La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ha advertido hoy de que ningún español puede ser ajeno a los esfuerzos ante la crisis aunque comprende las reticencias de algunos, y ha querido dejar claro que llevará tiempo comprobar los efectos de las reformas inmediatas que hará Mariano Rajoy.

Cospedal ha expresado el total compromiso del PP con el rigor presupuestario en su intervención en el foro organizado por esta fuerza política en Zaragoza sobre la reforma de las administraciones públicas y en la que ha recalcado que, frente a la actitud, de los socialistas, los populares no quieren engañar a nadie.

En ese sentido, ha explicado que si Rajoy gana las próximas elecciones, "no perderá ni un día" para hacer las reformas, esfuerzos o sacrificios que sean necesarios, aunque ha precisado que comprobar sus efectos llevará aún un tiempo "prudencial".

"Los españoles pueden estar seguros de que no habrá sacrificio ni esfuerzo que no estemos dispuestos a hacer desde el PP en ejercicio de nuestras responsabilidades, porque somos muy conscientes de los retos que nos esperan", ha añadido.

Unos esfuerzos que ha garantizado que tendrán su beneficio ("Los esfuerzos de hoy son la recompensa de mañana", ha dicho) y que no son una opción, sino una obligación para superar la actual situación.

Y en esos sacrificios ha señalado que el PP va a ser el primero en "apechugar" y dar ejemplo.

Cospedal ha señalado que, afortunadamente, hay gente que no está siendo afectada personalmente por la crisis y que muchos tienen derecho a sentir ciertas reticencias cuando se les pide ciertos esfuerzos que no concuerdan con sus legítimos intereses.

"Nosotros respetamos esos intereses, pero ningún español es ajeno a esta crisis y nadie en la situación de angustia y desesperanza en que viven cinco millones de españoles, puede desentenderse de los esfuerzos conjuntos que hemos de hacer", ha recalcado.

La secretaria general del PP ha subrayado que, ante la reforma de las administraciones, "hay que prescindir de lo que sea prescindible" y hay que marcar las líneas rojas, que ha precisado que, para el PP, son la sanidad, la educación y los servicios sociales.

A partir de ahí, ha explicado que habrá que determinar qué es lo realmente prescindible y qué cosas, aún siendo importantes, se tendrán que posponer para otro momento.

Para Cospedal, los socialistas han convertido la eficacia y el rigor presupuestario de las administraciones públicas en las que ha gobernado en "una especie en extinción", y, ahora, le toca al PP repoblar esos principios liquidados "como si fueran faisanes en un coto de caza".

Por ello, ha defendido aplicar una reforma global de esas administraciones.

Ha advertido también de que el PSOE va a recurrir a la demagogia para acusar al PP de querer cargarse el Estado del bienestar, pero ha explicado que, frente a ello, las reformas que pretenden los populares tienen como objetivo la meta contraria: garantizar los servicios sociales.

Además, ha dicho que los españoles tienen en la memoria que los mayores recortes sociales los ha llevado a cabo el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero al congelar las pensiones y rebajar el sueldo de los funcionarios.

"Pero todos los españoles hemos comprobado en esta crisis que la demagogia ya no crea ilusión ni empleo, sino que genera mucho paro", ha añadido.

Ante las elecciones del 20 de noviembre ha señalado que los españoles tendrán que elegir entre "un proyecto de renovación política, económica y social liderado por el PP y por Mariano Rajoy, o una segunda versión acartonada de lo que ha sido el peor gobierno de la democracia".

Cospedal ha defendido la gestión que ella está desarrollando en Castilla-La Mancha o la de Luisa Fernanda Rudi -presente en el acto- en Aragón, y ha hecho un encendida defensa de la lucha contra el déficit.