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"La literatura nació del deseo de tener una vida mejor"

El escritor acaba de publicar 'El secreto del calígrafo'

PAULA CORROTO

El sirio Rafik Schami (Damasco, 1946) es uno de los escritores más reconocidos en Alemania. Allí es donde vive desde 1971, cuando se exilió para estudiar Químicas en Heidelberg. Sin embargo, sus novelas transcurren en su Siria natal. Hablan de mujeres que leen, que no llevan velo, de hombres que se oponen a los fundamentalismos religiosos. Tras El lado oscuro del amor, publicada en 2008, acaba de aparecer El secreto del calígrafo, en la que vuelve a contar una historia de amor prohibido. Una novela en la que, además, aparece la Siria de los años cincuenta, liberal y democrática.

Para escribir El lado oscuro del amor necesitó 30 años. ¿Cómo surgió El secreto del calígrafo?

Esta novela no necesitó tanto tiempo. Conocía bien el tema porque trabajé tres años junto a un calígrafo. También conozco los problemas del lenguaje árabe que el héroe de esta historia, Hamid Farsi, quiere corregir. El lado oscuro del amor era un análisis de los linajes árabes y su papel en la conformación del espíritu árabe. Estos estudios me ayudaron después para El secreto del calígrafo porque también se basa en esta cultura de los linajes.

¿Por qué le interesan tanto las historias de amor prohibidas? En su anterior novela eran Farid y Rana, aquí Salman y Nura.

'En los años cincuenta, la sociedad árabe era más liberal que ahora, había esperanza'

Porque de la mano de los amores prohibidos se clarifican los mecanismos del poder. Leyéndolos, el lector reconoce los profundos motivos de la prohibición. Creo que es mucho mejor narrar este tipo de historias que hacer un discurso moral.

¿Qué es para usted el amor?

El sustento del alma, como lo es el aire y el agua para el cuerpo.

Su última novela tenía mucha parte autobiográfica. ¿También El secreto del calígrafo?

Sí. Explico mejor las cosas cuando he tenido algo que ver con ellas. Una novela nunca es una autobiografía, pero siempre cuenta algo de la vida de los autores, aún cuando transcurren en otra época.

¿Cuál es la fuerza de las novelas?

Las novelas abren ventanas, muestran paisajes, alternativas, posibles caminos, y también dan esperanza. La literatura nació del anhelo de una vida mejor, aun cuando haya surgido de una forma absurda.

En sus historias muestra una sociedad abierta, mujeres sin velo... Es muy distinto a lo que enseñan los medios de comunicación occidentales.

La libertad de los medios occidentales es una farsa. La cobertura de oriente es tan miserable, que cuando se leen estos artículos uno debe estar igual de atento que si pasara por un campo lleno de minas. Observe cómo cambia la cosa en los medios cuando su empresa cierra enormes contratos con algún régimen árabe. El régimen no ha cambiado en nada, pero de repente tiene toda la legitimidad. Y a eso se le llama periodismo libre...

'La libertad de los medios occidentales es una farsa. La cobertura de oriente es tan miserable...' 

En su novelas suelen aparecer mujeres lectoras, profesoras.

Tengo la suerte de haber vivido con mujeres muy inteligentes. Mis novelas intentan ensalzar a estas mujeres como una forma de gratitud. Las mujeres en Arabia Saudí son la mitad oprimida de la sociedad y mientras esto siga así no llegaremos a ser una sociedad civilizada. Los fundamentalistas, que odian a las mujeres, evitan cada reforma y rechazan a esta mitad de la sociedad.

La historia de su libro tiene lugar entre 1954 y 1958. ¿Es ahora la sociedad árabe menos liberal que antes? ¿Por qué?

Sí. Entonces había esperanza en un desarrollo civilizado. El problema es que nosotros tenemos hoy dos formas odiosas de poder. La dictadura como una forma oficial de dominio o el fundamentalismo como la otra horrible alternativa.

Usted dice que sus novelas no son políticas, sin embargo están trufadas de políticos y casos de corrupción. ¿No hay ninguna intención de denuncia?

No. Mis lectores averiguarán lo que se enaltece y lo que se critica. Lo que pasa es que yo no quiero escribir novelas que sean sólo entretenidas. Los generales y los políticos son requisitos para mis novelas como la barca en una novela de pescadores.

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