El fiscal ha mantenido hoy su petición de 75 años de cárcel para la etarra Ainhoa Múgica Goñi por el atentado con coche bomba que costó la vida al mosso d'esquadra Santos Santamaría el 17 de marzo de 2001 en las inmediaciones del hotel Montecarlo de Rosas (Girona).

En un juicio que se ha celebrado hoy en la Audiencia Nacional, y que ha quedado visto para sentencia, el fiscal ha elevado a definitivas sus conclusiones al considerar que existen pruebas suficientes para inculpar a la acusada como autora de un delito de asesinato, otro de estragos y dos de lesiones terroristas contra un policía local de Rosas y una ciudadana francesa.

Múgica Goñi no ha querido declarar, pero en su turno de última palabra ha dicho que "el problema no se soluciona ni con las torturas, ni con las prisiones largas", tras lo cual el juez Gómez Bermúdez le ha interrumpido.

El fiscal, que ha pedido una indemnización para la familia del mosso de 300.000 euros, se ha remitido principalmente a la sentencia que ya condenó en 2005 por estos hechos a Eider Pérez y Aitor Olaizola, que hoy han declarado como testigos; Olaizola lo ha hecho desde Granada a través de videoconferencia.

Según el fiscal, Múgica se reunió con ellos en Francia y les ordenó hacer estallar un coche bomba con 50 kilos de explosivos, que ella misma les facilitó, frente al hotel Montecarmelo de Rosas.

Eider Pérez condujo el coche-bomba hasta la citada localidad gerundense, mientras que Olaizola le precedía en una motocicleta para advertirle sobre posibles controles policiales.

Olaizola ha afirmado durante el juicio que no se acordaba de nada de lo ocurrido, mientras que Pérez ha negado los hechos.