Tocaba hacer balance y el presidente de la Generalitat de Catalunya, Artur Mas, pidió cierta magnanimidad a la hora de valorar sus primeros 100 días al frente del Govern en esta su segunda legislatura: el president pidió que al juzgar su gestión se tenga en cuenta el contexto en el que han transcurrido estos tres tres meses y medio, 'con las finanzas públicas en situación de emergencia y el autogobierno de Catalunya en un momento de supervivencia'.

'Pido, si es que se puede pedir, que cuando se juzguen las acciones que estamos llevando a cabo se tenga en cuenta el marco de emergencia de las finanzas públicas y de supervivencia del autogobierno, no estamos en situaciones normales', dijo el president en rueda de prensa en el Palau de la Generalitat.

Es este contexto Mas mantuvo su mano tendida para que otras fuerzas (ERC y PSC) se incorporen a su Govern; culpó de la difícil situación de las finanzas a 'la losa' que dejó el gobierno tripartito, así como al Gobierno central por sus 'incumplimientos y al reparto completamente injusto y arbitrario' de los objetivos de déficit, en un momento de recesión en toda la UE.

Así las cosas, Mas advirtió de que 'lo que está en juego no es el Govern, sino el país, Catalunya', por lo que afirmó que en su gestión 'la acción de país supera la acción de Govern'.

En el reparto de culpas al explicar la situación económica de Catalunya, Mas cargó sobre todo contra el Gobierno central, al que reprochó los 'impagos sistemáticos de sus deudas con la Generalitat', así como 'los recortes salvajes' en los programas cofinanciados por ambas administraciones, como la ley de dependencia.

Mas también denunció que el Ejecutivo de Mariano Rajoy ejerce una 'obstaculización sistemática' de todas las iniciativas que emprende la Generalitat para obtener ingresos citó como ejemplo el recurso ante la Justicia del llamado 'euro por receta'.

Mas, que evitó en todo momento la autocrítica, culpó también de la compleja situación de las finanzas catalanas al gobierno tripartito, al que acusó de dejar 'una carga y una losa de la cual no es nada fácil salir'.

Por último, Mas justificó los duros recortes que ha aplicado en esta legislatura y también en la anterior en un marco de recesión generalizada en toda la UE, así como en el 'déficit fiscal crónico' que tiene Catalunya.

En el marco de un debate sobre el futuro modelo de financiación autonómica, Mas afirmó que su interés por el pacto fiscal no ha dejado de existir, aunque lo enmarcó en un nuevo mandato en el que su compromiso electoral es en primer lugar celebrar una consulta de autodeterminación en Catalunya.

Tras recordar que las elecciones adelantadas del 25-N produjeron un cambio de escenario, en el que CiU pasó de tener acuerdos 'implícitos' con el PPC a un acuerdo de gobernabilidad con ERC, Mas dijo que el pacto fiscal era un compromiso de la anterior legislatura que 'no es que haya dejado de existir, sino que ha quedado superado' y se enmarca ahora 'en un plano más general, la transición nacional y la consulta'.