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Irán no acepta el acuerdo nuclear preparado por la ONU

Reuters

Por Parisa Hafezi

Irán no apoyó el viernes el plan preparado por la ONU para que reduzca su reserva de combustible nuclear, que Occidente teme que pudiera utilizar para fabricar armas atómicas y, en cambio, dijo que quiere comprar combustible nuclear en el exterior.

Sin embargo, Estados Unidos dijo que espera una respuesta formal de Irán antes de que se cumpla el plazo límite del viernes.

El acuerdo preparado por el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) ya ha sido aprobado por las otras partes, Estados Unidos, Rusia y Francia.

Al ofrecer otra propuesta, Irán parecía seguir una conocida estrategia para ganar tiempo y evitar la amenaza de un fortalecimiento de las sanciones internacionales.

A primera vista, la contraoferta de Irán parece ofrecer poco a Occidente.

La alternativa no sólo no reduciría la reserva de uranio enriquecido que preocupa a la comunidad internacional, sino que también requeriría que las sanciones impuestas sobre Irán desde 2006 sean retiradas para permitirle comprar el delicado material nuclear.

"Irán está interesado en comprar combustible para el reactor de investigación de Teherán, dentro del marco de una propuesta clara", informó la televisión estatal iraní citando a un miembro del equipo negociador de Irán, que asistió a las conversaciones nucleares en Viena esta semana.

"Ahora estamos esperando una respuesta positiva y constructiva de la otra parte a la propuesta de Irán sobre proveer combustible nuclear para el reactor de Teherán", dijo el responsable.

Por otra parte, el ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Bernard Kouchner, fue citado durante una visita a Líbano diciendo que "a través de las indicaciones que estamos recibiendo, los temas no son muy positivos".

Los detalles precisos de la contrapropuesta iraní no fueron publicados y Washington dijo que aún estaba esperando una respuesta formal de Irán. Pero no quedó claro inmediatamente de qué forma permitir que Irán adquiera combustible nuclear podría responder a los objetivos de las grandes potencias.

Diplomáticos occidentales dijeron que el plan del OIEA, que no se ha hecho público, implicaría que Teherán envíe 1,2 toneladas de sus reservas conocidas de 1,5 toneladas de uranio poco enriquecido (LEU) a Rusia y Francia para final de año.

Allí sería enriquecido nuevamente de un modo en que difícilmente podría ser utilizado para ojivas nucleares y volvería al país para ser destinado al reactor de Teherán que produce isótopos médicos radiactivos.

El acuerdo pondría a prueba la intención declarada de Irán de utilizar el uranio enriquecido sólo para energía.

También le daría tiempo para avanzar en las conversaciones con las potencias hacia la meta final: despejar las dudas sobre si Irán tiene un programa secreto de armamento nuclear y frenar su enriquecimiento, a cambio de beneficios tecnológicos y comerciales.

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