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Miles de manifestantes sitian la sede temporal del Gobierno tailandés

EFE

Miles de manifestantes sitiaron hoy la sedes temporal del Ejecutivo tailandés en el viejo aeropuerto de Bangkok, un día después de cercar el Parlamento y casi tres meses después de la ocupación del palacio del Gobierno en Bangkok.

El asedio se extendió después al cuartel general de las Fuerzas Armadas para impedir que el Gobierno trasladase allí la reunión de urgencia que tenía previsto celebrar, en otro movimiento de la partida del "ratón y el gato" entre las autoridades y la oposición.

Los seguidores de la Alianza del Pueblo para la Democracia (APD), organizadora de las protestas, comenzaron a llegar anoche a la sede provisional del Ejecutivo tras celebrar varias concentraciones frente al Parlamento, la central de la Policía Metropolitana y el Ministerio de Finanzas.

Suriyasai Katasila, coordinadora de las plataforma cívica, manifestó que "el tiempo para negociar con el Gobierno se ha acabado" y exigió la renuncia de todo el Gabinete y sus aliados.

Agregó que seguirán con las manifestaciones hasta lograr sus objetivos, a pesar de que otros dirigentes de la APD habían prometido rendirse si perdían la que denominaron "gran batalla" de ayer, que acabó con una victoria en las calles pero sin ninguna dimisión en la Administración.

El ex primer ministro Samak Sundaravej, inhabilitado por el Tribunal Constitucional en septiembre, trasladó las oficinas del Gobierno al aeropuerto de Don Muang, situado a unos 30 kilómetros al norte de Bangkok, cuando se convenció de que no podía desalojar a la Alianza de la sede gubernamental, que ocupó el 26 de agosto.

El subdirector del viejo aeropuerto capitalino para aerolíneas de bajo coste, Wisit Iewprapa, afirmó que han reforzado la seguridad y apuntó que los vuelos no se vieron afectados.

Durante el asalto a las instalaciones aeroportuarias, varios manifestantes agredieron a un coronel de la Policía, informó el periódico local "The Nation".

Don Muang, que además de acoger temporalmente las oficinas gubernamentales sirve de base para algunos vuelos domésticos, dejó de ser la principal terminal aérea de la capital en 2006, tras la inauguración del aeropuerto internacional de Suvarnabhumi.

El primer ministro de Tailandia, Somchai Wongsawat, tiene previsto regresar el miércoles a su país, después de haber participado en la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) celebrada el pasado fin de semana en Lima, desde donde reiteró que no dimitiría.

Los dirigentes de la Alianza, quienes anunciaron que mantendrían el asedio en Don Muang durante tres días, apuntaron la posibilidad de impedir con otro bloqueo que el primer ministro pueda salir del aeropuerto de Suvarnabhumi tras su llegada.

Por otra parte, la huelga nacional convocada por los sindicatos del sector público en apoyo a las protestas apenas fue secundada por los trabajadores y las principales vías de comunicación y puertos del país funcionaron con normalidad.

Los portavoces de la aerolínea estatal Thai Airways, la empresa estatal de ferrocarriles y de la autoridad portuaria de Bangkok indicaron que sólo una parte de su personal se unió a las protestas de la Alianza.

Por su parte, la dirección de la empresa de los autobuses urbanos negociaba hoy con los líderes de la Alianza la devolución de los autocares robados la víspera por manifestantes para bloquear los accesos al Parlamento.

Los manifestantes también colocaron autocares en las entradas del palacio gubernamental, convertido en su cuartel general y donde miles de tailandeses acampan y disfrutan de comida gratuita, asistencia sanitaria, tiendas de ropa y hasta servicio de masajes.

La crisis en Tailandia se originó cuando los aliados políticos del ex primer ministro Thaksin Shinawatra, a quienes la Alianza acusa de corrupción y de comprar los votos de la población rural, la mayoría del país, ganaron en las elecciones de hace un año.

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