El pasado jueves, César y Julio recibieron la última respuesta del consulado español en Los Ángeles. A través de un correo electrónico, el cónsul les informaba de que no podía proceder a la inscripción de su hija, nacida el pasado marzo en EEUU gracias a un vientre de alquiler. 'Han estado tres meses mareándonos. Primero nos dijeron que tenían que hacer una consulta a Madrid, luego que debíamos acudir al Registro Central y, por último, que el consulado no es competente para realizar la inscripción', explica Julio desde Palma de Mallorca.

El caso de este matrimonio es exactamente igual que el de José y Juan, los padres valencianos que el pasado mes de enero lograron que el consulado registrara a sus gemelos, también nacidos gracias a un vientre de alquiler. El consulado de Los Ángeles es también el mismo al que acudieron estos padres mallorquines. Pero a pesar de encontrarse en el mismo caso, estos padres llevan tres meses sin poder inscribir a su hija en el Registro.

'Viajamos a España con el pasaporte americano de la niña y con un visado de turista que le vence dentro de un mes', señala Julio. La semana pasada acudió a una comisaría para tratar de renovar el visado. Le pidieron el Libro de Familia, pero hasta que no inscriban a su hija en el Registro no tendrán el documento. 'Les expliqué mi caso, pero me dijeron que no podían hacer nada', indica.

La pareja confiaba que el consulado les respondiera en dos días, 'pero al final nos han estado dando largas y no han resuelto nada', dice. El problema es que hasta que no tengan una resolución oficial del consulado no podrán presentar un recurso contra su decisión. 'Se quedaron con todos los certificados de la niña y no podemos hacer nada', se lamenta.

Mientras esperaban esta respuesta, la pareja realizó una consulta en la oficina de atención al ciudadano del Ministerio de Justicia. La respuesta llegó el pasado 4 de junio, cuando les dijeron que todos los trámites debían realizarlos en el registro consular.

'Nuestro abogado dice que lo que hace el consulado es no reconocer un documento oficial de otro país, y que lo que debe primar es el interés del menor, como decía la resolución del pasado enero', afirma Julio. Para la pareja, la mayor preocupación es la situación legal en la que está ahora su hija. 'En EEUU somos los padres de nuestra hija, pero en España, no somos nada a pesar de que ella es hija de españoles', cuenta. Y añade: 'Estamos hablando del bienestar de una menor'.