'El que no entiende de toros no comprende a España'. Eso decía Enrique López en uno de los artículos que publicaba en la prensa desde que abandonó el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), en septiembre de 2008. Durante su etapa como portavoz se encargaba de dejar clara su posición en prácticamente todos los asuntos de actualidad, especialmente desde 2004 con duras críticas a las decisiones del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero como la reforma del Estatuto de Catalunya, el matrimonio homosexual o el diálogo con ETA, entre muchas otras.

Enrique López se incorporó en 2008 a la sección segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional y en junio del año pasado fue nombrado juez del Tribunal Constitucional a propuesta del Gobierno después de seis años de vetos del PSOE en contra de que éste formara parte del alto tribunal. El juez está muy vinculado al PP y es amigo de destacados dirigentes conservadores como Federico Trillo. Su designación estuvo desde un principio rodeada de polémica por cumplir muy ajustadamente los requisitos de currículo, de hecho,  la mitad del Constitucional votó en contra de su ingreso.

Era un asiduo a tertulias de ultraderecha como El gato al agua

El currículo de López era uno de los más extensos de los candidatos propuestos para formar parte del Tribunal Constitucional, sin embargo, de sus 19 páginas tan sólo dos explican su experiencia profesional y docente. Las restantes se refieren prácticamente a su experiencia docente no universitaria, como los cerca de 250 cursos en los que participó, entre los que  figura hasta un acto del PP, en el que pronunció una 'conferencia política sobre el modelo de Estado'. Es un ponente habitual en los seminarios de la FAES, la fundación del PP, y en durante una época, asiduo a tertulias de ultraderecha como El gato al agua, de Intereconomía.