la represión policial

La Fiscalía de Derechos Humanos investiga la denuncia de Milko. 'Abundan las detenciones ilegales y los abusos. Usan sustancias químicas para obligarles a declarar que están en la Resistencia. Incluso llegaron a torturar a un hombre quemándole los testículos', denuncia la doctora Lucía Calidonio, del Cptrt.

Más casos. Walter Rodríguez permanece en el hospital de la Penitenciaria Nacional víctima de los politraumatismos provocados por un civil que le golpeó con saña en una celda.

Y Erick Peralta: 'Yo pertenezco a la Resistencia. Me llevaron a la estación de Policía de Belén. Mientras me golpeaban me decían que ni Mel ni Micheletti me iban a venir a rescatar. También que me iban a matar para que queden menos de la Resistencia'.

A Gerardo Flores y a José Martínez les detuvieron el 13 de agosto en una marcha al Congreso. El primero fue golpeado hasta que perdió el conocimiento. 'Ya tumbado, sobre el pavimento ardiente, un agente se subía sobre nuestros dedos desnudos de los pies'. José no olvida las palabras de un policía: 'Rocíales con gasolina, mételes fuego y tíralos después'. La Policía ha desplegado diversas tácticas para reprimir a la Resistencia. Brutalidad policial hasta el último día. Pocas horas antes de alcanzar el acuerdo, los agentes reprimieron la marcha de la Resistencia junto al hotel Marriot, centro de las negociaciones, con saña.

Una periodista española, María José Siscar, de la radio catalana RAC1, recibió debajo del cuello el impacto del taco de goma de una bomba de gas. 'Estaba haciendo una foto a una mujer que caminaba delante de la Policía con una pancarta de la Resistencia. Cuando saco la foto, veo que empiezan a tirar gas y me pongo a correr. Al girarme recibí el impacto'.

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