El hijo del venerable médico cirujano Moisés Broggi (Barcelona, 1908) se ha quejado del fichaje de su centenario padre como cabeza de lista de ERC al Senado, en coalición con Reagrupament y la plataforma Catalunya Sí. Marc Antoni Broggi, que también ejerce la cirugía, cree que “hay bastante de aprovechamiento o utilización” en la insólita apuesta del histórico partido, remozado de arriba abajo por su enésimo líder, Oriol Junqueras.

El doctor Moisés Broggi, de 103 años, ha confesado que no asumirá su escaño por razones de edad, pero mantiene su activismo por la causa independentista, aunque sea como simple banderín de enganche. En 2009 apostó por ingresar en las filas de Reagrupament –una escisión de ERC– y en las municipales de mayo cerró la lista electoral de la coalición Unitat per Barcelona (integrada por la propia ERC, Reagrupament i Democràcia Catalana, de Joan Laporta). Todo un carácter, el doctor Broggi.

Oriol Junqueras no oculta que la elección del venerable cirujano pretende movilizar el voto independentista, dado su gran prestigio profesional, su peso moral como “símbolo de país” y su ejemplo de “compromiso cívico y con los valores republicanos y democráticos en tiempos difíciles”.El doctor Broggi, que a su edad exhibe una portentosa lucidez intelectual y vital, no dudó en secundar las grandes manifestaciones independentistas de julio de 2010 y la más reciente del 11 de septiembre de 2011 en Barcelona. Su militancia catalanista y su beligerancia en defensa de la causa republicana se remontan a los tiempos de la guerra de España.

Su experiencia como joven cirujano de las Brigadas Internacionales, recogida en su libro Memorias de un cirujano, forma parte de la antología de gestas personales de la cruenta contienda civil. Creador del quirófano móvil de campaña y pionero en el uso de la marihuana como paliativo del dolor, el entonces joven doctor apareció en las páginas de Por quién doblan las campanas, de Ernest Heming-way, uno de los grandes testigos del drama de la II República española. 

El alejamiento de ERC de sus exsocios de izquierda y su apuesta independentista, así como el giro soberanista de CiU, anima la última gran aventura cívico-política del doctor Broggi. “Catalunya debe separarse amigablemente del Estado español”, dice. Cree que eso pasará a partir de 2014. De momento, y pese a su asombrosa salud, admite que ya no está para el AVE ni el puente aéreo.

Ni siquiera valdría la pena, ya que el muy sabio doctor Moisés Broggi cree que el Senado “no sirve para nada” y, de hecho, ha degenerado en un “destino para enchufados”. Lo dicho, una lucidez secular fuera de lo común.