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Fabrice Adde reivindica el teatro como escuela de actores de cine

EFE

El actor Fabrice Adde, coprotagonista de la película "El Dorado", de Bouli Lanners, que fue preseleccionado por Bélgica para participar en los Óscar de la Academia de Hollywood, ha reivindicado hoy al teatro como una escuela de actores de cine.

Fabrice Adde ha ofrecido una rueda de prensa en el Festival Internacional de Cine de Gijón, donde el largometraje de Lanner participa en la sección oficial a concurso, y ha defendido el trabajo de los actores profesionales.

En este sentido, ha rechazado la nueva tendencia impulsada por algunos directores que utilizan a personas sin formación de actor para representar a personajes en sus películas y ha dicho que le parece "perverso que una fulana interprete a una fulana".

El actor ha asegurado que vive sin ningún tipo de expectativas la preselección de "El Dorado" para participar en los Óscar porque "todavía falta la criba definitiva" y esta circunstancia no le "llena el frigorífico".

En "El Dorado", Adde se mete en la piel de "Elie", un joven drogadicto que conoce a un desencantado cuarentón interpretado por Bouli Lanners y forman una extraña pareja en una "road movie" que recorre Bélgica.

Son dos inadaptados a bordo de un viejo Chevrolet modelo "El Dorado" que recorren un territorio extraño decorado con verdes colinas, inmensas praderas, casas perdidas y campings abandonados, donde se cruzan con gentes de una singularidad extrema.

En su primer papel protagonista para un largometraje, Adde ha elaborado un personaje "pausado" que huye del estereotipo del drogadicto histérico y que resulta creíble.

El actor ha dicho que estudió el texto hasta casi olvidarlo y que cuando ensayaba o rodaba una escena "estaba frente a Bouli interactuando, enriqueciendo el trabajo con la actuación de cada uno".

Adde ha dicho que un actor "no puede encerrarse sobre sí mismo, tiene que abrirse a los demás y tomar distancia para dar lo mejor de sí mismo".

"Es una trampa que cualquiera pueda ser actor y esto es utilizado por algunos directores perversos que incluso llegan a hacerte sufrir con cosas personales antes de rodar una escena para que se pueda ver el brillo en los ojos", ha afirmado.

También han participado hoy en una mesa redonda las directoras Aneta Lesnikovka (Macedonia), Kristina Humle (Suecia), Patricia Ferreira (España), Peque Varela (Inglaterra) y Carolina Astudillo (Chile), que exhiben sus obras en un ciclo sobre mujeres realizadoras.

Las directoras han coincidido en que no se puede determinar si existe un cine femenino porque la cantidad de mujeres que hay detrás de la cámara es ínfima, a penas una de cada diez cineastas.

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