El Ibex-35 de la bolsa española prosiguió el lunes las caídas de la semana pasada entre un creciente clima de desconfianza a las medidas de ajuste de los países europeos y sobre todo ante la falta de alternativas para relanzar la actividad económica.

"El clima de incertidumbre y de temor a un empeoramiento de las condiciones es palpable en todas las bolsas europeas y en nuestro caso empieza ya a ser muy preocupante que la prima de riesgo siga subiendo sin parar", dijo Javier Barrio, analista de BPI.

El diferencial de la deuda española llegó a superar esta jornada los 200 puntos básicos, nuevo máximo histórico desde la implantación del euro, y la presión sobre la moneda única europea se mantenía, con el euro en niveles de 1,197 dólares tras tocar mínimos de cuatro años.

En el mercado persistieron las preocupaciones por la situación en los mercados de deuda después de que Hungría comparara su situación con la de Grecia.

Al cierre, el Ibex-35 cayó un 1,44 por ciento a 8.795,3 unidades tras haber llegado a bajar hasta un mínimo de 8.664 puntos. En lo que va de año, el índice selectivo se deja ya más de un 26 por ciento.

En tanto, el índice paneuropeo FTEurofirst 300 bajó un 0,95 por ciento.

En Madrid, BBVA y Santander se dejaron un 2 por ciento y un 1,2 por ciento, respectivamente.

Popular y Sabadell cayeron en torno a un 1,8 por ciento.

Banesto Bolsa dijo que en España los problemas de liquidez en el mercado interbancario se han acentuado estos días.

Según el broker, los principales hitos domésticos en esta semana serán la reunión de sindicatos y patronal el miércoles y la subasta de bonos del Tesoro de este jueves.

Fuera del sector bancario, destacaba Grifols, con un recorte del 8,5 por ciento tras anunciar la compra de su rival estadounidense Talecris por 3.400 millones de dólares en efectivo y en acciones.