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Irak vive el sexto aniversario de la ocupación con protestas de los seguidores de Muqtada al Sadr

EFE

Irak vivió hoy el sexto aniversario de su invasión por parte de una coalición multinacional, encabezada por EEUU, en un día que estuvo marcado por las protestas en distintos puntos del país de los seguidores del clérigo chií, Muqtada al Sadr.

Centenares de partidarios del religioso se manifestaron en el barrio bagdadí de Ciudad Sadr, en el este de la capital, y en las localidades de mayoría chií de Naseriya, Diwaniya, Zi Qar y Hila, todas en el sur, explicó a Efe un portavoz del partido Bloque Sadr, jeque Abás al Asadi.

Los manifestantes, que pedían la liberación de los presos vinculados a Al Sadr, detenidos en cárceles supervisadas por el Ejército estadounidense e iraquí, quemaron durante las marchas banderas de los EEUU, al tiempo que enarbolaron retratos de su líder y enseñas iraquíes.

Al Sadr es uno de los más acérrimos enemigos de la presencia estadounidense en Irak y no es la primera vez que sus seguidores se manifiestan un viernes para expresar sus reivindicaciones.

Aparte de esas protestas, el aniversario de la invasión estadounidense pasó casi desapercibido en el resto de Irak, donde no se celebró ningún acto conmemorativo.

Cada vez queda más lejos aquel 20 de marzo de 2003, cuando a las 03.35 horas local (23.35 horas GMT) misiles "Tomahawk" atacaron una granja en el sur de Bagdad, donde según las informaciones de la Inteligencia, el entonces dictador iraquí, Sadam Husein, estaba reunido con responsables políticos y militares.

Era el inicio de una ocupación que se ha prolongado durante seis años en un país que se sumergió en una oleada de violencia sectaria tras la entrada de las tropas extranjeras, que desmantelaron el antiguo aparato de seguridad.

Hoy, los ciudadanos tratan de rehacer sus vidas, gracias al descenso de la violencia, que ha disminuido hasta un 90 por ciento, según algunos expertos, y que ha permitido fijar un plazo para el repliegue total estadounidense: finales de 2011.

"Los iraquíes tenemos prisa por ver la retirada de las tropas estadounidenses de nuestro país porque consideramos que esas fuerzas son la causa de la destrucción" de Irak, explicó a Efe el profesor de Historia Política de la Universidad de Bagdad, Salem Husein al Garbi.

"Además, consideramos que estas tropas son el motivo por el que se encendió la sedición sectaria y entre comunidades en Irak", agregó.

El entonces presidente de EEUU, George W. Bush, declaró la guerra a Irak para derrocar el régimen de Sadam Husein, que al final fue detenido, juzgado y ejecutado en la horca en su país el 30 de diciembre de 2006.

Pero antes de dejar el cargo, Bush firmó en diciembre pasado un pacto de seguridad con el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, que establecía el repliegue gradual de los 147.000 soldados estadounidenses.

Por su parte, el nuevo presidente de EEUU, Barack Obama, anunció el 27 de febrero pasado la salida para agosto de 2010 de las tropas de combate apostadas en Irak, donde quedarán hasta finales del 2011 entre 35.000 y 50.000 soldados, en funciones de apoyo a las fuerzas iraquíes.

Según Garbi, "los iraquíes creen que con la retirada de las tropas estadounidenses se marcará el inicio del fin de la dominación norteamericana y de los asesinatos impunes llevados a cabo durante los últimos años por soldados de EEUU".

Por su parte, el estudiante universitario Riad Ihsan declaró a Efe que el repliegue de EEUU es una buena noticia porque "la invasión ha convertido al país en una ruina" y lo ha trasladado "a la época medieval".

Mientras que los estadounidense preparan ya la retirada de sus primeros 12.000 militares el próximo septiembre, Irak trata de cerrar las heridas abiertas y saldar las diferencias sectarias.

El pasado día 6, Al Maliki hizo un llamamiento a la reconciliación nacional e incluyó a los antiguos partidarios del régimen de Sadam.

"Debemos mostrar tolerancia con quieres estaban equivocados o aquellos a quienes las circunstancias les forzaron a apoyar al régimen extinto, pero que ahora son también hijos de Irak", afirmó el jefe del Gobierno iraquí, que ha encontrado la oposición de algunos sectores tras estas palabras.

Al Maliki señaló que la tolerancia con los partidarios de Sadam está vinculada con la voluntad de estos últimos a dar por cerrado "un capítulo negro de la historia iraquí", en referencia al régimen de Sadam Husein, que estuvo vigente desde 1979 hasta 2003.

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