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Miles de antiabortistas salen a la calle contra la reforma de la ley

Bajo lemas como 'Vida sí, aborto no' o 'España merece otro presidente' han protestado por las calles madrileñas

CLARA VALMORISCO

Las consignas antiabortistas volvieron a salir ayer a la calle 25 años después de que la ley despenalizara la interrupción voluntaria del embarazo. Bajo el lema 'No existe el derecho a matar, existe el derecho a vivir', miles de personas se manifestaron en las principales ciudades de España para protestar por la reforma de la ley del aborto prevista por el Gobierno, y de paso reclamar la abolición total de estapráctica médica.

A la marcha de Madrid, la de mayor afluencia de las protestas de ayer asistieron, según el manifestómetro herramienta informática diseñada para contabilizar la asistencia a este tipo de actos, entre 18.000 y 24.000 personas. Según fuentes policiales, los asistentes sólo llegaron a 10.000. Los colectivos convocantes (grupos provida ultracatólicos) elevaron la cifra hasta las 500.000 personas.

Ancianos, adolescentes y, sobre todo, muchas familias con niños pequeños y bebés pasearon desde la sede del Ministerio de Igualdad, en la céntrica calle de Alcalá, hasta la plaza de Neptuno. Portaron pegatinas, globos, camisetas y gorras con el color rojo sangre elegido por los organizadores.

Hasta los más pequeños corearon lemas como 'Aborto No, Vida Sí' o 'Sí a la Vida' en la denominada Marcha por la Vida. 'Estas son las cosas importantes, los sitios donde hay que estar', le decía un hombre a su hijo, de unos 12 años. Mientras aleccionaba a su hijo, vigilaba que otro niño más pequeño no se perdiera entre la marea de camisetas rojas.

Entre los mensajes de los asistentes, no faltaron las referencias al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, o a la ministra de Igualdad, Bibiana Aído. La pancarta más llamativa, portada por unas enfervorizadas adolescentes, espetaba: 'Aído, deja a las niñas de 16 años en paz'. La referencia a la posibilidad, contemplada en la reforma de la ley, de que las menores de 16 años puedan interrumpir su embarazo sin consentimientopaterno fue muy recordada.

La plaza de Neptuno se convirtió, al final de la marcha, en un escenario donde, intercalados con temas musicales de moda, se sucedieron los testimonios ejemplarizantes. Entre ellos, el del presidente Médicos por la Vida, Enrique Jaureguizar, que se refirió al aborto como 'un asesinato' y aseguró: 'Soy médico y me niego a colaborar con esta cultura de la muerte'.

'Práctica eugenésica propia de los regímenes racistas' o 'proyecto de muerte y sufrimiento' fueron los términos con los que, en un ambiente festivo y familiar, los distintos portavoces provida se refirieron al aborto.

La regulación de la objeción de conciencia de los profesionales también estuvo presente. El presidente del Grupo Provida Madrid, Jesús Poveda, animó a los manifestantes a corear el cumpleaños feliz: 'Que sepáis que esta canción no les gusta a los médicos abortistas', aseguró.

La presencia del concejal del PSOE de la localidad de Paradas (Sevilla), Joaquín Manuel Montero, animó especialmente a los congregados. 'No se puede ser socialista y estar en contra de la vida', explicó. Por otro lado, el edil socialista criticó la 'doble moral' del PP que, en su opinión, 'mientras está en el Gobierno apoya la ley del aborto y, en la oposición, defiende lo contrario'. 'Torero, valiente', recibiópor respuesta.

La marcha, secundada por más de 200 organizaciones, contó con menos respaldo que en anteriores convocatorias conservadoras, como la multitudinaria manifestación de 2005 contra el matrimonio gay. A diferencia de la de ayer aquella sí contó con la presencia de los obispos y del PP.

En esta ocasión, ni la Conferencia Episcopal ni el PP se sumaron de manera oficial. Sin embargo, algunos destacados dirigentes conservadores como el ex alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, o el diputado Vicente Martínez Pujalte sí se dejaron ver. El diputado del PP, Jorge Fernández Díez, aseguró que el líder de su partido, Mariano Rajoy, veía 'con mucha simpatía' la convocatoria. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, afirmó en Móstoles: 'Ampliar la ley del aborto es una pura y simple provocación'.

Hasta desde el pregón de la Semana Santa de Sevilla llegaron las críticas al Gobierno. En un duro discurso, el abogado laboralista, Enrique Henares, arremetió contra el matrimonio homosexual, criticó la 'costumbre social' del aborto y llamó a los creyentes a no 'permanecer encerradosen las sacristías como si fuésemos locos'.

La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, señaló su 'respeto' a los manifestantes pero afirmó no compartir sus razones. De la Vega añadió que la nueva ley sólo pretende garantizar la seguridad jurídica de las mujeres.

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