La amarga y breve sonrisa de Bob Bell ante el monitor describe el sentir interno de Renault. El provisional director de la escudería francesa en sustitución del sancionado Briatore comprueba que Roman Grosjean acaba de sufrir un accidente similar al de Piquet y en la misma curva donde, según la FIA, al brasileño le mandaron estrellarse hace un año. Fue durante los primeros entrenamientos libres celebrados ayer y el percance del francés obligó a suspender la sesión.

A Renault sólo le faltaba esa especie de involuntaria reconstrucción de los hechos en su regreso al lugar del crimen. Al circuito donde se produjo la acción que ha fulminado deportivamente de por vida a Briatore y que, en plena crisis económica, ha dejado sin dos importantes patrocinadores, ING y Mutua Madrileña, a la escudería gala.

Muchas cosas más son las que han cambiado en la marca del rombo doce meses después de aquella infausta pese a la victoria de Alonso primera carrera nocturna de la historia de la F1.

Los dos que más mandaban en boxes, Briatore y Pat Symonds ex ingeniero jefe ya no están; el piloto delator, Piquet, ha sido sustituido por Grosjean y ni siquiera el equipo se llama igual. Ahora es Renault a secas. ING ha volado.

Lo único que no varía es la fe de su piloto número uno. Fernando Alonso ganó en Singapur y no descarta volver a hacerlo. De hecho, ayer realizó el segundo mejor tiempo tras el inalcanzable Vettel. 'Estamos en bastante buena forma', reconoció el español una vez finalizada la jornada. Jaime Alguersuari, en cambio, se dedicó a conocer el trazado. Terminó último. Hoy intentará hacerlo mejor en la sesión decisiva.