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Los Grammy también se bañan en el FIB

EFE

La edición del Festival Internacional de Benicàssim, que arranca hoy, suma dos nombres más a su creciente e ilustre nómina de músicos y grupos que han sido premiados con un Grammy, considerados "los Oscar de la música": los canadienses Arcade Fire y la mexicana Julieta Venegas.

Los célebres gramófonos que concede anualmente la Academia Nacional de Artes y Ciencias de la Grabación de EEUU (NARAS) desde 1958 reconocen un enorme listado de categorías -artísticas y técnicas- que van desde la mejor grabación del año hasta la mejor canción pop, pasando por otros estilos como el rock, el country, el blues, el hip-hop o el gospel.

El FIB, que este año llega a su decimoséptima edición, nació a comienzos de los 90 como una humilde, aunque ambiciosa, plataforma en directo de grupos y artistas de la incipiente escena "indie" nacional que compartían escenario con bandas de corte anglosajón y alternativo.

Su creciente éxito traspasó fronteras y actualmente es uno de los festivales más reputados del circuito internacional, lo que conlleva unos carteles plagados ya tradicionalmente de grandes nombres del pop-rock, del folk, de la música electrónica y de baile y hasta del flamenco, el hip-hop o los sonidos latinos.

Y tanta globalización sonora ha conllevado que los "Oscar de la música" también se terminen bañando en la Costa del Azahar: desde Beck (premiado en 1996 y 1999 como mejor cantante de rock y mejor actuación alternativa) hasta Amy Winehouse (la gran triunfadora de 2008), pasando por Muse (mejor disco de rock en 2010), Brian Wilson (mejor interpretación instrumental rock en 2004) o Wilco (mejor disco de música alternativa en 2004 por su "A ghost is born").

También hay premios Grammy "fiberos" entre Radiohead (premiados en 1997, 2000 y 2008 por su gira de "Ok Computer" y sus discos "Kid A" e "In rainbows"), Kings of Leon (triunfadores en 2009 -el año del vendaval que obligó a suspender su actuación en el FIB- y galardonados en 2008 por su tema "Sex on fire"), Gnarls Barkley (mejor disco alternativo y mejor actuación en 2006) o Chemical Brothers (galardonados en 1997, 2005 y 2007).

En 2007, el "Limón y sal" de Julieta Venegas se alzó con el premio al mejor álbum de pop latino ex aequo con "Adentro", de Ricardo Arjona.

Tres años más tarde, la artista mexicana vio cómo Alejandro Sanz le arrebataba ese galardón, al que optaba con "Otra cosa", el disco que presenta hoy en el FIB tras haber protagonizado, sin ella quererlo, una curiosa polémica en foros y redes sociales sobre su fichaje para este festival.

Por su parte, los canadienses Arcade Fire se alzaron, también en 2010, con el premio a la mejor grabación del año con su aclamado tercer álbum, "The suburbs", que presentan el domingo en el FIB junto a piezas clave de su corta pero respetada carrera dentro del panorama pop-rock alternativo.

Otro de los teóricos "cabezas de cartel" de este año, Mumford&Sons, se quedó en la última edición de los Grammy a las puertas de sendos galardones: mejor artista revelación y mejor canción rock.

Los Grammy han sido muy criticados por diferentes estamentos del sector musical por, a veces, premiar más la popularidad que la innovación artística y olvidar los gustos de importantes sectores juveniles.

Simbolizados con un gramófono antiguo parecido al que servía de anuncio a la marca "His masters' voice", los premios reconocieron inicialmente el talento de primeras figuras, como Frank Sinatra, Ella Fitzgerald, The Beatles, Simon & Garfunkel, Aretha Franklin, Steve Wonder, Bee Gees o Billy Joel.

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