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EEUU celebra una década de matrimonios homosexuales con un apoyo creciente

ADRIÀ CALATAYUD (EFE)

Julie y Hillary Goodbridge se casaron hace hoy una década en Boston y se convirtieron en la primera pareja homosexual en darse el 'sí, quiero' en Massachusetts, el estado pionero en la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo en Estados Unidos.

Aunque la polémica en torno al matrimonio homosexual que rodeó aquellos primeros casamientos no ha cesado en estos últimos diez años, Estados Unidos celebra esta jornada el décimo aniversario de aquella primera boda gay con un respaldo creciente a esas uniones.

Francisco Dueñas, director del Proyecto Igualdad de Lambda Legal, una ONG de defensa legal para la comunidad lésbico-gay, explica que la legalización de Massachusetts contribuyó a que se produjeran muchos cambios. 'Después de ese hecho, el mundo no se acabó. Se incorporaron muchas personas a la vida cotidiana, porque daba más opciones para que esa gente fuera más abierta y todo ello fue creando un cambio social. Porque igual que ha habido cambios legales, ha cambiado la percepción social' de la homosexualidad, apunta Dueñas.

Pese a que algunas ciudades del país se adelantaron al casar a centenares de parejas gais por su cuenta unas semanas antes que Massachusetts, el Estado entonces gobernado por el republicano Mitt Romney se convirtió en el primero en legalizar los matrimonios homosexuales el 17 de mayo de 2004, a raíz de una decisión judicial. Y hoy, Boston, la capital del estado, y otras ciudades que acogieron las primeras bodas gais, como Cambridge, conmemoran el décimo aniversario de aquel histórico día en la lucha por los derechos de los homosexuales con diversas ceremonias y fiestas.

Hubo que esperar cuatro años para que otro Estado siguiera el ejemplo de Massachusetts: Connecticut autorizó las bodas entre personas del mismo sexo a finales de 2008, también por la vía judicial. Maine, en 2009, se convirtió en el primer Estado en aprobar una ley a favor del matrimonio homosexual sin que respondiera a una petición de un tribunal.

El ritmo de legalización de los casamientos homosexuales se ha acelerado sobre todo a partir de la sentencia del Tribunal Supremo de Estados Unidos de junio del año pasado, en la que declaró inconstitucional la Ley de Defensa del Matrimonio (DOMA, en inglés), que lo definía como 'la unión entre un hombre y una mujer'.'Hemos tenido una explosión de demandas para que se reconozcan los matrimonios de los que se casaron en otro Estado y quieren que se acepte en el suyo o directamente para conseguir el derecho', señala Dueñas.

Ahora, 17 Estados y el Distrito de Columbia han legalizado el matrimonio gay (California, Connecticut, Delaware, Hawai, Illinois, Iowa, Maine, Maryland, Massachusetts, Minesota, Nuevo Hampshire, Nueva Jersey, Nuevo México, Nueva York, Rhode Island, Vermont y Washington).Un decimoctavo estado, Arkansas, empezó la semana pasada a conceder licencias de matrimonio a homosexuales, aunque la decisión judicial que lo autorizó está recurrida.

Y la cifra podría aumentar pronto: en otros Estados, como Utah, los tribunales han anulado las prohibiciones del matrimonio homosexual, pero sus sentencias están bloqueadas a la espera de que instancias judiciales superiores estudien las alegaciones de las autoridades estatales. Esta situación ha dejado a algunas parejas homosexuales que corrieron a casarse tras las legalizaciones en un limbo de indefinición jurídica.

'No es la primera vez que nos encontramos con parejas que se quedan en un limbo. Estamos en un momento en el que se da un paso hacia delante y dos hacia atrás. Estamos en un periodo de transición que sólo cambiaría si la Corte Suprema tomara una decisión para los 50 estados', apunta Dueñas. En todo caso, la historia del matrimonio homosexual en Estados Unidos en la última década tampoco ha sido un camino de rosas, ya que, al mismo tiempo que se producían tímidos avances, la mayor parte de los Estados aprobaron rotundas prohibiciones a esas uniones, las que ahora empiezan a declararse inconstitucionales.

Más allá del reconocimiento legal del derecho al matrimonio, la evolución de la opinión pública da indicios de un panorama cada vez más amable para los homosexuales en Estados Unidos. Las cifras varían en función de la encuesta, pero todas muestran que, entre 2004 y 2014, se ha invertido la tendencia y hoy impera una visión favorable de la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo.

Al final, el matrimonio de Julie y Hillary Goodbridge acabó en divorcio, aunque su paso no fue en balde, porque marcó un hito para la comunidad homosexual en su tortuoso camino hacia la igualdad de derechos.

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