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Un millón de culés sale de copas con el Barça

Además de la tercera Copa de Europa conquistada el miércoles en Roma, los azulgrana volvieron a ofrecer a su afición los títulos de Copa y de Liga. El Camp Nou fue de nuevo una fiesta

NOELIA ROMÁN

'¡Esto es espectacular, increíble! Hay miles de personas. Llevan aquí dos horas esperando y cuando ha llegado el autocar, se han vuelto todos locos y se han puesto a cantar'. Pegada al teléfono, con una preciosa sonrisa y gesto de admiración, Suki le cuenta a su amiga Mary lo que sucede en Barcelona. Son las siete de la tarde, se encuentra junto a la estatua de Colón y un autobús descapotable con tres fabulosas y relucientes Copas, un lema Campeones 08-09, y un grupo de chavales enfundados en una camiseta azul y con bufandas del Barça atadas a la cabeza se acaba de abrir paso entre millares de aficionados vestidos de azulgrana. Mary la escucha y llora. Le describen la rúa del Barça. Ella está en Inglaterra; y es del Manchester. 'En mi vida había visto nada igual. Esto es fabuloso. Definitivamente, el fútbol es un juego latino', proclama Shahu. Suki y Shahu son de India y están de vacaciones en Barcelona. Intentaron ver la final de la Champions en Roma, pero no lograron entradas. La siguieron en la pantalla gigante de Plaça Catalunya. 'Y fue sencillamente increíble'.

Muy cerca de ellos, Teo no entiende nada pero parece darles la razón. Sus ojos apenas pestañean, lo siguen todo, desde los hombros de su madre. Tiene 21 meses y asiste, con camiseta azulgrana, a su primera gran celebración de un triunfo del Barça. 'Está flipando. Apenas habla, pero canta el himno del Barça', cuenta Tania. Como los 750.000 seguidores del equipo de Pep Guardiola que, durante tres horas y media, abarrotan el centro de la ciudad para demostrarle al técnico, y aIniesta, y a Messi, y a Etoo y a todos los jugadores azulgrana cuán felices los han hecho y cuánto los estiman.

Guardiola, sentado en un lateral del autobús, los observa con la misma cara de sorpresa que tiene Teo, como si jamás hubiera vivido nada semejante.

Y en realidad, no. Nunca antes el Barça y Barcelona habían celebrado tanto y tan importante en tan poco tiempo. En apenas 15 días, la parroquia culé ha festejado tres trofeos, las tres hojas del trébol de la victoria total. Sin tiempo a recuperarse de la fiesta por la Copa del Rey, lograda el 13 de mayo en Valencia, la afición se echó de nuevo a la calle, tres días después para celebrar la Liga. El pasado miércoles, 27 de mayo, la euforia se desataba por completo en la capital catalana y en toda Catalunya con la conquista de la Liga de Campeones, la tercera hoja del trébol, la más preciada. Eso, sin olvidar el 2-6 ante el Madrid, en el Bernabéu, motivo de la primera gran fiesta en Canaletes.

El ritmo conmemorativo ha sido de tal calibre y la importancia de lo celebrado tan inédita, que algunos aficionados bromeaban ayer con el estrés que les generaba tanto festejo. Pero bendito el estrés que deja imágenes como las que se vivieron ayer en las calles de Barcelona y luego en el Camp Nou y, antes, la víspera, en Roma, escenario de la primera fiesta de los jugadores del Barça con la Copa de Europa. Citados en Villa Aurelia, Guardiola y sus muchachos se quedaron con las ganas de celebrar el triunfo de modo más íntimo. La acumulación de aficionados y Policía en torno a la residencia y la masiva presencia de invitados por compromiso impidieron el acceso de los familiares de algunos jugadores al recinto. Y estos, encabezados por Guardiola, decidieron retirarse al hotel muy pronto. Sólo los más jóvenes y fiesteros (Bojan, Muniesa, Piqué, Puyol, Messi y Botia) resistieron hasta altas horas de la madrugada y después durmieron en el avión, mientras la Copa de Europa daba la vuelta al ruedo para que los directivos se fotografiaran con ella.

Bonito, sí, pero nada que ver con el baño de masas que se dieron ayer en las calles, abarrotadas de gente, banderas y pancartas, que, tanto felicitaban a los campeones como pedían matrimonio a Piqué, una vez, uno de los más animados de la expedición azulgrana, junto a Martín Cáceres, Puyol e Iniesta, el jugador más aclamado. Al grito de '¡Copa, Liga y Champions!' y '¡campeones, campeones!', casi 100.000 aficionados les aclamaron cuando entraron en el Camp Nou con las tres Copas. El estallido fue tan sonoro y hermosamente colorido que la fiesta se extendió hasta el últimorincón de la ciudad.

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