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Cazalilla vuelve a lanzar una pava viva desde el campanario

Los participantes en el lanzamiento, que tuvo lugar durante la festividad de San Blas, ignoran las reiteradas sanciones que ha interpuesto la Junta de Andalucía

EUROPA PRESS

El municipio de Cazalilla (Jaén) ha asistido un año más al tradicional lanzamiento de una pava viva desde el campanario de la parroquia Santa María de la Magdalena con motivo de la festividad de San Blas, pese a la oposición manifestada por asociaciones protectoras de animales y las reiteradas sanciones que ha interpuesto la Junta de Andalucía por esta práctica.

Fuentes presenciales  detallaron que sobre las 18,35 horas de este domingo se ha arrojado desde lo alto del campanario al animal, que ha sido apresado por uno de los jóvenes que se congregaban para ver el lanzamiento, sin que se hayan producido mayores incidentes. El origen de esta costumbre se remonta a finales del siglo XIX y principios del XX, cuando dos familias enfrentadas se reconciliaron al enamorarse el hijo de una con la hija de la otra y ambos se casaron un 3 de febrero, según detalla el Ayuntamiento en su página web. No obstante, también recoge que hay quien ubica esta costumbre en los sorteos populares con los que las cofradías de ánimas recaudaban fondos para sus fines.

El vicepresidente de la Asociación Andaluza para la Defensa de los Animales (Asanda), Luis Gilpérez, ya alertaba de que estaría 'pendiente' por si finalmente se producía el lanzamiento y de que, de producirse, interpondrían la correspondiente denuncia con el fin de luchar para que este tipo de actos deje de celebrarse.

'Lamentablemente, estaremos un año más vigilantes y un año más se volverá a lanzar y un año más denunciaremos y meses más tarde, un año más, nos informarán de que se ha puesto la sanción mínima de entre las posibles', ha afirmado, lamentando el 'cachondeo' ante la 'clara reincidencia' de los hechos y recordando que es la Junta de Andalucía la competente en este caso.

Las personas sancionadas en las últimas ediciones ha sido particulares que lanzaron la pava, toda vez que, como ha recordado, el Ayuntamiento se desvinculó de la organización. Gilpérez también ha explicado que las primeras denuncias se remontan a 1989, pero no fue hasta 2004 cuando comenzaron las sanciones ya que antes, al no estar la protección de los animales regulada por Ley, no se consideraba que fuera un maltrato sancionable.

En concreto, al multar este lanzamiento en años anteriores la Junta consideró que constituye una 'infracción administrativa en materia de Protección de los Animales', según la cual se condena el uso de animales en fiestas o espectáculos en los que estos puedan ser objeto de daños, sufrimientos, tratamientos antinaturales, malos tratos o en los que se pueda herir la sensibilidad del espectador. Sin embargo, la mayoría de los vecinos y participantes en esta tradición lo niega y mantiene que la pava no sufre y permanece con quien la recoge como símbolo de fortuna.

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