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Un impreciso Kaká no da señales de recuperación en Brasil

Reuters

La selección de Brasil apostó por la resurrección del mejor Kaká en el Mundial de Sudáfrica, pero su floja actuación del martes ante Corea del Norte insinuó que su equipo no debería haber puesto tantas esperanzas en él.

Todavía con falta de ritmo de partido tras una temporada plagada de lesiones en el Real Madrid, Kaká fue una sombra de aquel jugador que fue elegido por la FIFA como el mejor del mundo en 2007.

El centrocampista se perdió con los remates, estuvo muy impreciso con los pases y no pudo volcar en el campo de juego su tenacidad frente a sus rivales norcoreanos, dejando al mediocampo de Brasil falto de creatividad y obligando a Robinho y Luis Fabiano a retrasarse para tomar contacto con el balón.

Lo más preocupante para el combinado brasileño fue que el técnico Dunga no tiene una alternativa natural para aportar creación en la mitad de la campo, después de haber decidido no convocar a Ronaldinho ni al prometedor juvenil del Santos Paulo Henrique Ganso.

Durante una entrevista realizada tras el anuncio de la lista mundialista, Dunga se esmeró en destacar Brasil había ganado la Copa América 2007 sin Kaká. Sin embargo, en aquella ocasión el equipo contaba con Diego, un futbolista capaz de asistir a los delanteros.

El entrenador remarcó que tiene varias alternativas bajo la manga, aunque ha aclarado que no espera que ningún jugador en particular juegue de la manera que lo hace Kaká.

PAPEL DE CREADOR

Gilberto Silva, Felipe Melo y Josué - son jugadores cuya función primordial es romper el juego del rival y recuperar la pelota para luego desprenderse rápidamente de ella.

Ramires, Elano y Kléberson son un poco más hábiles con el balón en los pies, aunque no parece probable que alguno pueda asumir el papel de creador.

Quizá la clave del triunfo de Brasil sobre Argentina en aquella final de Copa América 2007 fue que Júlio Baptista jugó detrás de los delanteros, aunque en ese partido la "verdeamarela" se vio beneficiada por los enormes espacios para el contraataque que dejó su rival.

La batalla de Kaká por mejorar su nivel y condición física se remonta a algunas temporadas atrás. En su última campaña con el AC Milan sufrió varias lesiones musculares, y su traspaso al Madrid no ayudó mucho a recuperar su confianza.

Durante seis semanas de inactividad en marzo, debió responder a insinuaciones acerca de que estaba cuidándose para el Mundial. Aunque volvió con un buen nivel, el creador brasileño quedó nuevamente relegado por problemas físicos al final de la temporada pero de todos modos viajó a Sudáfrica con su selección.

Después del partido del martes, la explicación de Kaká fue que su rendimiento fue aceptable, dadas las circunstancias.

"Creo que fue un buen primer partido. No sabía realmente en qué condiciones estaría", declaró a los periodistas tras la victoria 2-0 sobre Corea del Norte.

"No jugaba desde hacía un tiempo. He atravesado muchas cosas y por eso estoy contento. Por supuesto, hay mucho para mejorar, pero estuvo bien. Espero que en el próximo partido pueda jugar en mejores condiciones", agregó.

El misterio sigue siendo por qué Dunga dejó el papel clave de centrocampista ofensivo exclusivamente en manos de un jugador que admite abiertamente que está padeciendo para encontrar el ritmo.

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